Cuatro gráficos que explican la precariedad del mercado laboral en Costa Rica

La más reciente Encuesta Continua de Empleo también mostró que la tasa de desempleo fue de 12,0% y registró un aumento significativo de 2,7 puntos porcentuales con respecto al mismo trimestre del 2017

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Los más recientes datos del mercado laboral costarricenses medidos por la Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) revelan su fragilidad.

En general las noticias no son buenas. La tasa de desempleo aumentó dos puntos porcentuales a 12%, un incremento significativo con respecto al registro de 9,3% del cuarto trimestre del 2017.

También creció la tasa de ocupación, es decir e porcentaje de personas con trabajo. De su mano creció la cantidad de personas que trabaja en condiciones de informalidad.

¿Cómo pueden aumentar tanto la tasa de desempleo como la tasa de ocupación? Las claves para explicar esto es el tamaño de la fuerza de trabajo y de la población en edad de trabajar.

Fuerza de trabajo

La fuerza de trabajo es el conjunto de personas de 15 años o más que durante el período en estudio participaron en la producción de bienes y servicios o estaban dispuestas a hacerlo.

Para el cuarto trimestre del 2018 la fuerza de trabajo en Costa Rica estuvo compuesta por 2,46 millones de personas y aumentó significativamente en 259.000 personas con respecto al mismo periodo del 2017, según la más reciente Encuesta Continua de Empleo (ECE) del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC).

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La tasa de desempleo se obtiene cuando se divide el total de la población desempleada entre el número de personas que conforman la fuerza de trabajo.

Tasa de ocupación

La tasa de ocupación es la relación entre las personas que tenían trabajo o trabajaron en la semana de referencia y las que tenían edad para trabajar (más de 15 años).

La población ocupada en el cuarto trimestre de 2018 fue de 2,17 millones de personas, lo que implica, cerca de 170.000 ocupados más con relación al mismo trimestre del año anterior.

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Las personas ocupadas con un empleo informal aumentó 3,8 puntos porcentuales, principalmente por las mujeres que se encuentran en la informalidad y los trabajadores independientes.

En números absolutos, de la población ocupada 504.000 trabajadores dependientes –que trabajaban para empleador, empresa o institución– tenían un empleo informal, cifra que representa el 30,5% del total de dependientes.

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Insatisfacción

Otro aspecto que ha ido en aumento es la tasa de presión general. Esta mide la presión que ejerce sobre el mercado laboral, la población desempleada en conjunto con la población ocupada que busca cambiar de trabajo de manera activa. Es decir, todas las personas que tratan de conseguir un nuevo empleo.

Para el último trimestre del 2018 la presión general sobre el mercado alcanzó el 19,6 %. En comparación con el mismo período del 2017 aumentó 3,6 puntos porcentuales.

Uno de los motivos de este crecimiento es el aumento particular de la población ocupada que busca cambiar de trabajo. Pasaron de 148.000 personas en 2017 a 188.000 en el 2018.

Este incremento en la tasa está reflejado en ambos sexos. En el caso de los hombres el indicador se movió de 15 % a 18,3 % y en las mujeres cerró en 21,6 % creciendo más de tres puntos respecto al 2017.

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