Costa Rica está lejos de disponer de más energías limpias

Falta de políticas públicas retrasan desarrollo de biocombustibles y uso del gas natural incentivando el uso de derivados del petróleo.

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Sin nuevos remedios a la vista, Costa Rica está destinada a seguir quemando derivados del petróleo para mover su economía en el largo plazo.

Esa dependencia de los combustibles fósiles está pactada para largos términos tanto en la generación de electricidad, como en el transporte.

La falta de previsión de parte del Estado, las leyes que pesan como grilletes, y hasta las condiciones de financiamiento, son los factores que amarran al país a mantener su consumo de energías contaminantes.

Los planes para cambiar ese panorama están en ciernes en su mayoría, lo cual extenderá por varias décadas más la actual composición de la matriz energética costarricense.

La realidad eléctrica actual

Según la Gerencia de Electricidad del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), hoy el conjunto energético del país se compone en un 62% de energía hidroeléctrica, un 23% térmica (quema de búnker y diesel) , un 8% geotérmica, un 5% eólica, un 1,99% generada a través de biomasa y un 0,01% solar.

Será hasta el 2018 cuando el ICE empiece a considerar si sustituye sus plantas térmicas de combustibles fósiles por gas natural.

Luis Pacheco, gerente de Electricidad del ICE, sostuvo que las características actuales de la demanda de gas natural hacen impensable la importación de ese producto, pues los costos de traerlo y venderlo serían elevados.

Además, recalcó que otras opciones, como la construcción de gasoductos desde Estados Unidos o desde Colombia hacia Centroamérica, dependen de elementos tan volátiles como los acuerdos políticos entre las naciones.

Fuerza hídrica para rato

El ICE ha concentrado sus proyectos en el área hidroeléctrica.

Actualmente tiene planes de invertir $4.233 millones en el desarrollo de 4 plantas de ese tipo, siendo las más importantes la de Reventazón y la de Diquís.

Esas megaobras aún no están en operación y sus financiamientos podrían sufrir cambios.

Esos elementos llevan a hacer a un lado las expectativas y a acostumbrarse a que, cuando los inviernos no sean generosos en lluvias, o durante época seca, la electricidad deberá producirse a través de fuentes sucias y caras.

De altos precios a cambio de electricidad conocen los empresarios industriales.

Carlos Montenegro, subdirector ejecutivo de la Cámara de Industrias (CICR), relató, preocupado, que la tarifa industrial de mediana tensión se duplicó, en centavos de dólar por kilovatio hora, en 4 años, a partir del 2010.

Los precios de ese servicio, agregó el vocero empresarial, crecieron un 38% entre febrero del 2012 y abril del 2013, en virtud del uso intensivo de la generación térmica en ese periodo.

Montenegro apunta sus críticas a la inacción del Poder Ejecutivo para impulsar proyectos como la Ley General de Electricidad y la Ley de Contingencia Eléctrica, que pretenden elevar los topes de producción de electricidad en manos de generadores privados.

Para Montenegro, eso muestra que la ley es obsoleta e impide enfrentar un problema que debería ser emergencia nacional.

Opciones, pero lejanas

En materia de motores y vehículos el panorama no es distinto y las expectativas de renovación en el uso de nuevas energías limpias son exiguas.

La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) sigue apostando sus mayores esfuerzos al abaratamiento de los costos de los combustibles clásicos, como la gasolina y el diesel , y no a su sustitución, ni siquiera parcial.

Incluso, los planes de la empresa estatal son contar con el apoyo de China para ajustar los $1.500 millones necesarios para ampliar la refinería de petróleo en Moín, Limón, y garantizar el abastecimiento de combustible diario que consume el país.

Alternativas como el desarrollo de biocombustibles basados en etanol están lejos de sustituir el uso del petróleo, según reconoció Jorge Villalobos, presidente ejecutivo de Recope.

La entidad firmó en el 2010 un convenio con la petrolera brasileña Petrobras para que la asesorara en la mezcla de los combustibles con etanol.

El resultado de la asesoría fue el rediseño completo del programa de biocombustibles.

Es hasta ahora cuando se empezarán a ver discretos avances.

Villalobos añadió a EF que en dos meses Recope empezará a mezclar los combustibles con un 10% de etanol en sus instalaciones de Limón.

Posteriormente, el proceso se extenderá a Barranca, Puntarenas, y después, ya en el 2014, al resto del país.

El alcohol que se usará en el proceso será importado de Estados Unidos, en los mismos barcos que transportan la gasolina.

Pese a esto, Montenegro afirmó que no hay señales de una política pública para el desarrollo de biocombustibles que pase por el incentivo a los agricultores para que aumenten la producción de palma africana y de jatrofa.

Recope también mantiene viva la alternativa del gas natural, a pesar de las trabas mencionadas.

De las 200.000 toneladas de gas natural que pretende importar en el futuro, 70.000 se destinarían a la combustión para el transporte, especialmente el de carácter público para personas.

Empero, depende de que el país logre desarrollar una cara infraestructura de almacenaje y distribución y de que logre tarifas atractivas para los distribuidores y los consumidores. Todo un reto que aún no asume.

Más lejana todavía pinta la tercera etapa de uso del hidrógeno como combustible.

Recope trabaja con la empresa Ad Astra, del científico Franklin Chang para desarrollar la potencialidad de ese gas. El proyecto ya superó la primera etapa de factibilidad y se encamina hacia la segunda, de almacenamiento.

¿Misión cumplida?

En perspectiva, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) es positivo y afirma que las ideas y proyectos marchan con buen paso tanto para electricidad como para combustibles.

Gloria Villa, directora sectorial de Energía de esa institución, sostuvo que el Plan Nacional de Desarrollo fijó la incorporación de 334 megavatios en proyectos de generación con energía renovables, meta que se cumple en un 92,3%.

Pese a ello, aún es densa la humareda generada por la combustión del petróleo.

Su expansión tampoco deja ver políticas contundentes que, a largo plazo, permitan al país renovar su matriz energética.

Por ahora y en el futuro cercano, la realidad es que los combustibles fósiles seguirán moviendo al país:

Refinería con China

Cercana pero polémica

Recope decidió blindar el plan de $1.500 millones sometiéndolo a consulta universitaria. En un mes habría un dictamen y sería enviado a refrendo. Produciría gasolina y diesel menos contaminante.

Biocombustibles

Retrasos y más retrasos

En dos meses se empezará a mezclar combustible con etanol en Limón, después en Barranca y en el 2014 a nivel nacional. No hay una política clara para incentivar su producción y uso.

Gas natural

Lejos del panorama tico

Sería el único producto que revolucionaría la matriz energética, pero su importación se vislumbra después del 2017, la demanda es poca y no seduce a empresas. EE.UU. aún no decide su venta a Centroamérica.

Hidroelectricidad

Todavía en desarrollo

El ICE construye la planta Reventazón para el 2016. Diquís aún es incierta, pues está en etapa de estudios de impacto ambiental. El ICE remoza las instalaciones de Cachí y Río Macho con un costo elevado.

Geotermia

Voluntad política juega

Los diputados discuten un proyecto para utilizar una parte del parque Rincón de la Vieja para la generación geotérmica, actualmente esa fuenta produce 188 megavatios de potencia eléctrica.

Energía eólica

Insuficientes esfuerzos

Solo un 5% de la matriz energética del país se genera con esta fuente, principalmente porque es poco atractiva para la inversión privada debido a los topes que impone la Ley N° 7.200.

Biomasa

Influencia aumenta

Actualmente hay 600 proyectos que generan energía a través del uso de biomasa, principalmente su auge se centra en empresas privadas interesadas en otros usos para sus desechos orgánicos.

Energía térmica

Preocupante dependencia

El ICE cada vez quema más combustibles para la generación de electricidad por la disminución del nivel de los embalses de las hidroeléctricas. Implica un aumento de casi 40% en tarifas para las empresas.

Luz solar

Poco viable

La capacidad instalada es casi imperceptible, produce 1 megavatio. China está interesada en que se prueben sus equipos, pero el ICE aún desconoce los detalles de la adquisición de paneles a ese país.

Fuente Consultas a ICE, Minae y Recope.