El Gobierno declaró a partir de este martes estado de emergencia nacional por sequía en 11 cantones de la provincia de Guanacaste, cinco de Puntarenas y tres de Alajuela, como consecuencia del fenómeno de El Niño.
El decreto, firmado la tarde de este martes por el presidente Luis Guillermo Solís, asegura que la medida responde al alto impacto generado por el fenómeno en la Vertiente del Pacífico y en el Valle Central, y ante la posibilidad de que las condiciones continúen durante el primer trimestre del 2015.
El Niño es un fenómeno que se presenta por un aumento de las temperaturas en el Pacífico ecuatorial. Su efecto es de sequía en la faja costera del Pacífico y de un aumento de las lluvias en la región del Caribe.
Iván Brenes, presidente de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE), explicó durante conferencia de prensa que a partir de la declaratoria se buscarán los fondos necesarios entre las instituciones del Estado para atacar la problemática.
"No hay claridad de la cantidad de recursos con los que vamos a disponer. A partir de ahora se 'pasará el sombrero' por las instituciones para iniciar con la búsqueda de los fondos", comentó Brenes.
La declaratoria es el resultado final de una serie de medidas adoptadas por el Gobierno y la institución para apaciguar las consecuencias de El Niño. Algunas de ellas son la declaración de Alerta Amarilla a mediados del presente año y la integración de una Comisión de Alto Nivel analizar la problemática.
Pese a que el país experimentó un breve aumento en la cantidad y distribución de la lluvia durante los meses de setiembre y octubre en Guanacaste, el Instituto Meteorológico Nacional (IMN) informó de que se pronostica un retorno a las condiciones de El Niño en los primeros meses del 2015, lo cual generará una mayor vulnerabilidad en las regiones que presentaron déficit de precipitaciones.
Como parte de las primeras acciones luego del anuncio de este martes, la CNE realizará talleres de planeamiento en Guanacaste y Puntarenas para identificar y priorizar las necesidades, así como afinar los mecanismos de coordinación regional y local, para atender problemas como la alimentación y la salud animal, el abastecimiento de agua para el consumo humano y animal, el control de incendios forestales, el uso racional de pozos y la atención humanitaria a los productores agrícolas que han tenido pérdidas.
En números
Datos proporcionados por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) detallan que solo el sector agropecuario registra pérdidas por cerca de ¢14.000 millones a causa del fenómeno. De ese total, ¢9.000 millones corresponde al sector agropecuario y ¢5.000 en el pecuario.
En la costa del Pacífico, el MAG había mostrado datos preliminares en donde la condición de sequía generó pérdidas en ganadería, granos básicos (arroz, maíz), caña de azúcar, frutas (sandía y naranja), leche, ganadería de carne y miel de abeja. Además, se determinó una baja en el peso del ganado.
En julio pasado, Juan Carlos Fallas, director del Instituto Meteorológico, ejemplificó que cayeron solo dos litros de lluvia por metro cuadrado (m²) en la provincia de Guanacaste, cuando se esperaban 155 litros por m².
Las autoridades (IMN y Comisión Nacional) también habían pronosticado que, por culpa de la sequía, la temporada de incendios forestales sería más dura. Incluso, hasta podría adelantarse para diciembre.