Hacienda con fe en digitalización

Ministerio se lanza a nueva ofensiva con factura electrónica sin tener listas las armas tecnológicas

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Hacienda no quita el dedo del renglón y, con fe ciega, insiste en los planes para lograr la digitalización de los procesos tributarios, pese a que los resultados de esta migración hacia lo electrónico no son del todo claros, en términos de mejora en la recaudación.

La Dirección General de Tributación (DGT) ha echado a andar programas individuales para digitalizar las declaraciones de renta y ventas, pero aún no habla con certeza sobre porcentajes y cifras de cuánto ha aumentado la recaudación. Tampoco aporta datos sobre la eventual disminución lograda en la evasión fiscal.

Sin embargo, el lanzamiento de la factura electrónica para los profesionales liberales es un hecho y será la próxima ofensiva de Hacienda, con la expectativa como única bandera.

Carlos Vargas, director de la DGT, afirmó que solo dentro de un año, con la declaración de renta, será posible medir los resultados del nuevo mecanismo de control sobre las ganancias de los liberales.

A su vez, el viceministro de Ingresos, Álvaro Ramos, estimó difícil hacer vaticinios.

La complicación radica en la falta de depuración de los datos de los contribuyentes calificados como personas físicas con actividad lucrativa y el desconocimiento de cuántos de esos son profesionales liberales.

“Ese sector tiene una evasión del 0,9% del PIB, pero no todos son profesionales liberales. Siendo muy generoso, tal vez podríamos recaudar un 0,1 ó 0,15% del PIB, a través del tiempo, pero no estoy afirmando nada”, dijo.

Nueva batalla, viejos dolores

Esos elementos resienten a Hacienda, que no se ve preparada para garantizarse una victoria en su cruzada por controlar mejor a los profesionales liberales a través de la facturación electrónica.

El proceso de digitalización ha sido traumático para el personal hacendario.

“Es complicado retomar el proyecto de Tributación Digit@l, porque a la gente le choca. Los funcionarios públicos son personas conservadoras y persuadirlos de hacer algo nuevo siempre es difícil, y si, de feria, hay fracaso, la persuasión se vuelve más compleja. Estamos en esa labor”, declaró Ramos.

La administración tributaria aumentará su cruzada digital, pese a estos cabos sueltos y a sonadas derrotas a cuestas.

Tributación Digit@l le costó al Estado $18 millones y un largo litigio con la extinta empresa Bearing Point, que aún está vivo en los estrados.

El “Po@s”, que surgió como alternativa a la fallida digitalización, aún gatea y no estará listo en el corto plazo.

Por ahora, solo sirve para sonrojar a las autoridades hacendarias cada vez que los funcionarios de la Agencia Estatal de Administración Tributaria de España (AEAT) –quienes cooperan en su estructuración– les señalan la ingenuidad de las bases de datos de contribuyentes que manejan, al no estar debidamente enriquecidas con los datos de la mayor cantidad de habitantes posible, niños y fallecidos incluidos, según reconoció a EF en noviembre del 2011 el entonces viceministro de Ingresos, Rowland Espinosa.

Contribuyentes pasan factura

Las carencias en materia de armas tecnológicas certeras, un talón de Aquiles descubierto, les facilita a los contribuyentes pasarle la factura al ministerio de Édgar Ayales.

El abogado Diego Salto, experto en temas tributarios, cree que la implementación de la facturación electrónica, aunque correcta, será todo un reto por la realidad de la pobre infraestructura tecnológica del país y la ausencia de normativa regulatoria para que el paso sea viable en lo legal.

“El costo, la complejidad y la falta de preparación de los contribuyentes, especialmente en sectores más informales, son verdaderos escollos”, dijo.

Para cumplir con la obligación de facturar electrónicamente, los profesionales liberales deberán obtener un certificado digital de firma electrónica, poco utilizado en el país.

Tendrán que invertir en el dispositivo que lee esa tarjeta, además de tener una conexión a internet en el local donde brindan sus servicios y el respectivo equipo de cómputo para enviar a Hacienda la información de las facturas emitidas.

El costo básico para que un profesional se acomode al nuevo sistema de facturación sería de unos $40, según el Colegio de Abogados.

Esta entidad, en favor de una digitalización moderada, advierte sobre su oposición a la completa eliminación de la facturación tradicional, lo cual, afirman, podría acarrear ilegalidades.

Luis Carlos Chaves, miembro de la junta directiva de la Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic), concuerda en este punto.

Empero, Carlos Vargas, director de la DGT, confirmó que la consigna es la eliminación total de las facturas en papel.

Según los abogados, el uso de la factura electrónica debería exigirse solo en el escenario de que el software que pondría a disposición la administración tributaria permita a los contribuyentes cumplir con la obligatoriedad adecuadamente y sin incurrir en gastos adicionales.

“La digitalización que se propone incurre en algunas formas de info-exclusión, sobre todo respecto a profesionales de cierta edad, que no necesariamente están preparados para estos cambios, o para aquellos con alguna discapacidad visual”, alegaron.

El ente gremial también apunta hacia otros pendientes en el borrador de resolución sobre factura electrónica. “El texto incluye que la administración tributaria poseerá 3 horas para revisar que la documentación cumpla con todos los requerimientos. ¿Qué sucederá con las facturas que se emitan en días feriados, o fuera del horario de Tributación?”, cuestionaron.

En tanto, el Colegio de Médicos pone menos peros a la factura electrónica y afirma estar enfocado en capacitar a sus miembros.

Camtic también demuestra optimismo por la factura electrónica. “Podríamos pedir y recibir créditos fiscales sobre bienes y servicios adquiridos, todos los profesionales liberales y negocios tributarían sobre el 100% de los ingresos y se minimizaría la evasión sobre todo en el impuesto de ventas ”, agregó Chaves.

También German Morales, socio de impuestos de Deloitte, piensa que la digitalización de los mecanismos para tributar tendría éxito, pues ha dado buenos resultados en países con una difusión de la Internet más baja que en Costa Rica.

Así, la DGT trabaja en el programa que se pondrá a disposición de los usuarios en la Web para facturar electrónicamente. Pero no todo es digitalización.

Si Hacienda no quiere sorpresas en la Sala IV, deberá blindar el más polémico de sus artilugios digitales.

Ya son digitales

Hacienda ya abrió frentes virtuales.

Declaración de renta: Se hizo obligatoria su presentación digital desde junio pasado.

Retenciones en la fuente: La declaración jurada a través del formulario D-103 digital empezó en agosto.

Impuesto de ventas: El formulario de retenciones solo se encuentra en versión digital. La información debe ser presentada a Hacienda en discos compactos o en otros medios de almacenamiento electrónico.

Pagos: La digitalización de los procesos llevó al Ministerio de Hacienda a permitirles a los contribuyentes pagar su declaración del impuesto sobre la renta a través de transferencias bancarias por Internet.

Fuente DGT.