¿Cómo es el emprendedor de Costa Rica?

Datos de la primera Encuesta Nacional de Hogares Productores del INEC

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El sector emprendedor tico (trabajadores independientes) está compuesto, en su mayoría, por hombres que no son jóvenes, que se lanzan en ese negocio por necesidad (no por oportunidad) y con nivel bajo de escolaridad.

Así lo registra la primera Encuesta Nacional de Hogares Productores (Enhopro), del 2014.

Un 64% es de sexo masculino, 47,2% alcanza hasta un nivel máximo de primaria completa y el 63,2% de los emprendedores tuvo razones de necesidad para iniciar su propia empresa.

Tales características asocian al sector emprendedor con el sector informal, de muy baja escolaridad y alta presencia masculina.

El empleo informal de Costa Rica ascendió al 45,3% de la población ocupada en el primer trimestre del 2015, indicador que viene en crecimiento, según datos de la Encuesta Continua de Empleo del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

La cifra ha oscilado entre el 36% y 45%. La tendencia de aumento paulatino de este tipo de empleo se registra a partir del primer trimestre del 2012.

En números

En el 2014, Costa Rica registró un total de 340.000 empleados independientes o emprendedores empresariales, los cuales generaron 536.000 empleos, según la Enhopro, una nueva medición del INEC dado a conocer la semana anterior.

El 75,4% de los emprendedores están entre los 35 y 64 años; mientras que los más jóvenes (menores de 34 años) son el 17,2%.

Predomina la baja escolaridad en la educación regular: para el 2014, el 47,2% alcanza hasta un nivel máximo de primaria completa, mientras que solo el 18,7% posee educación superior.

En total, en el 2014, se generaron 535.956 empleos en estos emprendimientos y, de ellos, el 83,5% son empleos permanentes y 16,5% ocasionales.

¿Por qué emprenden?

Al agrupar los motivos para emprender en dos únicas categorías, la de si se emprende por “necesidad” o por “oportunidad”, prevalece la primera opción: el 63,2% de los emprendedores tuvieron razones de necesidad.

La baja escolaridad de los emprendedores y tales motivos para armar una empresa podrían generar dudas sobre la esperanza de vida esas iniciativas y su calidad en la agregación de valor.

Sin embargo, el presidente de la incubadora de negocios tecnológicos, Marcelo Lebendiker, cuestiona esas intepretaciones.

Para él, la necesidad es la madre de las buenas ideas de negocios. “Está más que demostrado que, aun en el emprendedor que surge por necesidad y es de subsistencia, la idea se puede transformar en una oportunidad de negocios”, sostiene.

Además, descarta que haya una correlación entre escolaridad y calidad de las iniciativas de negocio.

Adrián García, fundador de Carao Ventures, coincide con Lebendiker.

“Para hacer un negocio, es necesario crear un producto y lanzarlo al mercado con éxito, y eso lo hacen personas independientemente de su nivel educativo”, opinó García.