Costo de electricidad, ¿imparable?

Última década estuvo plagada de aumentos por generación térmica, financiamiento y burocracia del ICE

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Las tarifas de electricidad, a partir del 2007, son una flecha que sube y sube y que aún no cae.

Esa tendencia se puede rastrear desde el año 2003.

El movimiento en las tarifas da la pista

En colones constantes del 2012, el sector industrial pagaba ¢60 por kilovatio hora (kWh) en el 2004.

Hoy el precio del servicio para esas empresas roza los ¢80 por kWh, un 33% más, según datos de la Dirección de Gestión Tarifaria del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Cifras de esa dependencia revelan que el precio promedio de la electricidad, en colones corrientes por kWh, en general, era de ¢40 hace 9 años , en tanto hoy sobrepasa los ¢100, un 40% más.

Y el 2013, según el criterio empresarial, no pinta como el año para romper con esa tendencia al alza de las tarifas eléctricas.

Los dos eslabones principales

Son varios los factores que las impulsan hacia arriba, hasta triplicar su costo al cabo de 10 años.

Empero, los dos más importantes, según Álvaro Barrantes, director de Energía de la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos (Aresep), son los gastos administrativos del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) y la generación térmica.

Pese a los movimientos financieros que ha realizado el ICE, el rezago en infraestructura para la producción energética no ha sido superado.

Lo anterior obligó a la entidad autónoma a echar mano de la plantas termicas para suplir el faltante de energía.

Los costos de arrendamiento de esas plantas pasaron de un 9% en el 2006 a un 23% en el 2012.

En ese mismo lapso, los gastos de operación y comercialización del ICE pasaron de un 5,6% a un 13%.

En cambio, los gastos por combustible para el ICE hace 9 años representaban un 23,6% y hoy implican un 24,4%.

En el 2002 la generación térmica era apenas un 2% de la matriz energética.

Según Álvaro Barrantes, en el 2012 ese tipo de producción eléctrica fue el 10% del total, porcentaje que podría incrementarse durante el año en curso.

A ese factor se suman los costos administrativos del ICE por concepto de salarios, para una planilla que se incrementó en los últimos 5 años más allá de lo recomendable.

Otros factores

Mirando más atrás, la Aresep determinó que hasta mediados de la década pasada la compra de energía eléctrica a cogeneradores privados fue un factor que influyó en el alza de las tarifas.

Esto aunque bajaron su peso. E n el 2006 ese rubro era un 31% y en el 2012 representó un 22%, según cifras preliminares.

La consecuencia, según Aresep, es que los proyectos que se iban a sufragar a 40 años plazo, vía tarifas, se deban cancelar en menos de la mitad del tiempo, lo que implica más costos unitarios por kilovatio instalado.

El ente regulador calcula que el incremento del precio por kilovatio es el causante de que las tarifa por distribución de electricidad se elevaran en un 212%, triplicándose entre el 2002 y el 2012.

Empero, Mario Alvarado, director ejecutivo de la Asociación de Productores de Energía (Acope), afirmó que el incremento señalado se pudo originar por los contratos que firmó el ICE con operadores privados bajo la modalidad Build Operate Transfer (BOT), cuya tarifa no las fija la Aresep, sino que corresponde a una negociación entre las partes.

Alvarado recalcó que las tarifas de los cogeneradores contratados bajo la Ley 7.200, se mantuvieron en $6 centavos desde el 2002 hasta el 2012, cuando aumentaron a $6.45 centavos, por lo que su impacto en los costos del ICE no fue significativo.

Barrantes coincide con parte de esta visión. “En el caso de los BOT, los fideicomisos son financiamiento rápido que se hizo fuera de balance y tiene su costo, pues los inversionistas de los proyectos buscan un repago acelerado de esa inversión”, explicó .

Empresarios piden eficiencia

Ante ese panorama, el sector empresarial levanta la voz.

Carlos Montenegro, subdirector ejecutivo de la Cámara de Industrias (CICR), alega que pese a que el ICE usa en menor medida las plantas móviles que consumen diesel para generar energía, los precios no han dismuido.

“Garabito (quema bunker ) sustituyó esas otras plantas pero, al financiarse a través de un fideicomiso, impacta las tarifas igual que un alquiler de unos $60 millones anuales”, sostuvo el vocero, quien reclamó que los costos de la electricidad no disminuyeron, pese la baja del petróleo.

Montenegro considera que la generación térmica se convirtió en un colchón para el ICE, lo cual le permite elevar otros costos por encima de la inflación.

Es por esto que la voz empresarial urge a la Aresep para introducir en el modelo tarifario criterios de eficiencia operativa para el ICE.

¿Caerá la flecha en el 2013?

Desde la autónoma argumentan que la eficiencia atraviesa transversalmente la generación de electricidad, aspecto que ha mejorado en los últimos años.

Javier Orozco, de la Dirección de Planificación Eléctrica del ICE, afirmó que la entrada en funcionamiento de la planta Garabito permitió en el 2012 un ahorro del 8% en la factura de combustible, pese a haber generado un 29% más de electricidad con respecto al 2010.

Orozco agregó que para los próximos 10 años, los planes del ICE son depender menos de los combustibles

Según estimaciones de la CICR, para noviembre pasado el ICE gastó ¢70 mil millones en hidrocarburos. Los industriales calculan que este año se invertirán cerca de ¢82 mil millones.

CVC, nuevo elemento

Francisco Garro, encargado de la gestión tarifaria del ICE, espera que el precio de la electricidad disminuya durante este año con la metodología de Cargo Variable por Combustible (CVC), que revisará el costo cada tres meses, con la expectativa de que las tarifas disminuyan en la época de invierno, en el tercer y cuarto trimestre, cuando aumentan las lluvias y la generación hidroeléctrica se potencia.

Garro agregó que otra medida esperanzadora es la importación de electricidad hasta por ¢6.000 millones, lo cual disminuirá la dependencia de la generación térmica y, por lo tanto, la tarifa.

El ICE afirma que el CVC permitirá transparentar la fijación de las costos de la electricidad.

A los consumidores no les queda más alternativa que esperar a la próxima fijación tarifaria para comprobar esa afirmación.