Luis Gerardo Villanueva: ¿Fue el gran perdedor del 1° de mayo?

Diputado asegura que su tesis se impuso en elección del Directorio legislativo

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Al diputado Luis Gerardo Villanueva no le dicen “gato” solo por el color claro de sus ojos. La sonrisa fácil y los saludos para los colegas que recuerda delatan a un político con años de cruzar espadas con la prensa, con rivales de otros partidos y hasta con actores amparados bajo su misma bandera, la del Partido Liberación Nacional (PLN).

Esa experiencia lo pone en el centro de la acción en el Plenario legislativo y en las negociaciones tras bastidores. Su nombre “suena” cada vez que se acerca el 1° de mayo, día en que se elige el Directorio Legislativo.

Este año no pasó de “sonar”. En la carrera para dirigir el Congreso en la última legislatura de este Gobierno, Villanueva se quedó en la banca.

Durante semanas forjó apoyos y cortejó a candidatos y exprecandidatos liberacionistas, pero la presidenta Laura Chinchilla prefirió apoyar a un diputado menos conocido, Luis Fernando Mendoza.

Ahí Villanueva asegura que no hubo derrota, pues alega que sus esfuerzos no fueron infructuosos, que no ambicionaba retornar al Castillo Azul.

Tampoco hay despecho. El tres veces diputado y expresidente de la Asamblea Legislativa dice que sabe ser soldado raso. No cuestiona las motivaciones de la Presidenta, defiende la unidad de la fracción y elogia a sus compañeros de bancada. Un gato procurando caer siempre de pie.

¿Fue usted el principal perdedor del 1° de mayo?

No, yo fui de los ganadores. La tesis mía fue la que ganó. Nosotros teníamos que retomar el Directorio. Es un trabajo que se viene haciendo desde que se perdió el manejo de las comisiones. Dijimos este año no se puede repetir, tratamos de hacer un acuerdo con algún grupo que nos garantizara mayoría absoluta para quebrar la unidad de la oposición y garantizar que las comisiones trabajaran coordinadamente con la agenda del Ejecutivo. Eso se logró.

“El otro pero era retomar el directorio propiamente como Liberación Nacional, y se logró. Yo me siento ganador. Esa fue mi posición en contra de compañeros, el exjefe de fracción, e incluso alguna gente alrededor”.

Pero durante meses procuró usted el apoyo de su fracción de forma infructuosa. ¿Cómo lo deja esto a lo interno del grupo?

No, no es cierto que fuera yo buscando el apoyo. Fueron tres meses tratando de convencer que Liberación podía ganar, yo nunca fui candidato. Se hizo el apoyo, y el apoyo mío era, si no unánime, muy mayoritario. Yo tenía unos 19 votos, no fue infructuoso.

¿La fracción le cobró aquel mayo negro (2011)?

No, no, porque en eso todos fuimos partícipes, pero además yo tuve el apoyo mayoritario de la fracción. Para hacer un recuento, la fracción comienza a hacer un movimiento, tal vez citando mi nombre, y diputados fuera de la fracción, también citando mi nombre.

“Desde luego, nosotros teníamos que tomar una decisión de si seguir con el PASE o no. Me parece a mí que la idea caló, no solo que el PLN retomará el Directorio, sino también en torno a mi nombre. La Presidenta concede que existen las condiciones para que Liberación retome el Directorio, pero nos dice que la dejemos sugerir el nombre”.

¿Entonces, usted nunca fue candidato a la presidencia de la Asamblea?

Yo no lo fui. Teníamos que romper con el PASE (Partido Accesibilidad sin Exclusión). Hecho esto, nosotros teníamos que decir quién era el candidato. Ahí yo tenía muchos apoyos, no solo de adentro, sino de afuera. Pero primero había que cruzar ese río. Cuando lo cruzamos, la Presidenta nos pidió que ella quería sugerir el nombre.

¿Por qué la presidenta no quiso sugerir su nombre?

Diay, son circunstancias que ella tiene que ver. El resultado de la gestión es importante en este último año, porque ahí podemos tratar de culminar una administración que tiene que ser recordada por una excelente gestión.

¿Pero usted ambicionaba ese puesto?

No, no, no. Yo ya había sido presidente de la Asamblea y jefe de fracción. Ya en diciembre, cuando le dí el apoyo a Johnny Araya, yo había archivado esas intenciones. Fueron los compañeros tratando de impulsar una idea para retomar el directorio que comenzaron a citar mi nombre.

¿En un año electoral es conveniente tener un presidente legislativo y un jefe de fracción oficialista de segunda línea?

Esas son cuestiones subjetivas. Para mí, los dos son de primera línea. Los apoyé, la sugerencia de doña Laura forma parte de las afinidades que se hacen. Son diputados que han ejercido su cargo y es esa parte de su trayectoria la que tomó en cuenta la Presidenta para designarlos.

El papel más visible de don Edgardo Araya, hoy jefe de fracción, fue la presidencia de la comisión especial que tramitó “Solidaridad Tributaria”. Ese proyecto murió por errores de procedimiento...

Si, sí, pero eso no es razón para descalificarlo. Los 24 diputados y diputadas de Liberación pueden asumir cualquiera de las funciones. Cada uno tiene sus destrezas y debilidades. Esas son las situaciones que la Presidenta tiene que haber tomado en cuenta para sugerirnos los nombres de ellos.

¿Cuántas fracciones de Liberación Nacional hay?

Una sola. Uno podría haber entendido que con las tendencias pudiera haber existido alguna división. Ya después de que se retiró Rodrigo (Arias), podría haber quedado alguno que otro resentimiento, pero no para decir que es una división del PLN.

El PLN es bancada oficialista y mayoritaria, ¿cuál es su responsabilidad en esa creación de acuerdos?

Mucha. Es la responsabilidad mayor, somos el partido que tiene el Gobierno, los planteamientos, y que además ha dado el rumbo que el país requiere.

“Somos el partido que tiene las propuestas, pero además tenemos la madurez para aceptar otras ideas”.

¿Se está perdiendo la capacidad de crear acuerdos?

Se hace más dificultoso. Cuando estaba el bipartidismo era más manejable, pero ahora con el multipartidismo el problema es que sentimos en algunas ocasiones que es acéfalo.

“Hay bancadas que pueden tener tantas minifracciones como diputados tenga la bancada. Es dificilísima la consecución de acuerdos porque cada uno puede tener su énfasis. Haciendo una comparación, sí es más difícil, no por el multipartidismo, sino porque este no tiene liderazgos fuertes o es acéfalo”.

El multipartidismo tiene cerca de una década, ¿cuándo se van a aprender a legislar en una Asamblea multipartidista?

Hay que reformar el reglamento de la Asamblea Legislativa. Para que podamos legislar aún cuando los 57 no estén de acuerdo en un proyecto. Al final habrá votación, y se aprueba o no. Ahora hay un sinnúmero de instrumentos para que los diputados en mayor o menor número puedan bloquear un proyecto.

La reforma del reglamento también viene de hace varios años. En una Asamblea como la actual, ¿se puede reformar ese reglamento?

A toda buena idea le llega su hora. Yo creo que si nosotros hacemos una agenda de consensos tal, que permita satisfacer a cada uno de los diputados, podría hablarse de una reforma concreta que posibilitaría un mejor trabajo legislativo.

¿Qué se puede esperar de la Asamblea en este año electoral?

Que trabaje. No importa que aquí también se refleje la campaña con la discusión de los diferentes programas de gobierno y posiciones ideológicas, pero que trabaje. Que vengamos a discutir proyectos y se voten.

El número de proyectos aprobados viene bajando...

Los consensos son más difíciles pero no imposibles. Hay temas importantes que nos interesan a todos, y que puede posibilitar aprobaciones. Hay proyectos como el de la fecundación in vitro , investigaciones en seres humanos, el código procesal laboral.

“Hay un sinnúmero de proyectos que tienen que ver con la vida cotidiana de los costarricenses, y si queremos trascender, tenemos la oportunidad de reformar el reglamento y discutir el proyecto de Jurisdicción Constitucional”.

Usted le dio la adhesión a Johnny Araya, ¿el que usted no sea presidente del la Asamblea en este momento constituye la primera derrota del arayismo?

No es visto como una derrota sino como una victoria como partido. Retomamos el Directorio, pusimos un directorio que no solo nos pueda generar mas confianza en los acuerdos y mayor beneficio, sino también que en periodo de campaña nos pueda asegurar que los intereses del país privan en el manejo legislativo.

“Este primero de mayo fue una victoria de la gobernabilidad del país, del Partido Liberación Nacional y por supuesto de Johnny Araya, que es el candidato”.

¿Con esta elección se sanaron las heridas dentro de la fracción de Liberación Nacional?

Sí, me parece que no hay heridas. Más bien la elección nos permitió a nosotros no solo tomar el control del Directorio de la Asamblea Legislativa, sino tender puentes con diferentes fuerzas políticas.