La verdadera progresividad de una reforma fiscal

Columna Tributaria

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En los últimos meses, se han puesto sobre la mesa propuestas para combatir el déficit fiscal.

Las mismas aportan poco para reducir gastos, y, por el contrario, se centran en el incremento de la recaudación de impuestos. Llama la atención la opción que consiste en gravar con tarifas superiores los salarios altos.

Hoy, un salario mensual goza de una exención que va de un colón hasta ¢799.000 colones, es decir, esa parte se grava con el impuesto sobre la renta. De ¢799.000 hasta ¢1.199.000 colones, el salario se grava con una tarifa del 10%, y de ¢1.199.000 en adelante, la tarifa es del 15%.

Lo que ha propuesto el gobierno actual, es crear tarifas del 20% y 25% para gravar los salarios superiores.

A mi criterio, esa iniciativa es válida, pero miope, pues cumple solo de forma parcial, con el principio de progresividad.

La progresividad debe cubrir ambos extremos del espectro salarial, y por eso, propongo que el mínimo exento se reduzca en un 50%, yendo el mismo de un colón a ¢399.500. De esa cantidad y hasta los ¢799.000 colones, el salario estaría gravado con una tarifa del 5%.

La propuesta es progresiva ya que los salarios menores tributarán con una tarifa menor (5%) y los mayores con una tarifa más elevada (25%).

Es interesante comparar a Costa Rica, con otros países de Latino América. En Argentina, México, Paraguay, Uruguay y Perú los salarios no tienen un mínimo exento. En otras palabras, se tributa desde el primer centavo.

Por otra parte, entre aquellos países donde sí existen mínimos exentos, Costa Rica tiene el mayor monto exento, por encima de Chile, Colombia, Panamá y Brasil, por ejemplo.

Debemos recordar que el artículo 18 de la Constitución Política establece el deber de contribuir para los gastos públicos, esta obligación, es para todos los costarricenses y, en tiempos de crisis, la carga tributaria debemos soportarla todos. Eso sí, atendiendo a la capacidad contributiva de cada uno.