Cómo Hacienda infló las exoneraciones de Costa Rica en hasta un 94% por un ‘dedazo’

Un error al procesar los datos de zonas francas generó una llamada de atención de la Contraloría en el 2010

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Diferencias de las exoneraciones que saltaban alegremente y que iban desde casi un doble a un tercio del dato real.

La historia del “dedazo” en el caso de las zonas francas ilustra como las cifras en Costa Rica pueden llamar a engaño por un descuido.

El proceso se remonta al 2010. La Contraloría de la República hizo una fuerte llamada de atención a Hacienda porque no disponía de información de fácil acceso, confiable y veraz sobre las exoneraciones.

El reporte también cuestionó la carencia de evaluaciones de los beneficios sociales derivados de cada régimen, los cuales, a la fecha, no existen.

Incluso en enero del 2011, en entrevista con EF, el entonces ministro de Hacienda, Fernando Herrero, admitió el déficit en el campo y catalogó a las exoneraciones como “de las partes menos transparentes del sistema”.

Hoy, el viceministro Álvaro Ramos, encargado de ordenar el gasto fiscal, tiene una versión oficial que explicaría la opacidad en las exoneraciones por un “dedazo” al procesar los datos de zonas francas. Tal error habría representado que se publicaran y entregaran a la Contraloría cifras infladas hasta en un 94%.

¿Cómo pasó?

Ramos se sienta en una mesa con el nuevo informe de gasto tributario (el que calculó un incremento de las exoneraciones de 5,54% de la producción, a 5,61%). Sin ser consultado, pregunta: “¿Usted conoce la historia de eso?” (los cuestionamientos de la Contraloría por las exenciones).

Y relató: “La Contraloría pide un resumen de cuánto se había exonerado a la zona franca. Lo piden a la Dirección de Recaudación de Tributación, no se lo piden al Departamento de Estadísticas del Ministerio o al de Análisis de Estudios Económicos, la división de Política Fiscal que hace todos estos estudios.

“¿Cuál es el problema con los datos de exoneraciones de zona franca? Que no son fiscalizadas ni se les hace nada, sino que simplemente se recibe una declaración informativa, porque ellos no pagan impuestos. A los únicos a los que se les fiscaliza, es a los que pagan impuestos. Los demás de por sí están exonerados y no hay que ponerle mucho cuidado a lo que mandan. Sí se les pide información complementaria, pero no se observaba con cuidado.

“Resulta que en Costa Rica usted declara y luego hace una declaración rectificativa. Usted dice, ‘perdón, me equivoqué, hago estos ajustes’,y vuelve a declarar.

“Pero vea qué interesante. El sistema lo monta como dos declaraciones (la que declara y la que rectifica); entonces, si cuando absorbo toda la información del sistema no tengo cuidado, me salen las declaraciones originales y las rectificativas. Hay una columna de exoneraciones, sumaban todo, y decía que el monto es tanto.

“La Contraloría tomó ese monto y le pareció raro. Pidió que se lo mandaran de nuevo y otra vez lo mandaron mal. La cifra era incluso más grande, porque había más declaraciones rectificativas (en la segunda versión).

“La piden una tercera vez, les mandan otro número diferente y les dijeron (a Recaudación) ‘esto es una charlatanería, va un reglazo, aclárenme cuál es la cifra correcta’.

“El documento que tenemos sería una versión depurada que satisface a la Contraloría.

“Ya ahora sí, agarraron la base de datos de zona franca, la limpiaron y obtuvieron el monto correcto de exoneraciones declaradas. Es decir, depuramos y se sumó el monto correcto”, dijo Ramos.

Contraloría satisfecha, pero...

Entre los informes que aporta Ramos no se ve nada parecido a un análisis de costo-beneficio de los diferentes programas de exoneraciones vigentes.

¿Ya se cumplió con la Contraloría tras lo exigido informe del 2009? “No en el sentido en que se plantearon originalmente”, respondió Ramos. “Pero ellos están satisfechos porque vieron el origen del problema. Vemos el costo-beneficio como una idea más amplia, estamos trabajando con la Universidad de Costa Rica. Hay un tema analítico: quitás una exoneración, eso implica un perjucio. Puede haber una asimetría entre el beneficio y el perjuicio”.

Pese a que el propio viceministro Ramos reconoce el incumplimiento con los reclamos originales, paradójicamente la Contraloría respondió a EF que en Hacienda no les deben nada con respecto a las exoneraciones.

“Las cuatro disposiciones emitidas se encuentran cumplidas, lo anterior conforme el alcance establecido para cada una de ellas, y de acuerdo con la información que suministró el Ministerio de Hacienda para cada una”, informó a EF Viviana Vargas, de la Unidad de Prensa del ente contralor.

Por eso, tiene sentido que Ramos reporte calma en las aguas del gasto tributario: “Ellos (La Contraloría) nos habían presionado en algún momento, pero llevan rato de no hacerlo”.

El caso del “dedazo” parece estar cerrado.

El tamaño del desliz

Comparación de montos reportados por Hacienda a la Contraloría (en millones de colones) y cambio porcentual de ambos montos.

Año

Monto correcto (2013)

Monto incorrecto (2009)

Diferencia

2008

138.924

185.315

32%

2009

140.419

272.588

94%