Elección del Directorio en Asamblea pinta a verde, ante una oposición que se enfría

Panorama político actual facilitaría que el Directorio quede en manos de liberacionistas. Es la lucha dentro de esa bancada la que calienta previo a la elección.

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Es el estira y encoge dentro de la fracción del Partido Liberación Nacional (PLN) por la candidatura a la presidencia de la Asamblea el único elemento que calienta las semanas previas a la elección del nuevo Directorio de la Asamblea Legislativa, el próximo 1 de mayo.

Todo lo demás sigue frío. Las posibilidades de una nueva alianza en la oposición para golpear al Gobierno, o el surgimiento de otros candidatos a la presidencia de la Asamblea con posibilidades reales de triunfo, se congelan cada vez más.

El panorama podría quedar así. Los partidos de oposición, acaso entretenidos con sus procesos de renovación de estructuras internas, camino a la nueva campaña política, miran de reojo lo que suceda en Cuesta de Moras.

Todo apunta a que el venidero será un 1 de mayo verdiblanco en todos sus extremos, con una una bancada oficialista con 26 votos seguros (24 propios y dos de sus aliados evangélicos) más aquellos que podrían sumarle otros grupos como la Unidad (PUSC), donde las líneas de partido han resultado casi un imposible.

El peso de los liderazgos externos

En ese panorama es difícil pensar que el actual presidente de la Asamblea, Víctor Granados, del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), logre su reelección. Su pacto con el PLN y con Casa Presidencial quedó debilitado tras una Presidencia afectada por decisiones polémicas y ante las aspiraciones de los verdiblancos Luis Gerardo Villanueva y Siany Villalobos.

La intención de Granados podría resucitar si la presidenta Laura Chinchilla lo acogiera de nuevo para controlar indirectamente el Parlamento. No se debe olvidar que fue el pacto PASE-PLN el que le devolvió al Gobierno la tranquilidad de controlar el Directorio. Hasta hoy no ha habido ningún pronunciamiento de parte de Chinchilla.

Pero este año es atípico y el candidato presidencial del PLN, Johnny Araya es otro actor con igual o mayor peso que Chinchilla en la fracción del PLN.

Si Araya ya asumió el control del partido, el bendecido sería Villanueva, quien fue uno de los 5 diputados que primero matriculó su apoyo con el alcalde.

Existe otra circunstancia y es la conflictiva relación que se le atribuye a Villanueva con el resto de la fracción, especialmente con aquellos que se habían declarado aristas. La eventual elección de Siany Villalobos podría representar una declaración vigorosa de la bancada, en contraste con la organización arayista.

También se menciona que el posible surgimiento de Villanueva como candidato sería un elemento que facilitaría a la oposición unirse de nuevo, con tal de evitar que regrese a la presidencia, en una especia de castigo por decisiones que el diputado cartaginés tomó durante la legislatura 2010-2011, cuando presidió el Directorio.

A esta fecha no se puede descartar un acuerdo entre Chinchilla y Araya que favorezca a Villanueva, quien se ha autodefinido como cercano a la mandataria.

Pero ese y otros cálculos se quedarán para el último minuto. Los oficialistas ya anunciaron que será hasta finales de abril cuando anunciarán su decisión. En un panorama tan complicado es de suponer que harán falta muchas reuniones que marquen un 1 de mayo con múltiples actores, pero con un solo color, el verdiblanco.