La gasolina regresó a precio de 1999

Efecto del ‘rezago’ y otros factores influyen en los costos de los hidrocarburos

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La última rebaja decretada por Aresep en los precios de la gasolina podría ser más que histórica.

Las reducciones aplicadas este 3 de marzo dejan los combustibles en precios reales no vistos desde junio de 1999 y aumentarán temporalmente la capacidad adquisitiva de los costarricenses.

Imagine que convertimos ¢5.000 de su bolsillo a su equivalente en el 2008. Con la misma capacidad adquisitiva de agosto de ese año, usted habría podido comprar 5 litros de gasolina súper.

Pasemos a junio de 1999. Ese año, con exactamente el mismo dinero, habría podido comprar 11,3 litros del mismo producto, más del doble que en el 2008.

Esa fue la última vez que pudo comprar tanto combustible con el mismo dinero equivalente... hasta ahora.

Los precios reales de la gasolina súper y regular de hoy no se registran en el país desde junio de 1999. En el caso del diesel , la última vez que se observaron fue en febrero de 2002.

Las rebajas de más de un 25% en el último ajuste permiten a los consumidores adquirir más del doble del combustible del que habrían podido comprar hace ocho años con el dinero traído a colones constantes de este 2016.

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¿Qué provocó las reducciones?

La sobreoferta del crudo del petróleo en el mercado internacional es el principal motor de los cambios experimentados en los precios del país.

Sin embargo, existen otros dos factores que potenciaron las rebajas de marzo.

Erick Solano, director de Comercio Internacional de Recope, subraya que los costos de refinamiento y mezcla son también menores.

“No solo la materia prima es más barata, la energía que se utiliza para poder refinar también. Muchos proveedores usan gas natural y energía eléctrica más barata”, explica.

Otro factor importante es el llamado efecto “rezago” entre las previsiones de Aresep y el precio que realmente paga Recope por los productos refinados que compra.

“Utilizamos los precios de referencia internacionales”, explica Karla Montero, asesora del Intendente de Energía de Aresep.

“No son exactamente los que paga Recope, así que luego calculamos la diferencia entre el precio de referencia y el precio pagado por ellos”, agregó.

De esta forma, si el precio pagado por Recope resultó menor al que había estimado Aresep, los costarricenses reciben una “devolución” en los precios.

La última vez que se revisó este rezago, o desequilibrio, fue en junio de 2015, y ahora explica entre un 32% y un 38% de las rebajas de este mes de marzo.

Justamente, este tipo de desequilibrios motivaron un cambio en la frecuencia en que se revisa dicho rezago, por lo que, actualmente, pasó de calcularse de cada seis a cada dos meses.

Rebajas afectarían inflación

La disminución en los combustibles también impactaría en el costo de otros productos de la canasta básica y, por lo tanto, de la inflación.

José Luis Arce, economista de Cefsa, considera que estas rebajas reforzarán los fenómenos de inflación negativa que experimentan los costarricenses.

Fundamentalmente, también mejorarán los términos de intercambio (el país gasta menos dólares para comprar petróleo).

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“Sin embargo, es muy difícil saber qué va a terminar sucediendo en los próximos meses (...). Yo no me atrevería a afirmar que este fenómeno de precios vaya a continuar sostenidamente”, afirmó Arce.

El director de Fondos de Inversión del Grupo Bursátil Aldesa, Douglas Montero, coincide en ello, pero considera que, de mantenerse la tendencia, existirán movimientos de mayor reactivación económica.

Por ejemplo, si se mantienen los bajos precios, el aumento en el uso de vehículos para transporte y recreación podría promover el turismo local.

“Independientemente de que sean los precios más bajos desde 1999 o el 2002, tenemos rebajas de casi un 25%. Esto va a tener un impacto directo en la inflación”, valoró.