Gobierno se juega su agenda en elección del Directorio de la Asamblea Legislativa

Promesas de campaña del Presidente Luis Guillermo Solís podrían quedar en el aire si bloque opositor toma el control del Parlamento

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Mayo es época de transición climática. Este año en particular, también pinta como temporada de cambio político.

Durante la última noche de abril, un bloque de más de 30 diputados de oposición se comprometieron a aportar sus votos para ganar el Directorio Legislativo este viernes.

La mayoría que suman es suficiente para lograrlo. Así lo reconoció el Presidente Luis Guillermo Solís con cierta resignación anoche.

Una agenda muy distinta

La amalgama que junta a los seis partidos opositores es la lucha contra las intenciones del Poder Ejecutivo de aprobar un paquete tributario para mejorar la recaudación fiscal en un 2% del Producto Interno Bruto (PIB) por año y la proposición de una agenda enfocada en la reactivación económica para generar más empleo.

De concretarse que la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Partido Liberación Nacional (PLN) asuman el poder en el Congreso, entonces, quedaría en el aire la agenda que Luis Guillermo Solís propuso al país durante la campaña política.

Porque, si esas fuerzas políticas conquistan el Directorio, tendrán el poder de controlar el debate de los asuntos que lleguen al plenario y a las comisiones que, probablemente, también serían presididas por miembros de la oposición.

Y está dicho, el primer sacrificado sería el plan fiscal ,principal apuesta programática del gobierno de Solís para este 2015.

Control al gasto sin nuevos impuestos

Otto Guevara, líder libertario que participa del pacto opositor, reconoció que en el bloque se inclina por entrarle de lleno al control y al recorte sustancial del gasto público como mecanismo para sanear las finanzas del Estado y postergar el debate del aumento de la carga tributaria.

La propuesta opositora pasa por emparejar el crecimiento del gasto con el de la inflación, algo que no ocurrió en el 2015, cuando el Poder Ejecutivo logró poner en vigencia un presupuesto ordinario que creció en un 19% con respecto al 2014.

Además, los opositores tienen entre sus planes un proyecto ya redactado y listo para crear varias reglas fiscales que contengan el crecimiento del déficit y del endeudamiento público, mientras que Hacienda aún explora ese terreno sin una ruta concreta.

Allí, en el tema del gasto e ingreso tributario, ya se vislumbra un choque en las prioridades. Pero no es el único.

La oposición también acordó impulsar cambios normativos para aumentar cuanto antes la participación del sector privado en la generación de electricidad, con el propósito de abaratar las tarifas, una de las principales quejas de los empresarios industriales.

Por el contrario, el Gobierno de Solís decidió retirar de sus prioridades inmediatas dos proyectos de ley (Contingencia eléctrica y Ley General de Electricidad) que pretendían llegar a ese objetivo y metió en el congelador por 18 meses la discusión sobre la generación de electricidad y su costo para el consumidor.

Tema laboral

En materia de empleo también habría variantes. El Gobierno de Luis Guillermo Solís ha actuado en favor de los intereses sindicales. Una muestra de esto es el levantamiento del veto a la reforma procesal laboral, en diciembre pasado.

El bloque opositor que se integró pretende ponerle coto a temas que afectan intereses gremiales, como la eliminación de pluses salariales en el sector público, y entrarle con lupa a las pensiones que se pagan con cargo al presupuesto.

Según el diputado Juan Luis Jiménez, de Liberación Nacional (PLN) la actuación del Gobierno de Solís ha sido errática durante su primer año, lo cual ha impedido un mayor crecimiento de la economía.

Promesa de conducción responsable

Para el verdiblanco, una de las obligaciones del bloque opositor sería soltar las velas de la producción con acciones legislativas que den confianza a los inversionistas.

"La intención es priorizar durante este año en aquellos temas que sean de interés nacional. Eso va a hacer que lejos de que el país se paralice con un Directorio de oposición, más bien, se potencie la labor parlamentaria", garantizó, por su parte, Otto Guevara.

La última experiencia de un Directorio de oposición no fue grata. El grupo nunca pudo conjuntar una agenda que le diera rumbo a la gestión del Partido Acción Ciudadana (PAC) en pleno gobierno de Laura Chinchilla (2010-2014), quien tampoco tuvo control político suficiente para lograr colocar sus prioridades a la cabeza del trabajo legislativo, dejando la gestión público en un limbo.

Hoy el Gobierno de Luis Guillermo Solís parece vencido por la mayoría contraria a su gestión. Queda por ver si, de concretarse el ensayo del Directorio de oposición, su administración correrá la misma suerte que la de Chinchilla.