El ingreso total de remesas en Centroamérica aumentó un 5,4% el año pasado, hasta los $14.871 millones. Esta cifra contrasta con los flujos hacia México y Sudamérica, cuya recepción de estos recursos disminuyó en un 3,8% y un 1,5% respectivamente.
De acuerdo con el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin), los países centroamericanos fueron los primeros en mostrar señales de recuperación después de la crisis financiera internacional. En aquella época la región mostró una caída interanual del -9%, en el 2009.
"Posteriormente (la región) retomó tasas de crecimiento anuales similares a las vistas antes de la crisis y que prevalecieron incluso en el último año", señala el Fomin, en el informe Las Remesas a América Latina y el Caribe 2013.
El ingreso por remesas en Centroamérica proviene casi en su totalidad de los Estados Unidos, pero en contraste con México, los países de la región han mantenido un flujo migratorio positivo hacia la principal economía norteamericana.
Panamá fue el país que experimentó un mayor crecimiento interanual de sus remesas (9,2%). En orden descendente fue seguido por Honduras (7,8%), Belice (7,1%), Guatemala (6,7%), Costa Rica (6,5%), Nicaragua (4,3%) y El Salvador (1,5%)-.
Particularmente el ingreso regional registrado en el último trimestre del 2013, de un 8,7%, fue el que impulsó las cifras de crecimiento de Honduras y Guatemala.
Poder de compra
Los recursos que envían periódicamente los migrantes a sus hogares son utilizados principalmente para cubrir los gastos corrientes de sus familiares. Por lo tanto, para ellos es muy importante conservar el valor de la remesa para mantener su poder de compra.
De acuerdo con Fomin, en países como México, Costa Rica y Bolivia, donde la moneda se apreció, los receptores de remeses experimentaron pérdidas de valor por los recursos recibidos.
Para los países centroamericanos y caribeños, que al igual que México, tienen como origen de remeses principalmente a los Estados Unidos, el Fomin anticipa que en el 2014 presentarán nuevos incrementos anuales, fundamentados en un aumento de los niveles de empleo estadounidenses y mayores remuneraciones.
Estados Unidos es la fuente de aproximadamente tres cuartas partes del ingreso de remesas que reciben los países de Latinoamérica. De los 21 millones de los migrantes originarios de esta región, se calcula que un 54,2% provenía de México y un 14,4% de Centroamérica.
España es el segundo país de origen de las remesas que llegan a Latinoamérica, en especial a los países andinos, como Bolivia, Ecuador y Colombia.
En países como Haití, Guyana, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Jamaica y Guatemala, los flujos de remesas representan más del 10% de su producto interno bruto.