El gobierno saliente propone que la Fábrica Nacional de Licores (Fanal) se transforme en una empresa pública de capital íntegramente estatal, con la posibilidad de exportar sus productos y el objetivo de sanear sus deudas.
El Poder Ejecutivo presentó este jueves 5 de mayo el proyecto de Transformación de la Fábrica Nacional de Licores, reforma a la Ley Orgánica del Consejo Nacional de Producción (Expediente 23.092). El cambio propone que la Fanal, adopte la figura de sociedad anónima —como cualquier otra constituida al amparo del Código de Comercio—.
Actualmente la Fábrica Nacional de Licores, está sujeta al control de la Secretaría Técnica de la Autoridad Presupuestaria, poder que podría ser eliminado al convertirse en una sociedad anónima. No obstante, se mantendría de forma obligatoria la función fiscalizadora ejercida por la Contraloría General de la República (CGR) para este tipo de entes, revisión que se hará al menos una vez al año.
“Este proyecto busca reformar la Fanal no solo para darle provecho a su valor público, sino que es momento de buscar una mayor competitividad para esta institución”, expresó la ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte.
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El proyecto establece que la empresa no estará sujeta a la Ley de Planificación Nacional (5525); la Ley de Administración Financiera de la República y Presupuestos Públicos (8131); Ley de Estatuto del Servicio Civil (1581); Ley para el Equilibrio Financiero del Sector Público (6955) y al del libro segundo de la Ley General de la Administración Pública (6227).
Y la transformación más significativa es la exclusión de la entidad de la regla fiscal, contemplada en el título IV de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas (9635).
Estos cambios brindarían una mayor capacidad de gestión para la empresa ya que libra a la institución de otros controles que puede afectar su flujo normal de negocio y por ende la producción de alcohol, que resulta estratégica para el país, precisó Presidencia por medio de un comunicado de prensa.
Datos del Ministerio de Hacienda, evidencian que la empresa adeudaba para el 2020 un monto que asciendía a los ¢63.000 millones en impuestos atrasados, intereses y multas, debido principalmente a una diferencia de criterios en la interpretación de las normas aplicables al pago de tributos.
Esto por la fórmula de cálculo del impuesto que debe pagar la Fanal por cada litro de guaro Cacique vendido, donde a la fecha no existe aún una resolución que termine con este diferendo de años sobre el monto final que debe pagar la entidad, y que ha implicado un crecimiento desmedido del adeudo en intereses moratorios.