Hacienda medita en la conveniencia o no de destinar recursos para construir nuevas herramientas para que los contribuyentes tributen de forma digital.
Mientras llega a una conclusión, el Ministerio trabaja en paralelo en arreglar sus portales en la red para evitar que los usuarios caigan en nuevos huecos, como ocurre con el sistema Eddi-7 y con la plataforma de Tecnología de la Información para el Control Aduanero (TICA).
Empero, la institución tiene una trocha botada que todavía la sonroja: Tributación Digit@l.
El proyecto costaba $26 millones, de los cuales Hacienda pagó $18 millones a una empresa que quebró, dejándolo inconcluso, tema que aún está en litigio.
El viceministro de Hacienda, Álvaro Ramos, detalló que los ingenieros informáticos del Ministerio hacen labor de análisis en este momento para determinar si hay elementos que se puedan rescatar del módulo de control a grandes contribuyentes.
Pero no hay certeza de que esa gran arteria digital se pueda rehabilitar por completo.
De ahí que la tarea de bacheo de las autopistas secundarias de conectividad sea la principal labor que se lleva a cabo hoy.
Ramos es claro: es necesario reparar porque, de ninguna manera, se echará atrás en la decisión de eliminar las declaraciones de impuestos en papel.
Resultados que hay que cuidar
No es para menos, pues las cifras de recaudación logradas por Hacienda durante el 2012 son halagüeñas.
Datos de la Dirección General de Tributación (DGT) revelan que a través del portal de Tributación Digit@l se recaudaron ¢1,3 billones.
Ese programa se destina únicamente para grandes contribuyentes. Lo allí recaudado durante el periodo anterior representa un 69,3% del total de los impuestos.
Otra de las carreteras tributarias que se remoza es el Eddi-7.
El sistema se destina a recaudar los impuestos de ventas, renta y retenciones en la fuente.
En el 2012 se recaudaron ¢183.000 millones con este sistema, pero es en esta plataforma donde se han presentado mayores problemas a la hora de recibir declaraciones, según Ramos.
Sobre este particular, el viceministro anunció que el equipo de Tecnología de la Información (TI) ya afinó los detalles necesarios para evitar nuevos fallos.
Sin embargo, afirmó que la verdadera prueba de fuego del sistema será en diciembre próximo, cuando se dispare el pico de declaraciones con la del Impuesto sobre la Renta.
Será hasta entonces que se sabrá si llegó la hora de jubilar al Eddi-7, o si las refacciones dieron buenos resultados.
Aduanas, el eterno problema
Uno de los puntos claves para lograr mejorar las condiciones de la plataforma de conectividad tributaria, sostuvo Ramos, fue la unificación de todos los departamentos informáticos del Ministerio bajo un solo alero, con jerarquías bien definidas.
Ahora el personal trabaja por objetivos comunes. La decisión es no licitar nuevo software a empresas privadas.
Tal determinación, explicó, ha sido especialmente útil para identificar los yerros en el TICA.
Pero aún las quejas de las empresas son constantes debido a las caídas del sistema.
La Dirección General de Aduanas planea invertir cerca de $6 millones en los próximos meses para avanzar en el programa TICA II, una ruta novedosa y rápida.
Los recursos saldrían de un empréstito internacional. Sin embargo, aún no están seguros, estimó Ramos.
Voz de los usuarios
La saturación de las carreteras tributarias de Hacienda es un hecho según Silvia Castro, experta en tributos de Deloitte.
Signos como el no dar abasto en los días de vencimiento de las declaraciones hacen que la experta califique pobremente el proceso de digitalización de Hacienda.
El abogado Diego Salto, experto en tributos, cree que las correcciones han dado frutos, pues los usuarios ahora sufren menos por caídas de los sistemas para declararle a Hacienda sus ganancias.
En este campo, las autoridades esperan dejar un plan que trascienda al actual gobierno y que fije la pauta de modernización para los 5 años venideros.
Por ahora, el salto hacia la digitalización del pago de impuestos se ha hecho con una red débil llena de baches por resolver.