El sector lechero solicitó la exclusión en la negociación del tratado de libre comercio (TLC) con China. Empero, Dos Pinos inició exportaciones a ese destino en el 2013.
No es un caso único. En el sector avícola, cafetero, chayotero y de bolsas plásticas hay ejemplos de exportaciones a países con los que Costa Rica tiene algún TLC, pero del que el sector solicitó su exclusión.
Para algunos productos se han abierto nuevas oportunidades de negocio. Otros ya exportaban y prefieren seguir pagando aranceles.
Entre los casos más recientes se encuentra el TLC con Colombia, firmado el 23 de mayo de este 2013, y del que fueron excluidas la carne de pollo y las bolsas plásticas. Ambos sectores reportan ventas al exterior este año.
Según datos del Ministerio de Comercio Exterior (Comex), la carne de pollo exportó a Colombia $365.000 de enero hasta setiembre, y en bolsas plásticas se registra $ 1,7 millones en exportaciones en ese mismo periodo.
El café también continúa excluido del tratado con México, el cual fue renegociado el 1 de julio de este año. Empero, de enero hasta setiembre exportó $1 millón solo al país norteamericano.
Un ejemplo de esa tendencia de conquistar mercados, a pesar de que el grano de oro es trinchera en el país, es Café Britt, el cual maneja ventas al detalle, institucional, mayoreo y en línea, en 20 países. “Entendemos que el café ha estado normalmente fuera de los tratados, así que hemos hecho la paz con esto y por eso tratamos de vender el café de cada país productor donde operamos”, aportó Pablo Vargas, gerente general de Grupo Britt.
Por su parte, la exportación de chayotes hacia Chile está condicionada con una desgravación de 16 años, desde el 2002 que está vigente el TLC con el país suramericano. Sin embargo, el sector aprovecha el negocio y logró exportar 11 toneladas métricas en el 2012.
Lidiando con las exclusiones
En el TLC con China, vigente desde el 1 de agosto de 2011, el sector de lácteos quedó con una desgravación de 15 años, sin embargo, el Comex registra que se iniciaron exportaciones hacia el país asiático a partir de junio pasado.
La Cooperativa de Productores de Leche Dos Pinos es una de las empresas que paga aranceles para exportar a China, en el caso de leches fluidas, porque el programa de desgravación pactado recién inicia, según Francisco Arias, asesor en política comercial de la compañía.
También paga impuestos para exportar leche fluida hacia Panamá, porque la cuota de acceso es insuficiente y se ha tenido que exportar fuera de esta.
¿Fue la exclusión un mal cálculo? Álvaro Sáenz, presidente de la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria, aseguró que no conoce ningún caso de sectores alimentarios que hayan pedido ser excluidos de algún acuerdo y se arrepientan porque después encontraron un nicho en el país con el que se negoció.
“El hecho de que se exporte con arancel no implica que hubieran preferido estar dentro de un TLC, porque la posibilidad de que haya una reversión del comercio es muy peligrosa”, manifestó.
Sáenz comentó que la exclusión se realiza por la amenaza de economías con producciones subsidiadas o protegidas, en las cuales el costo no es real, y desde ese país se puede exportar a Costa Rica, destruir la producción nacional y después vender al precio que quieran porque no hay producción.
La exclusión de la papa del TLC con Perú, vigente hace medio año, es un caso reciente en el que Costa Rica pidió que el tubérculo estuviera fuera porque el país suramericano es un potencial exportador. Además, en ese momento tampoco se mostró interés hacia ese destino.
“En estos casos, si alguien se interesa en exportar es mejor que pague un arancel, ya que estar dentro es una alternativa muy peligrosa, porque las economías a escala y las suplementarias son una amenaza”, dijo Sáenz.
También existe la posibilidad de que algún sector se arrepienta por variantes del mercado.
Mario Montero, vicepresidente ejecutivo de la Cámara Costarricense de la Industria Alimentaria (Cacia), explicó que normalmente cuando se desarrolla la negociación de un tratado de libre comercio, las empresas o los sectores productivos hacen su valoración en ese momento, pero es posible que a lo largo de los años aparezcan proyectos empresariales de exportación en los cuales se determina que lo que se requiere es la apertura de ese mercado específico.
“Son procesos normales que se dan, y en este caso lo que opera es que los gobiernos hagan las gestiones del caso durante los procesos de revisión de los tratados y pongan sobre la mesa casos específicos para valorar aspectos que se deban replantear ante los socios comerciales”, expresó.
Un juego de intereses
Los negociaciones en los tratados de libre comercio son como un juego de ajedrez en los que las partes involucradas velan por sus intereses comerciales.
Fernando Ocampo, viceministro de Comercio Exterior, resaltó que algunas veces, la negociación es un balance. “Si yo pido que me excluyan unas cosas, el otro país me puede excluir otras, y quizás son productos en los que yo tengo potencial. Eso es parte de lo que se afecta a la hora de negociar”.
Con esto coincide Luis Obando, asesor de comercio exterior de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR). “Hay países en los cuales nosotros tenemos una serie de amenazas y no tenemos una oportunidad clara de exportar, y hay otros mercados en los que sí las tenemos”.
Tal es el caso de Pastas Roma, la cual exporta hace más de 15 años a Jamaica sus productos pagando aranceles, y pese a los esfuerzos, este país no quiere integrarse al TLC con el Caricom, por lo que Roma sigue exportando pagando un 15% de impuestos, relató Enrique Cordero, gerente general de la corporación.
Industria cautelosa
La CICR informó que en los últimos tratados, como los que se firmó con Colombia, Perú y China, la solicitud de exclusión en el sector manufacturero procede, principalmente, de Costa Rica.
Con Perú el sector industrial tiene alrededor 16 partidas excluidas, con Colombia tiene 97 y con China la cantidad es bastante grande, informó Obando.
Los sectores industriales excluidos fueron los plásticos, los jabones, la loza sanitaria, papel, cartón, textiles, en el sector eléctrico lo que son cables y centros de carga y en el sector metalmecánico el aluminio.
Estos sectores han demostrado al Ministerio de Comercio Exterior el grado de sensibilidad que tienen.
Además, la gran mayoría de estas empresas, no tienen interés en exportar, contó Obando.
Ganancia de algunos sectores excluidos o con desgravación
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