José María Figueres: ‘El país debe crecer en un 8% dentro de cinco años’

Nuevo presidente del PLN pide al Gobierno mejorar plan económico

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A José María Figueres le inquieta el rumbo económico, precisamente, porque no identifica aún la dirección que el Gobierno del presidente Luis Guillermo Solís quiere darle al país.

Figueres asumirá el 1.° de marzo la presidencia del comité ejecutivo del Partido Liberación Nacional (PLN), y adelanta que desde ese foro procurará que su partido sea ayuda idónea del Gobierno y no su piedra de tropiezo.

El exmandatario propone al Gobierno una agenda que privilegie a varios conglomerados de actividad económica, como el turismo y la tecnología, acompañarlos con políticas claras y valerse de un entorno con precios del petróleo bajos y con la economía de Estados Unidos creciendo más rápido.

Todo con el objetivo de que la economía del país crezca a un ritmo que duplique el actual 4% estimado por el Gobierno.

A continuación un extracto de la entrevista que José María Figueres concedió a EF el jueves pasado, en el salón diplomático del Aeropuerto Internacional Juan Santamaría.

Entorno económico

¿Ve claro el rumbo de este Gobierno?

No veo claro un rumbo. Ahora, ningún gobierno nace aprendido. Yo pienso que al presidente Solís le ha tocado, por un lado, armar su equipo con mucha premura, porque ganó las elecciones en los últimos 40 días (de la campaña pasada).

”Le ha tocado, además, ser gobierno con una fracción de once diputados.

Entonces, el comienzo le ha sido difícil. Eso no excusa, sin embargo, para que no se tenga un planteamiento para que los sectores sepan por dónde vamos.

Eso es algo que urge, es de la mayor importancia. Eso ayudaría a fijar una ruta para el país y permitiría a otros partidos políticos ver dónde hay puntos de coincidencia para poder apoyarlos como se debe y para ver cuáles son los puntos donde tenemos diferencias para ver si hay alguna posibilidad de dirimirlas”.

¿Ese nivel de planteamiento aún no lo tiene este gobierno?

No, no lo tiene. Yo veo diferentes esfuerzos por parte del Gobierno, pero sin mucha continuidad.

“La relación del Ejecutivo con el Legislativo es una relación tensa. Las mesas de diálogo nacional arrancaron con gran ilusión, pero han perdido su vapor.

Habiendo dicho eso, no quiero ser solamente crítico del Gobierno, quiero contribuir a elevar el discurso político en este país.

Lo que señalo como una falta de rumbo, no es solamente una apreciación personal, es lo que pienso recogen la mayoría de los costarricenses; pero todavía tenemos tres años y medio y puede mejorar muchísimo”.

¿Cuáles aspectos positivos ve en el entorno?

El precio del petróleo ha bajado a menos de la mitad con respecto a junio del año pasado, la economía de Estados Unidos va a crecer este año entre un 4% y un 5%, el turismo está creciendo.

“Entonces, alrededor de esos factores, que siempre nos han ayudado, me parece que rápidamente podríamos armar un esquema en donde en poco tiempo crezcamos al 7 o al 8%. No al 3%.

Con ese crecimiento no vivimos mejor en este país. Necesitamos hacer un esfuerzo mucho más grande, crecer al 7% o al 8% va a generar el dinamismo y el empleo que necesita el país”.

¿Los empresarios alegan que el empleo es el primer problema del país . ¿Usted coincide?

Sí, es el primer problema.

“Si sacamos los números, vemos que de aquí al 2021, a seis años plazo, tenemos que crear 500.000 puestos de trabajo para bajar el desempleo al 4%.

Eso solo se logra si crecemos al 7 % o al 8% dentro de cinco años, y se puede lograr en el entorno actual, organizando algunos otros conglomerados de actividad económica, como en el pasado, alrededor del ecoturismo, alrededor de la tecnología. Hoy en día hay tres o cuatro que podríamos organizar rápidamente, que dinamizarían la economía. Eso sería empezar a marcar un rumbo”.

¿Cuál otro posible motor ve a la economía actualmente?

Deberíamos de avanzar rápidamente con proyectos de infraestructura que dejó la administración de doña Laura Chinchilla.

“Aquí nos tomó seis meses aprobar el proyecto de fideicomiso para ampliar la carretera a San Ramón. Pero, cuando usted se da cuenta, Costa Rica tiene su meseta central conectada con el resto del país a través de dos carriles: dos hacia San Ramón en el norte, dos en la Ruta 27, dos carriles hacia el Atlántico, dos carriles hacia el sur, del cual se nos cayó uno.

¡No puede ser! El país necesita infraestructura y ahí, para meternos en un programa vigoroso, tenemos más de $6.000 millones que quedaron de la administración pasada, y echar garra de otros recursos que tenemos, como los $11.000 millones en los fondos de pensiones. (...). Alrededor de esas piedras angulares, rápidamente aquí armamos un programa nacional potente y vigoroso.

Pero esos son los pilares que José María Figueres propone ¿Ha cambiado, entonces, su percepción sobre el presidente Solís?

Me parece que el presidente Solís es una persona inteligente y bien intencionada. Me parece que, por supuesto, quiere hacer las cosas de la mejor manera, pero pienso que hay algunas partes del equipo que no le han respondido. Mientras no pueda darle vuelta a eso, va a seguir con algunas dificultades”.

¿Cuál es el músculo más débil del Gobierno en este momento?

Tiene dos músculos que podrían desarrollar más capacidad. Uno es el económico. Yo quisiera ver un plan a cinco años plazo para que estemos creciendo al 8%, sectorizado y con metas muy claras, con una agenda de competitividad muy tilinte, que sea una verdadera alianza entre el sector privado y el público, que revisemos mensualmente, y eso es fácil de organizar y de montar.

“Pero, para mejorar en la agenda económica, hay que mejorar en la agenda política, y la relación de la Presidencia con el Congreso es muy deficiente”.

Ámbito político actual

La elección del 2014 quedó marcada por la debacle del PLN y por el crecimiento de la izquierda ¿Por qué ocurrió lo segundo, según su entender? ¿Cómo analiza el liderazgo de José María Villalta, del Frente Amplio?

Pues, es una persona que logró cautivar la atención, la ilusión, sobre todo de los jóvenes de este país, y lo logró porque planteó una agenda diferente a la del status quo .

“Yo pienso que los partidos más tradicionales le dejamos ese espacio.

¡Con un nuevo Liberación Nacional, eso no sucede! Nosotros volveremos a ser el partido progresista y vanguardista que plantea las cosas serias en este país y que tiene el equipo y la experiencia para sacarlas adelante”.

¿Ver el 2018 “con cariño”, como lo afirmó usted hace unos días, significa verlo como una posibilidad electoral?

Mire, posibilidades en la vida siempre existen.

”Pero hablemos de eso en otro momento. Por ahora lo que añoro y lo que me llena de ilusión es avanzar hacia un nuevo PLN potente, dinámico, moderno y que vuelva a plantear cosas importantes y transformadoras en este país y que contribuya a que las cosas caminen mejor”.

¿Le gustaría fundar la Tercera República?

Me gustaría que todas y todos fundáramos una nueva república a lo interno de nosotros mismos y eso empieza con un cambio de actitud.

“El país se ha vuelto muy negativo y tenemos que despertar en ‘sí se puede’ en lugar del ‘no’.

Hay que pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.

Hay que tener una mirada de mediano y largo plazo y hay que ilusionarnos nuevamente con las cosas que podemos hacer.

Este es un país que siempre ha tenido un camino tan distinto y tan particular que nos llena de orgullo y que, además, nos tiene con una marca país increíble en el exterior”.

¿Cuáles son las principales diferencias entre el José María Figueres de hoy y el de 1994, cuando resultó elegido para gobernar?

Son muchísimas. Tengo un ADN remozado. He reseteado el computador muchas veces.

Soy una persona que he trabajado en el mundo, que comprende por dónde van las grandes tendencias, que tiene algunas ideas, que probablemente se podrían mejorar, sobre cómo Costa Rica le puede sacar la mejor ventaja a esas oportunidades en el mundo. Al mismo tiempo, soy una persona muy de equipo, sigo siendo madrugador, trabajador y tal vez hoy lleno de más ilusiones que en el pasado. Eso es lo que me tiene metido en la presidencia del PLN.

Liberación Nacional

Es un poco irónico que el apellido más tradicional dentro de Liberación Nacional se proponga renovar al partido ¿Cuál es el plan?

En primer lugar no creo que sea irónico. Más bien, me parece que corresponde este esfuerzo a un profundo sentido de responsabilidad que llevo en la sangre.

“Mi partido es el que más le ha dado a este país y está pasando por un momento que es el más duro en su historia.

Las y los costarricenses nos mandaron un claro mensaje en las últimas elecciones: la peor derrota de Liberación Nacional. Y he reflexionado mucho sobre ese mensaje, lo he interiorizado y siento que al igual que lo pide la mayoría de los costarricenses, dentro de Liberación Nacional también hay una mayoría de dirigencia de base que pide una renovación del partido”.

¿Cómo piensa lidiar con la polarización que produce su nombre en el PLN?

Con trabajo, con esfuerzo, mística e ilusión de hacer las cosas. Estoy claro en que no soy una persona que le caiga de la mejor manera a todo el mundo.

“Cuando uno asume liderazgos eso es así. Yo asumí liderazgo y usted le cae bien a una gente y a otra gente, no tan bien.

Entonces, es parte de lo que viene. Sin embargo, pongo, y siempre pondré, mi mayor esfuerzo por ser un factor de unión”.

¿Qué tipo de Liberación Nacional desea usted?

Me provoca gran ilusión que se convierta en un partido que centre su atención en la persona y sobre el bien vivir, de que viva una vida mucho más plena, no solo en lo económico, sino que en términos de su recreación y en lo cultural y en su calidad de vida.

“Durante muchos años nos hemos centrado en grandes programas e instituciones”.

¿Hay arrestos todavía en un PLN que viene de una derrota electoral tan contundente?

Un nuevo Liberación es más que nada y, en primer lugar, una actitud.

“ Quiero que seamos propositivos, activos, que ayudemos a cambiar el chip en el país (...) que generemos sentimiento de familia, de equipo nacional que quiere jugar en las grandes ligas.

El nuevo PLN es un cambio en el lenguaje, porque quiero que elevemos el discurso político en este país, que aspiremos a mucho más y que nos llenemos de ilusión sin dejar de ser pragmáticos”.

¿Ya tiene claridad en el nuevo ideario que necesita el PLN?

Quiero que seamos muy responsables en lo ambiental, muy progresistas en lo social, en términos ideológicos, de izquierda.

Al mismo tiempo, quiero que seamos modernos en lo cultural (…) y quiero que seamos abiertos en lo económico.

La ética será un eje transversal en todo esto. Este partido nació luchando por restablecer la democracia y la ética.

Corrupción hay, desafortunadamente, en todos los países.

(...) Quiero luchar para que nos quitemos ese mote que se nos ha puesto, porque este partido es uno que cada vez que se ha encontrado algo que no está correcto lo ha denunciado con valentía.

Quiero que el nuevo Liberación Nacional sea una potencia en lo ético”.