Elecciones legislativas, el inicio del 2018

Votos en blanco llevan a Antonio Álvarez Desanti a la presidencia legislativa

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La sala de sesiones de la Unidad Social Cristiana (PUSC) es la olla en que se cocina, a fuego lento, el nombre del próximo presidente de la Asamblea Legislativa, Antonio Álvarez Desanti.

A las 9:30 a. m. de este 1° de mayo, las ocho fichas rojiazules que se encuentran deliberando allí dentro son determinantes no solo para la elección del presidente legislativo, sino para el éxito que comienza a ambicionar su partido con miras hacia la campaña electoral del 2018.

Falta poco y falta mucho para llegar a esa fecha, pero en un año preelectoral como este, la estrategia es la reina para partidos como el PUSC, que ha dejado claro su discurso anti paquete fiscal y pro recortes al gasto.

También para Liberación Nacional (PLN), que sabe que necesita protagonismo en la Asamblea y, probablemente, aprobar impuestos si quiere iniciar con el pie derecho un posible gobierno verdiblanco.

En el plenario, la sesión del 1° de mayo inició hace media hora con un receso de 45 minutos que necesarios para negociar.

“No queremos negociar puestos (en el directorio legislativo), sino agenda”, insisten los diputados de la Unidad cada vez que alguno asoma su nariz fuera del recinto, consciente de lo importante que será su voto la sesión de hoy.

En el mundo exterior, los periodistas y fotógrafos especulamos, sudamos y tomamos café amargo. Hay pocas certezas pero se sabe con seguridad que de allí saldrá alguna respuesta a todas nuestras preguntas.

¿Y el PAC?

Con eso en mente, otros pretendientes buscan conquistar a la fracción. El Partido Acción Ciudadana (PAC) también lo intentó, cuenta su candidata de consenso Emilia Molina en los pasillos legislativos. Mientras tanto, ella conversa con las diputadas para que dejen que su voto se guíe por su condición de género y no por sus alianzas partidarias.

Luego de dos recesos, Acción Ciudadana todavía tiene alguna esperanza de que Molina reciba los suficientes votos para llegar hasta la tercera ronda.

El cálculo es más o menos el mismo para el PAC y para el PLN: si el PUSC presenta su propia candidatura, no habrá forma de que ninguno de los tres alcance los 29 votos necesarios para asir la presidencia. A la tercera ronda llegarán el PLN (con el apoyo de los diputados cristianos, Accesibilidad sin Exclusión y el Movimiento Libertario) y el PAC (con el Frente Amplio y algún otro disidente).

Sin embargo, la carta fundamental para eliminar todas las esperanzas de Acción Ciudadana llega al medio día, cuando el PUSC anuncia su “feliz” resultado:

De cara a la próxima legislatura, dicen, no les importan los puestos. Lo que les importa es la agenda legislativa y ya han logrado que el PLN, el ML y los otros minoritarios impulsen una agenda en común que incluye proyectos de recorte al gasto, pensiones y un compromiso para no impulsar la vía rápida en proyectos fiscales, al menos hasta que los documentos de gasto hayan recibido primer debate.

Como no les importa negociar puestos, dicen, irán con Rosibel Ramos como su propia candidata a presidenta del directorio legislativo. Una movida que pareciera más enfocada en el 2018 que en la siguiente legislatura, estima el analista político Gustavo Araya.

“Muestran mucho cálculo electoral, juegan a ser la oposición”, concluye Araya.

¿Pero de qué le sirve al PLN un acuerdo como este?

Aunque el compromiso no está escrito, los ocho votos del PUSC irán en blanco para la tercera ronda, a la que Ramos no tiene oportunidad de llegar. Sería un apoyo tácito para que el PLN quede en el poder.

La sesión reinicia por fin, a las 2 de la tarde, con la primera ronda de votaciones que resulta favorable a Antonio Álvarez Desanti pero insuficiente para elegirlo como presidente. Desde ahora, el PAC queda prácticamente descartado, pues solo suma 21 votos a favor de Emilia Molina. Una vez más, el oficialismo solo ha logrado los votos del Frente Amplio.

Le sigue una ronda más y una tercera. Los ocho votos en blanco se suman a los 26 de Álvarez Desanti y él, presidente de la Asamblea cuando nació el último plan fiscal hace 20 años, regresa con la misma tarea a la curul presidencial, ahora con las manos más atadas por el compromiso de evitar la vía rápida para proyectos fiscales.

El ahora presidente del Congreso insiste en que esta será la cereza del pastel que marcará el fin de su carrera política activa. “Si la presidencia de la Asamblea se convierte en una precandidatura, va a colapsar”, dice. Su sonrisa no coincide con su frase “En ningún momento aspiré a ser presidente de esta Asamblea”, pero si el país logra avanzar hacia una estabilidad fiscal mayor en el próximo año, su partido sumará puntos hacia el 2018.