Latinos cuentan con la mitad de la cooperación internacional que hace 50 años

En términos del INB regional, la cooperación pasó de representar más del 1% a un 0,22% en la actualidad

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La cooperación para el desarrollo que otorgan organismos mundiales a América Latina y el Caribe pasó de representar el 14% de todo lo otorgado en el mundo en los años 60 a ser actualmente el 8%.

La baja se ha dado tanto en términos comparativos en relación con la participación de otras regiones en desarrollo como en términos de suingreso nacional bruto (INB) medio. Esta tendencia se ha acentuado en la década del 2000 con la aprobación del programa de desarrollo centrado en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, indicó un reporte de la Cepal.

En términos del INB regional, la cooperación dirigida a la región pasó de representar más del 1% en los años 60 a un 0,4% en los años noventa y un 0,22% en la actualidad.

El reporte de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) "Los países de renta media" explica que la menor cantidad de recursos para la región se debe a la metodología que utilizan actualmente los organismos para asignar estos recursos, pues solo toma en cuenta el ingreso per cápita del país y no desigualdades como pobreza, fiscalidad, salud, educación, entre otras.

Para evitar que los países más pobres (como Haití y Nicaragua) concentren la mayoría de los recursos, la Cepal propuso un enfoque alternativo que tome en cuenta otras desigualdades y así agrupe a los países en otras categorías según sea el objetivo de la cooperación que se está solicitando.

"Un sistema de cooperación internacional que considera como elemento central dicha brecha no necesariamente refleja los desafíos del desarrollo de un conjunto amplio de países que pueden tener un desempeño relativo mejor en términos de ingreso pero que de todas formas tienen amplios caminos por recorrer en términos del desarrollo", señaló el documento.

En la categorización hecha por la Comisión se demuestra que es posible formar distintas agrupaciones de países según las brechas que se incorporen en el estudio. "Una visión inclusiva del desarrollo exige que se tomen en consideración las distintas brechas que enfrentan los países y estos deben establecer sus prioridades de desarrollo y ponderar las distintas brechas. En el ámbito de cada país, el peso relativo de las distintas brechas es distinto, ya que algunas son relevantes en un país pero menos relevantes en otros".

Por ejemplo, Costa Rica tiene una alta brecha en fiscalidad -la segunda más alta en la región-, pero la segunda más baja en brecha de género. Una cooperación que está destinada a proyectos para mejorar la recaudación fiscal, por ejemplo, debería analizar a Costa Rica con base en la brecha de ese sector y no en el ingreso per cápita.