El desempleo afectó al 22% de la fuerza laboral de Costa Rica en el tercer trimestre natural del año, comprendido entre julio y setiembre. Esto se traduce en un aumento de 242.129 personas sin trabajo con respecto a un año atrás.
Los datos se desprenden de la Encuesta Continua de Empleo (ECE) de tercer trimestre del 2020, publicada la mañana de este jueves por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
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Entre julio y setiembre del 2019 la cantidad de personas sin trabajo era de 278.108, mientras que para este año la cifra creció un 87% hasta llegar a 520.237 desempleados.
La tasa de desempleo es el porcentaje de la población que no tiene una labor remunerada con respecto a la fuerza de trabajo, este segundo indicador es el conjunto de personas de 15 años o más que durante el periodo de referencia (tercer trimestre natural) participó en la producción de bienes y servicios en la economía, o bien, quienes estaban dispuestos a hacerlo.
El resultado de la medición muestra que la tasa de desempleo creció 10,6 puntos porcentuales con respecto al nivel mostrado hace un año. Mientras que refleja una leve reducción de 2 puntos porcentuales en relación con el 24% registrado en el segundo trimestre natural del 2020 (abril, mayo y junio).
El desempleo para los hombres fue del 17,4% y para las mujeres del 29%. En ambos casos evidenció incrementos estadísticamente significativos en la comparación interanual.
Los desempleados en zona urbana se estimaron en 407.000, un aumento de 198.000 con respecto al 2019. Para la zona rural la cifra fue de 114.000 personas, es decir, 44.000 más en la comparación interanual.
La tasa de desempleo urbana fue del 22,8% (11,4 puntos porcentuales de crecimiento) y la rural del 19,5% (8,2 puntos porcentuales de aumento).
¿Quiénes son los más afectados?
La encuesta ofrece algunas luces sobre el perfil de quienes se sumaron al desempleo en el último año:
🡆 Por falta de clientes o cierre de empresas (37,3%).
🡆 Porque finalizaron contratos laborales, trabajos ocasionales o por recorte y reestructuración del personal (22,1%).
🡆 Por otras razones de mercado relacionadas con la pandemia (50,1%).
🡆 Se trata de personas de entre 35 y 44 años (24,8%).
🡆 Casi siete de cada diez personas que perdieron su trabajo tenían secundaria completa o menos, pero el aumento del desempleo se dio en todos los niveles educativos.
🡆 68% tiene menos de seis meses de estar buscando una oportunidad laboral en el mercado.
Actividad económica
La caída en la ocupación está asociada a los sectores de comercio y servicios (243.000 personas).
Este grupo se desagrega en:
🡆 59.000 personas de hogares como empleadores.
🡆 57.000 personas de comercio y reparación.
🡆 32.000 personas de hoteles y restaurantes.
🡆 24.000 personas de transporte y almacenamiento.
Mientras que en el sector secundario (agricultura, pesca, minas, canteras y manufactura) se perdieron 72.000 empleos, sobre todo en manufactura donde el recorte fue de 37.000 plazas y en construcción donde se contabilizó una caída de 35.000 puestos.
Para el tercer trimestre se reportaron cerca 822.000 personas con empleo formal (44,5%), una caída de 178.000 plazas con respecto al año pasado.
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280.000 personas en formalidad eran mujeres, la cifra muestra una contracción de 124.000 posiciones laborales en ese grupo, por lo que la pérdida de empleo afecta más al mercado femenino.
En tanto, 350.000 trabajaban para un empleador o empresa de manera informal, lo que representa el 26,2% del total de dependientes.
Impacto de la pandemia
El INEC incorporó en su Encuesta Continua de Empleo un apartado especial de preguntas para comprender el golpe de la COVID-19 en el mercado laboral.
A setiembre, 1,02 millones de trabajadores (el 43,1% de la fuerza laboral) dijo haber sufrido alguna incidencia por el efecto de la crisis del coronavirus. 58,9% son hombres y 41,1% mujeres.
La porción de asalariados con afectación por la crisis fue del 15,3% de la población ocupada (283.000 personas). Para los independientes fue del 13,1% (242.000 personas).
Uno de los datos más reveladores de la medición del INEC es el importante crecimiento en la cantidad de empleados que hacen teletrabajo, la cifra aumentó de 22.000 en setiembre de 2019 a 283.000 un año después.
48,3% son hombres y 51,7% son mujeres, la mayoría se desarrolla en ocupaciones profesionales, técnicos y personal de apoyo administrativo.
265.000 asalariados iniciaron labores remotas o aumentaron los días de teletrabajo por la emergencia sanitaria, lo que representa el 20,4% de los empleados formales.
El 52,5% de los informales logró reabrir su negocio o actividad durante la pandemia y el 47,5% se vio afectado por suspensiones o cierres de su actividad.
La fuerza de trabajo nacional se reportó en 2,37 millones de personas con una disminución de 74.000 empleados, lo que representa una variación significativa a nivel estadístico.
Al mismo tiempo la población ocupada fue de 1,85 millones, compuesta por 1,19 millones de hombres y 661.000 mujeres. Una reducción de 317.000 personas que también es estadísticamente significativa.