El coqueteo político entre Nueva República y Albino Vargas

Todavía no hay fecha, pero Fabricio Alvarado confirmó días atrás que se reunirá con el líder de la ANEP en momentos de clara división entre el Gobierno y los sindicatos

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Atrás quedó el cuatrienio de relaciones cercanas y estrechas entre el Gobierno y los sindicatos, una huelga de 71 días puso fin a la armonía cosechada por la administración de Luis Guillermo Solís. Es claro, Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) critica con vehemencia cada acción que nace del bloque de diputados pro reforma fiscal o que se gesta en Casa Presidencial.

Es importante aclarar dos cosas. Vargas es líder de un grupo sindical relativamente pequeño en comparación con los de educadores y los empleados de la salud. También es necesario decir que el Secretario General de ANEP no representa a todos los sindicatos del país.

La discusión de la reforma fiscal, aprobada en primer debate el pasado 5 de octubre, permitió, primero a los diputados del Partido Restauración Nacional (PRN) y ahora también a los del incipiente proyecto político Nueva República, enviar señales de acercamiento afines a los sindicatos y al grupo que lidera Vargas.

Con este escenario, Fabricio Alvarado se reunirá este martes con el presidente de la República, Carlos Alvarado, a las 7:00 p.m. El líder de Nueva República también agendará un encuentro con Albino Vargas, en una fecha por definir.

Las primeras señales

Cuando todavía eran la segunda fracción más numerosa del Congreso, los 14 diputados de Restauración Nacional salieron del plenario para conversar con huelguistas, el pasado 17 de setiembre. Los legisladores pentecostales dijeron a los manifestantes que estaban con ellos y que se opondrían al Impuesto al Valor Agregado (IVA) y a los recortes en el pago de pluses de los salarios públicos.

En ese momento ningún liderazgo sindical se manifestó a favor del acto de recibimiento que consumaron los diputados restauradores. Hubo silencio, pero el PRN envió su primera señal de coqueteo.

Vargas lleva varias semanas de criticar, en Twitter, a diputados de los Partidos Liberación Nacional (PLN), Partido Acción Ciudadana (PAC) y Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), quienes apoyan la reforma fiscal. Por la misma vía de la red social, el líder de la ANEP le ha pedido cosas directamente a los legisladores del ahora autodenominado grupo Nueva República, afines a Fabricio Alvarado.

El 22 de octubre, en un Tuit, Vargas hizo una “respetuosísima exhortación” a los congresistas Ignacio Alpízar, Harllan Hoepelman y Giovanni Gómez, los primeros dos entonces del PRN y ahora de Nueva República, para que firmaran la consulta legislativa que envió un grupo de diputados sobre el procedimiento de aprobación de la reforma fiscal.

Un día después, el 23 de octubre, Fabricio Alvarado anunció su salida del PRN junto con ocho legisladores que conformaron un bloque de independientes bajo el liderazgo del excandidato presidencial y cantante evangélico.

Para el 25 de octubre, tras la división del PRN, Vargas nuevamente le habló directo a un diputado, ahora de Nueva República. Su mensaje fue de apoyo y solidaridad al congresista Hoepelman quien recibió críticas por dar su firma para la consulta facultativa de la reforma fiscal que envió un grupo de legisladores a la Sala Constitucional.

El acercamiento

El 5 de noviembre, Fabricio Alvarado confirmó que se reunirá con Albino Vargas luego de que el propio líder sindical solicitara el encuentro con el excandidato presidencial.

Alvarado aclaró que todavía no tiene fecha definida para la reunión con Vargas, con quien comparten —en Nueva República— una oposición a la reforma fiscal.

De acuerdo con el líder de Nueva República, los ocho diputados que le acompañan como “fracción”, le manifestaron que mantendrán su posición negativa contra el proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.

Lo cierto es que el propio líder de los ocho independientes tampoco cerró la posibilidad de que cada uno decida cómo quiere votar en los diferentes proyectos de ley, ya que la imposición de posturas políticas fue uno de los puntos que generó fricciones cuando estuvieron en las filas de Restauración Nacional.

En otra discusión, Carlos Ricardo Benavides, jefe de bancada del PLN, promueve un proyecto de ley para facilitar la aplicación de castigos a quienes participen en huelgas ilegales y para aquellas personas que cometan abusos como bloqueos de calles o sabotaje de instalaciones públicas.

La iniciativa de Benavides levantó una firme oposición de Albino Vargas quien rechaza estos cambios a la Reforma Procesal Laboral.

El pasado jueves 15 de noviembre, la agrupación Nueva República anunció, mediante un comunicado, otra posición coincidente con la agenda de Vargas. Los ocho legisladores cercanos a Alvarado se oponen a la aprobación de una vía rápida para modificar las reglas de las huelgas en Costa Rica.

“Siempre debe prevalecer el equilibrio y la confianza en todas las nuevas legislaciones, por lo cual creemos que la discusión de este tema en particular debe ser reposada y abierta para así garantizar el resguardo de los derechos de las cuatro poblaciones clave: sindicatos, patronos, jueces y la población en general”, señaló el proyecto político de Alvarado.

No se puede obviar que la administración Solís Rivera cultivó un buen ambiente con los sindicatos cuando revivió la Reforma Procesal Laboral, vetada por Laura Chinchilla y que ahora Carlos Alvarado pide revisar.

El 12 de diciembre del 2014, los sindicatos —cercanos al gobierno de Solís— celebraron la decisión del Ejecutivo y aplaudieron que la Reforma Procesal Laboral siguiera su camino para convertirse en ley de la República.

Es difícil olvidar el episodio de compadrazgo que se suscitó antes de esa conferencia de prensa, cuando Albino Vargas, secretario general de la Asociación Nacional de Empleados Públicos (ANEP) olvidó que los micrófonos estaban abiertos y leyó a otros sindicalistas supuestos mensajes de texto de celebración que le envió Mariano Figueres, entonces director de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS).

“Mariano Figueres manda a decir: ‘Ya, ¡salud!’”, comentó Vargas a sus acompañantes.

En la escena, Vargas también mencionó un mensaje de texto enviado por Melvin Jiménez, ministro de la Presidencia de Solís, aunque esta comunicación nunca se confirmó.

La cercanía del gobierno de Solís con los sindicatos se reflejó en una reducción, sin precedentes, de la protesta social en el país durante su administración, así consta en los registros del Informe Estado de la Nación 2018.