Combustible quema a empresarios

Incremento en el precio de hidrocarburos disparó costos de producción hasta en un 32% en caso de industriales

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El combustible más caro de Centroamérica, el que se vende en Costa Rica, está quemando el bolsillo de las empresas.

Los industriales, el sector de transportistas y los exportadores, reportan crecimientos en sus costos de producción que van desde un 12% hasta un 32%, a causa de los constantes incrementos en el precio de los combustibles.

Las acciones para mitigar esos costos van desde recortes en planilla a ajustes, y podrían endurecerse en los próximos meses.

Ante esa situación de emergencia, el sector empresarial clama por que el Poder Ejecutivo tome la bandera de la disminución y ponga un límite al crecimiento de elementos como el impuesto único, con un peso del 30% en el precio de los derivados del petróleo.

En el apremio también se elevan súplicas para revisar el “factor k” (un 7,7% del precio de los hidrocarburos) que cobra la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) para suplir sus costos y cubrir proyectos futuros.

El empresariado resume sus súplicas en una petición para que se revise la fórmula para fijar los precios de los hidrocarburos, con el fin de introducir una exención fiscal de al menos un 20% para alivianar un poco la carga que se les ha puesto encima.

Sin embargo, la complicada ecuación parece inamovible por ahora, pues por ley impide privilegios fiscales. La esterilidad de los ruegos queda representada en la escalada de los precios, que no se ha detenido durante el 2012, año en el que la gasolina super aumentó un 25% en 8 meses.

El factor inflación

Pero, en términos reales, el precio de los combustibles disminuyó en los últimos 6 años. Es la inflación la que ha impulsado los precios de ese insumo al alza. Así se nota en el caso de la gasolina súper.

Ese combustible tuvo un precio de ¢784 en setiembre del 2006, en colones constantes del 2012. Para setiembre del 2007 su costo se ubicó en ¢877. Un año después su precio varió a ¢883, mientras que en el 2009 el litro costaba ¢691. Ya para el 2010, la súper disminuyó a ¢639 y en setiembre del 2011 se estacionó en ¢692, para ubicarse en setiembre del 2012 en ¢756.

El costo de la vida tiene su cuota en que los consumidores nacionales tengan que pagar una gasolina que, por litro, cuesta ¢308 más que en Estados Unidos y ¢153 más que en Panamá.

A grandes costos

La Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) es contundente. Los costos de las compañías que utilizan el bunker se han disparado hasta en un 32%, en términos interanuales.

Las industrias más golpeadas son la cementera, la fabricante de vidrio y la metalmecánica, cuyos gastos en hidrocarburos representan un 40% del total de sus costos.

Para las firmas que fabrican plásticos, empaques de papel y cartón, la agroindustria y la industria alimentaria, los costos por consumo de carburantes oscilan entre un 15% y un 27%.

Otros grandes consumidores son los transportistas.

Según Randal Obando, director ejecutivo de la Cámara Nacional de Autobuseros, el diesel hizo crecer entre un 10% y un 12% los costos de sus afiliados, cuyo gasto en combustible es mayor al 40%.

Mientras tanto, el sector de logística y distribución de mercancías informó de aumentos interanuales en sus costos de entre un 15% y un 20%. Elvira Paniagua, gerenta financiera del Grupo Servica, dijo que, tarde o temprano, deberán empezar a trasladar ese porcentaje vía tarifas a sus más de 30 clientes exportadores.

No ven la luz

La situación es oscura para los consumidores de electricidad.

El incremento en las tarifas solicitado por el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), por el componente de generación térmica (con diesel y búnker) , elevó en un 5% la factura para los clientes de la Compañía Nacional de Fuerza y Luz (CNFL), informó la Autoridad Reguladora de Servicios Públicos (Aresep).

Pero el panorama futuro luce peor. Carolina Mora, vocera del ente regulador, dijo que el ICE tramita un nuevo aumento del 23% en la tarifa eléctrica por concepto de generación térmica.

Los empresarios, en tanto, temen que en los próximos 15 meses los costos se disparen hasta en un 50%, de regir ajustes automáticos por gasto en hidrocarburos.

Juan María González, miembro de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones de la Empresa Privada (Uccaep), consideró que existe una fiscalidad sumergida que se vale del creciente consumo de combustibles en la generación de electricidad, para aumentar los ingresos del Estado a punta de impuestos.

Recortes

Durante el último año las decisiones empresariales no se han hecho esperar ante el incremento en la partida de combustibles.

Los autobuseros congelaron sus inversiones en nuevas terminales y en la compra de unidades. Ya en setiembre pasado, los despidos en el sector aumentaron un 12%. Los más perjudicados fueron empleados poco calificados, como misceláneos.

Según Maritza Hernández, de la Cámara Nacional de Transportistas, los autobuseros buscan reuniones con la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) para evitar caer en morosidad. Además, dialogan con el sector bancario para optar por facilidades en el pago y obtención de créditos para sus empresas.

Mónica Segnini, presidenta de la Cámara de Exportadores (Cadexco), informó que las empresas del sector industrial se han visto en la obligación de no aumentar los precios a sus clientes de empresas transnacionales, lo cual ha impedido compensar el incremento del gasto en combustibles. Eso, adelantó, conllevará al congelamiento de contrataciones de personal para el año entrante.

Carlos Montenegro, subdirector de la CICR, dijo que los incrementos afectan la competitividad de las empresas frente a sus pares de otros países, lo que podría acorralarlas a disminuir su producción y despedir personal en un tiempo no muy lejano.

En medio de ese ambiente de pesimismo, Recope y Aresep entran en contradicciones sobre las cuasas de los aumentos.

Como posible salida a la crisis, la refinadora plantea ajustes semales en los precios, empero, una resolución de la Sala IV lo impide al exigir tomar en cuenta el criterio de los ciudadanos, lo cual alarga el proceso de fijación de tarifa.

Es así como las empresas ven quemarse sus ganancias mientras arden en una hoguera alimentada por la más cara de las gasolinas. Y ese lujo no lo desean.

Una fórmula, muchos elementos

A partir del 2008 se creó una nueva ecuación para el precio del combustible. En esta se dan dos procedimientos, el ordinario, una vez al año, para revisar el margen de operación de Recope, o “factor k”, y el extraordinario que toma como referencia el precio internacional del producto, el tipo de cambio para el sector público no financiero, fijado por el Banco Central, con ajustes mensuales, y el rezago de precios, con ajustes semestrales.

Pese a la fórmula, Aresep añadió que en setiembre el precio de derivados aumentó por la especulación de los actores, incluido el refinador. Recope lo desmintió y afirmó que es imposible manipular la información de la fórmula. Agregó que desde el 2009 Aresep no revisa su margen de operación.

Fuente Aresep y Recope.