Lucha por candidaturas desvanece opción de coalición opositora en Costa Rica

Candidaturas y planes son los frenos

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Un mes es el plazo que resta antes de que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) cierre el período –el 1° de agosto– para que los partidos que deseen participar en coalición, en las elecciones de febrero próximo, presenten la solicitud de inscripción.

Así, el almanaque se convierte en enemigo de las intenciones de los partidos que buscan enfrentar al Partido Liberación Nacional (PLN) desde la trinchera común de una coalición, posible final de un proceso que inició en el 2010, cuando un grupo de fracciones legislativas dio los primeros pasos hacia una alianza.

Pero el tiempo no es el único obstáculo. Tras un sondeo entre las divisas opositoras, EF comprobó que el pulso por la candidatura presidencial y por las diputaciones de una coalición, son el otro escollo aún no superado.

No obstante, hay otra dificultad más. Las fuerzas en negociación tampoco han podido llegar a acuerdos sobre el programa de gobierno que los uniría.

Con el tiempo en contra

Entonces, es casi un hecho que la oposición abandonaría la idea de integrar una fuerza capaz de retar a al PLN.

Calendario en mano, a las fuerzas políticas solo les quedarían 15 días para llegar a un acuerdo que permita una coalición.

Lo anterior porque, de concretarse, ese acuerdo debe ser avalado por los comités ejecutivos de los partidos y, posteriormente, ratificado por las asamblea nacionales.

Este último paso debe ocurrir a más tardar el último fin de semana de junio.

Otros cálculos

El diputado y candidato a la presidencia por el Partido Frente Amplio, José María Villalta, cree que la decisión del Partido Acción Ciudadana (PAC) de realizar el 21 de julio su convención entorpece y arriesga las negociaciones, pues las pláticas con ese partido se han frenado ante la ausencia de un interlocutor válido para negociar los términos.

José Miguel Corrales, aspirante de Patria Nueva, admitió que ha sido imposible llegar a un acuerdo con el PAC en términos de cómo se repartirán los puestos en la papeleta de diputados y cómo se dividirá el monto correspondiente a la deuda política.

Pese a esto, el político espera anunciar resultados positivos esta semana, noticia que el PAC aún no está listo para dar, enfatizó su presidente, Olivier Pérez.

La situación no es menos compleja para la Unidad Social Cristiana (PUSC) y el Movimiento Libertario, en negociación aparte.

El presidente socialcristiano, Gerardo Vargas, considera que el candidato de su grupo, Rodolfo Hernández, es quien debería llevar la bandera de una coalición, por el buen respaldo que, según Vargas, le dan las encuestas.

Empero, Otto Guevara, líder del Libertario, sostiene la tesis de que Hernández debe medirse con él en una convención nacional para escoger cuál de los dos enfrentará al PLN, lo cual desagrada a los rojiazules.

Ellos creen en su renacer electoral tras dos elecciones donde se desplomaron, luego de los casos que llevaron a los expresidentes Calderón y Rodríguez a los tribunales.

Así, a un mes de que venza el plazo para darles vida a las coaliciones, la oposición luce desarticulada y enfrentada entre sí.

La apuesta de varias de esas fuerzas es que el PLN no alcance el 40% de los votos el 2 de febrero, para optar por polarizar al país hacia una segunda ronda, donde aumentarían sus probabilidades de pelear la Presidencia.

Negociaciones

Antecedente: En marzo del 2011 las principales fracciones de oposición acordaron unirse para quitar al PLN de la presidencia de la Asamblea Legislativa, meta que alcanzaron.

Programa imposible: Los partidos decidieron que ese gobierno legislativo se limitaría a la parte administrativa y no programática, pues no compartían planes en común.

Punto de giro: Al regresar el líder del PAC, Ottón Solís, al país, su oposición a la continuidad de la alianza dio al traste con la unión de bancadas, que no volvieron a encontrar ningún punto de unión.

Conversaciones frías: Ese hecho es uno de los aspectos que influyeron para que las conversaciones entre la oposición no prosperen todavía.

Fuente Archivo EF.