Seguridad es el nombre del ajedrez. Si Luis Gerardo Villanueva quiere volver a presidir la Asamblea Legislativa, está condicionado a obtener votos de la oposición, ya que a la fecha no cuenta con el apoyo unánime de sus compañeros de fracción.
Casa Presidencial no quiere arriesgarse a otro mayo negro, como en la segunda legislatura, cuando perdió el control del Directorio en manos de la oposición. Por ello, si no hay un aspirante verdiblanco con los 29 votos seguros, podrían ir al Plan B, volver a impulsar al actual presidente legislatio Víctor Emilio Granados, del PASE.
Y es que ni siquiera hay unión dentro de la agrupación liberacionista, que está fraccionada en el respaldo a Villanueva y a la diputada verdiblanca Sianny Villalobos, quien tampoco cuenta con el apoyo de toda la fracción.
Villanueva es quien tiene más opción de lograr apoyo de legisladores de la oposición, por su experiencia en anteriores Asambleas, pero no la tiene fácil. Si consigue el respaldo de diputados de otros partidos como el mismo PASE, los socialcristianos y hasta los libertarios, quienes serían los que pueden ceder, tendrá que ser casi que escrito en piedra. Deberá ser un apoyo por escrito o asegurado públicamente. Esto quiere decir, que Villanueva tiene que asegurarse que efectivamente le darán el voto el 1 de mayo y no que el compromiso sea de palabra, para evitar que luego le zafen la tabla.
Mientras tanto, en la oposición no se ve que se cocine nada. Los socialcristianos han dicho que votarán por ellos mismos y el PAC es probable que haga lo mismo.
Son pocos días los que faltan para que este proceso logre su maduración y que se defina cómo estará integrado el directorio legislativo que conducirá el debate en el plenario, en un año electoral, por lo tanto crucial para todas las agrupaciones políticas que aspiran a ganar las elecciones presidenciales del 2014.