Elección del Directorio: calma tras la tormenta aún lejana para el PLN

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Desde semanas antes de este 1 de mayo se conocía que el Directorio Legislativo sería dominado por el Partido Liberación Nacional (PLN) ante la desarticulación que enfrentan las fracciones de oposición, sin margen ni siquiera para haber pensado aguarle la fiesta al oficialismo.

La sorpresa de esta elección legislativa la puso la escogencia de Luis Fernando Mendoza como el candidato liberacionista a la Presidencia, sobre figuras más conocidas en el PLN, como Luis Gerardo Villanueva y Siany Villalobos.

Poco conocido en la política nacional, Mendoza se adjudicó el puesto gracias a su cercanía con la presidenta Laura Chinchilla, urgida de mayor capacidad de maniobra en un Congreso que le ha dado la espalda.

Aclarado el panorama de la Presidencia, los demás puestos del Directorio quedaron sujetos al PLN y sus socios sin mayores problemas.

La vicepresidencia pertenece ahora a Carlos Avendaño quien, junto con Justo Orozco, primer secretario suplente, son los socios más incondicionales del oficialismo.

En cuanto a los puestos permanentes, la primera secretaría en manos del diputado Martín Monestel de Accesibilidad Sin Exclusión (PASE) una reedición limitada de una sociedad con Casa Presidencial, que parecía morir con la no reelección de Víctor Granados en la Presidencia Legislativa. Sin embargo, el PASE pasó de tres puestos, Presidencia incluida, a solo uno. Humillante degradación que aceptan por pragmatismo.

La segunda secretaría es de Annie Saborío, diputada del PLN afín al candidato Johnny Araya. Saborío en algún momento sonó con fuerza para la jefatura de fracción oficialista, por lo que el puesto otorgado parece una señal de paz dentro de la bancada verdiblanca, o al menos, una obligada concesión.

La segunda prosecretaría también es oficialista. La desempeñará Elibeth Venegas.

Pero el control del Directorio no implica el retorno de la paz tras la tormenta que vivió la fracción oficialista y el Gobierno gracias a la indecisión para escoger al candidato a la presidencia.

La conformación del Directorio que presidirá Mendoza revela que el oficialismo, si bien se fortalece al lograr control directo, sigue dependiendo de votos ajenos para sacar avante la tarea legislativa.

Así el PASE y los dos diputados evangélicos se convierten en fundamentales para que el oficialismo al menos cuente con mayoría simple para aprobar la mayoría de las leyes que se tramitarán en este período.

El presidente Mendoza y el vicepresidente Avendaño afirmaron que se abocarán a la búsqueda de consensos para impulsar los temas.

Ese esfuerzo podría resultar desgastante en un año electoral al que las bancadas mayoritarias de oposición, Acción Ciudadana (PAC) y el Movimiento Libertario, llegan con la consigna de aplicar el control político extremo como herramienta para ganar respaldos electorales.

Será difícil para el Gobierno negociar votos con esas fracciones, especialmente con los libertarios, una bancada de 9 miembros donde, prácticamente, cada uno actúa de manera autónoma, como quedó comprobado este 1 de mayo.

Así es como el gane del Directorio no lo será todo para el PLN en este último año de gobierno de Laura Chinchilla.

Si la fracción verdiblanca y Casa Presidencial desean navegar en paz durante el cierre del actual período, deberán saber cuándo ceder a los embates del vendaval en que podría convertirse la oposición al tramitarse proyectos claves y polémicos.

A lo interno de la bancada del PLN tampoco se vislumbra una paz duradera. Ese partido, actualmente el mejor posicionado en encuestas electorales, está por entrar en la caliente lucha por las candidaturas a las diputaciones para el período 2014-2018.

En ese escenario podrían repercutir los resentimientos que dejó la elección del 1 de mayo en la Asamblea, dado el liderazgo que ejercen sobre la Asamblea Nacional verdiblanca legisladores que resultaron derrotados, como Luis Gerardo Villanueva.