Falta de innovación debilita composición de exportaciones costarricenses

Según un informe del Estado de la Nación, entre el año 2000 y 2012 la manufactura de alta tecnología y media ganaron espacio en Costa Rica

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Costa Rica transformó la composición de las exportaciones en las últimas dos décadas hacia sectores más intensivos en conocimientos tecnológicos. Sin embargo, ese cambio ha sido incompleto, pues no se ha acompañado del desarrollo de capacidad para innovar.

Esto hace que el país esté exportando bienes y componentes de industrias de alta tecnología, pero las cadenas de valor no son las más intensivas en conocimientos tecnológicos.

Así lo concluye un estudio del Estado de la Nación titulado "Desempeño Exportador y Heterogeneidad Estructural en Costa Rica".

El informe, elaborado por Ramón Padilla y Jennifer Álvarado, determina que este cambio estructural incompleto tiene implicaciones directas sobre la capacidad del país para apropiarse del valor agregado que se genera en la actividad de exportación, así como en los salarios y el efecto multificador en el reto de la actividad económica.

La participación de las pequeñas y medianas empresas en las cadenas globales de valor, sobre todo con las multinacionales que se instalan en el país, sigue siendo un reto para Costa Rica.

Según el estudio, entre el año 2000 y 2012, las manufactura de alta y media tecnología ganaron espacio en el país. Se trata principalmente de las exportaciones de servicios, que pasaron de representar el 27,6% en el año 2000 a un 32,9% en el 2012 en las exportaciones totales de bienes y servicios.

Ese dinamismo ha estado iumpulsado principalmente por los llamados "otros servicios", en particular la informática y la información que sumaron $1.831 millones en el 2012.

En el caso de bienes se mantuvo constante el peso relativo de la manufactura (75,2%), bienes agrícolas (22,1%) y pecuarios y pesqueros (2,4%).

Recomposición de manufactura

No obstante, el estudio determina que hay una recomposición al interior de las exportaciones de manufactura, donde ganaron peso las ventas al exterior de equipo y dispositivos médicos en detrimento de los circuitos intergrados y microestructuras electrónicas, textiles y prendas de vestir.

En ese periodo 2000-2012 las exportaciones de régimen definitivo estuvieron dominadas por bienes como café, piña y banano. En contraste, las exportaciones de zonas francas y perfecccionamiento activo, ligadas con empresas extranjeras que establecen en el país plataformas de exportación, están compuestas casi exclusivamente por bienes manufacturados.

Según el informe, dos factores macroeconómicos han impactado al sector exportador en ese periodo: se apreció el tipo de cambio real y subieron los precios internacionales de algunos productos agrícolas, lo que benefició las exportaciones de estos productos. Sin embargo, ese aumento de los precios afectó la balanza comercial debido al fuerte incremento de la factura petrolera.

Por otro lado, las manufacturas de media y alta tecnología significaban el 43,8% de las exportaciones en el 2012, 5 puntos porcentuales menos que en el 2000. De acuerdo a informe, la recomposición al interior de este grupo de exportaciones dio un mayor peso relativo a las exportaciones de tecnología media por el dinamismo de los dispositivos médicos.

Otro aspecto que se destaca en el estudio es que los envíos a Estados Unidos se concentraron en manufactura de alta y media tecnología, mientras que hacia Europa estuvieron dominados por los bienes primarios.

Fortalecer capacidad local

Según el informe, las políticas públicas son fundamentales para el fortalecimeinto de capacidades locales.

Una política industrial activa e integrada permitirá desarrollar ventajas comparativas para así basar el éxito exportador en capacidades de innovación, infraestructuta y reursos humanos cualificados.

Entre ellas, se cita en el estudio: generar políticas para fortalecer la inserción de pequeñas y medianas en las cadenas globales, impulsar política de ciencia, tecnología e innovación y diseñar una agenda complementaria a la apertura comercial que permita fortalecer el arrastre del sector exportador al resto de la economía local.