La guerra en Ucrania cumple su primer año este viernes 24 de febrero. Esos 365 días movieron los mercados internacionales, la economía, cobró vidas humana y generó que países manifestaran su apoyo hacia el territorio comandado por Volodímir Zelenski.
El conflicto bélico se traduce en 8.006 muertes de civiles y 13.287 heridos, de acuerdo con información divulgada por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk. La guerra no provocó solamente desabastecimiento de agua y electricidad en el sitio de guerra por el corte de gas ruso, sino que causó el incremento en el precio de los fertilizantes, granos básicos y combustibles en el mundo.
La primavera ya está por iniciar en Ucrania, lo cual significa que ambos bandos tendrán mejores condiciones para combatir, contrario a las frías nevadas del invierno. En este contexto, el especialista en relaciones internacionales y director del Observatorio del Desarrollo de la Universidad de Costa Rica (UCR), Carlos Murillo, recordó que proyectar un día de conclusión es imposible.
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EF convesó con Murillo sobre el desarrollo de la guerra en Ucrania a un año de la invasión, lo que se espera del conflicto a corto plazo y la posterior reestructuración de Europa en cuanto finalice el combate.
¿Qué puede esperar el mundo, y Costa Rica, sobre el desarrollo de la guerra en Ucrania?
Rusia recrudecerá los ataques porque a lo largo del último año se dieron una serie de cambios en la estrategia militar de Rusia. Lo que parece avecinarse es lo que se conoce como guerra total y fue lo que se aplicó durante la II Guerra Mundial.
Bajo el escenario de que la guerra se mantenga focalizada en Ucrania se puede esperar una situación, en términos del comercio internacional, muy parecida aunque a la actual con algunas ventajas Costa Rica. Por ejemplo, en cuestión del suministro de productos energéticos ya ha pasado para Europa la etapa crítica del invierno.
Un sector particular es el de algunos metales porque Europa y Estados Unidos (EE.UU.) están pidiendo a la industria militar incrementar la producción de municiones. Esto significa que algunos metales van a demandarse en mayor cantidad y podría aumentar su precio.
¿Qué implica una guerra total?
Rusia esperaba una victoria rápida, como eso no ocurrió tienen que cambiar a operaciones de media y larga distancia que es cuando comenzamos a ver, hacia mediados del año pasado, cómo destruían hospitales y condominios para bajar la moral del ucraniano.
Como la guerra se ha prolongado, y Putin no puede permitirse una derrota, entra en lo que se conoce como la guerra total que son operaciones terrestres apoyadas con aviación y misiles de mediano y largo alcance. A esta guerra total se suma un elemento que no se veía en batallas de la II Guerra Mundial, con la presencia de ejércitos privados. Un ejemplo es el Grupo Wagner, que es un ejército privado contratado por el gobierno ruso para que realice operaciones militares de apoyo.
La guerra total es una operación en todos los frentes sin diferenciar entre objetivos militares y objetivos civiles, lo cual resulta en un conflicto mucho más violento y con más bajas civiles.
¿Podrá terminar pronto la guerra?
Ningún estratega militar, ni ningún analista militar, se atreve a decir que para mediados de este año se habrá acabado la guerra. La mayoría dejan entrever que podría llegar a completarse el segundo año de la guerra dependiendo de cómo logren las tropas de ambas partes sostenerse. En este momento no hay el más mínimo indicio de que Putin esté dispuesto a negociar.
Ucrania tiene más posibilidades de expulsar a las tropas rusas, lo cual no es una victoria como se entendía en siglos anteriores.
La variable que podría inclinar la balanza es China, no porque se incorpore a la guerra, sino porque el armamento y las municiones en ambos lados se están agotando. Si China comienza a suministrar armamento a Rusia, esto obligaría a Occidente a suministrarle más armamento a Ucrania y escalar la guerra.
¿Cómo se proyecta que se reestructure Europa al concluir la guerra?
Un escenario que quiere Rusia es el de la Conferencia de Yalta. Por esta razón he dicho que lo que estamos viendo ahora desde la perspectiva del Kremlin es Yalta 2.0. Es decir, volver a dividir el mundo en áreas de influencia, y no es restablecer la cortina de hierro ni el Muro de Berlín, pero sí es convertir a Europa Oriental en su zona de influencia. , que EE.UU. se quede con la otra Europa y China con con la mayor parte de Asia. América Latina se queda como el escenario en el que las tres superpotencias luchan para ver cuál obtiene mejores condiciones.
El otro escenario que sería mucho mejor visto a nivel global es rescatar la Conferencia de Helsinki 1975, que estableció el nuevo orden de seguridad y cooperación en Europa. Trata de que no hay zonas de influencia, pero sí hay actores más poderosos que otros que inciden en la dinámica.
A Putin solamente le sirve Yalta. Una consecuencia nunca pensada por Rusia es que la invasión a Ucrania restableció la solidez de la alianza occidental que estaba a punto de desmoronarse.
¿De qué manera afectaría a Costa Rica cualquier reestructuración en Europa?
Con las esferas de influencia quedamos limitados, pero con con la otra (Helsinki) seguiríamos totalmente igual. Yo percibo a Costa Rica en este momento con un país aislado del mundo; yo no veo que Costa Rica tenga en este momento aliados claros porque el aparato de política exterior prácticamente está desmantelado. Muchas de las embajadas claves están a cargo de un encargado de negocios y algunas tienen embajadores nombrados sin tener experiencia para una coyuntura como esta.
Costa Rica no ha denunciado con firmeza o alzado la voz en los foros internacionales para denunciar a Rusia por la violación de los derechos internacionales; ha hecho llamados, pero muy tímidos.