San Salvador, El Salvador — Una cuarta parte de las mujeres que trabajan han enfrentado violencia en su empleo, siendo el acoso laboral, acoso sexual, gritos y humillaciones las agresiones más frecuentes, revela un estudio de la Organización de Mujeres Salvadoreñas por la Paz (Ormusa).
La organización presentó ayer el estudio Percepción de la violencia laboral contra las mujeres en los sectores público y privado en El Salvador. Los resultados arrojaron que el 57% de las mujeres encuestadas reportaron haber sido víctimas de discriminación y humillaciones por diversas causas en sus centros de trabajo.
Además, 12 de cada 100 dijo haber enfrentado violencia durante el proceso de contratación, específicamente acoso sexual a cambio de obtener la plaza.
“Esto hace evidente que la violencia laboral está en el mundo del trabajo”, valoró Carmen Urquilla, coordinadora del programa Justicia Laboral y Económica de Ormusa.
El estudio detalla que las personas embarazadas también sufren violencia por su condición: 23 de cada 100 ha enfrentado discriminación o humillaciones en los centros de trabajo, lo que constituye una expresión de violencia psicológica y emocional.
En el mismo sentido, cuatro de cada 100 personas entrevistadas fueron despedidas durante su etapa de embarazo y lactancia, algo que viola las normativas laborales y la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las mujeres.
Pocas denuncias
El documento refleja que el número de personas que denuncia ante las instituciones correspondientes es reducido. Solo el 15 % de la población encuestada ha interpuesto una demanda por violencia y discriminación laboral, mientras que el 85 % no lo hizo.
Uno de los factores que desalienta la denuncia es la falta de atención adecuada en las instancias aplicadoras de justicia laboral. De 153 personas que presentan avisos o demandas, sólo el 3.9 % reporta que recibió atención adecuada.
Ante los datos que reflejan diversos tipos de violencia contra las mujeres y una baja cifra de demandas en estos casos, Ormusa recomendó a las instituciones garantes de derechos laborales garantizar un servicio de calidad con cobertura, celeridad y calidez humana. Además, recomendaron que los mecanismos institucionales existentes y las dependencias pertinentes, sean más eficientes.
Para el informe entrevistaron a 1.021 personas, de las cuales 1.007 se identificaron como mujeres, seis como mujeres trans, uno como hombre trans y siete como no binarias. Los rangos de edad oscilan entre los 18 y los 60 años. El estudio se realizó durante los últimos tres meses del 2020.
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