El PLN se desnuda y deja ver divisiones

Falta de liderazgo falsea estabilidad otra vez

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Hacia afuera, el discurso de los diputados del Partido Liberación Nacional (PLN) es de unión en torno a las mismas causas.

Pero, con la caída de la primera gota de ácido, esa retórica se disuelve y deja al desnudo las divisiones que esconden celosamente los oficialistas.

La semana pasada el elemento que sublimó la unión entre los diputados de gobierno fue el debate del proyecto para disminuir los impuestos territoriales que pagan los agricultores.

El rompimiento fue claro entre aquellos legisladores de vena municipalista representados por el jefe de fracción, Fabio Molina, y la subjefa, Siany Villalobos, opuestos al plan, y el resto de sus compañeros, más preocupados por los productores.

La situación llegó al punto de ebullición cuando Molina amenazó con renunciar a la jefatura, al ver que no pudo imponer su punto de vista.

Empero, no es la primera vez que el PLN se desviste y deja ver su ambiente interno.

La mezcla equivocada

Las imposiciones han demostrado ser un medio en el que los diputados oficialistas no sobreviven en paz.

Sucedió en el pasado reciente, cuando la exdiputada Viviana Martín fue designada por la presidenta Laura Chinchilla para un segundo periodo como jefa de fracción, en contra del criterio de la mayoría de la bancada verdiblanca.

Falta de liderazgo, errores en la negociación política y pérdida de confianza de parte de sus compañeros fueron los principios del caos que vivió la abogada.

Martín se vio obligada a renunciar tan solo una semana después de haber iniciado ese segundo mandato, con lo cual la fracción respiró con holgura tras ganarle el pulso a Chinchilla.

Hoy las vendas caen de nueva cuenta y en la piel de los liberacionistas se ve una herida similar.

Vacío se mantiene

A tres meses de haber asumido la jefatura, Fabio Molina está inestable en ese puesto.

El elemento que volatiza la mezcla es el mismo: una minoría, Molina y Villalobos, intentando imponerle su posición a la mayoría de compañeros. Así, una ruta que se probó equivocada amenaza de nuevo la continuidad de la jerarquía oficialista.

Empero, el Gobierno corrió a levantar el paño del piso y trató de tapar las divergencias con un pronunciamiento público de la fracción y de la presidenta Chinchilla en respaldo a la continuidad de Molina al frente del grupo.

Pero la movida ocurrió tarde y permitió ver las inflamaciones que tienen incómodos a los liberacionistas.

Entre estos males están la tardanza de Casa Presidencial en poner compresas para disminuir la hinchazón política, causada por los roces entre Molina y el resto de la bancada.

La falta de aptitud del propio diputado vocero para entablar una negociación con sus compañeros y con Zapote, que cierra filas a favor del plan agrícola, también figura entre los malos síntomas verdiblancos.

Consecuencias

El contexto pone a la fracción de Gobierno en una encrucijada electoral, pensando en los próximas comicios del 2014.

O siguen a Molina y arriesgan el caudal de votos nada despreciable que puede venir de parte del sector agrícola, o votan a favor del proyecto, menguando el apoyo, tampoco pequeño, que el partido puede recibir de parte de los alcaldes durante la próxima campaña política, palanca que ha utilizado el PLN en el pasado para empezar a ganar elecciones presidenciales desde antes de la víspera.

En el ambiente también queda el hedor a contradicción en el tema fiscal pues, mientras Hacienda eleva un grito lastimero por más recursos para tapar el déficit fiscal, los diputados y Casa Presidencial impulsan un plan de ley que disminuirá, en cuantía que aún no se calcula, los recursos que ingresan a los municipios.

Con un liderazgo en bancarrota, el Gobierno hipotecó más el futuro de su ambiciosa agenda para los próximos 14 meses.

Verdad sin ropajes

El PLN ha dejado a la vista varios males que aquejan a su bancada:

Falta de liderazgo: Imposiciones fallidas de Zapote y la jefatura revelan pérdida de manejo de la fracción oficialista, inclinada a no seguir líneas.

Competencia de tendencias: La fracción tiene un ojo puesto en los mandatos de otros líderes del partido que no están en el gobierno.

Diferencias de proveniencia: Temas como el agrícola parten al grupo con claridad en bandos, el de diputados “príncipes” y los de zona rural.

Fuente Consultas EF.