Marta Acosta: "Los notables no conocen la Contraloría"

La jerarca Marta Acosta fustiga recomendaciones que hizo la Junta de Notables sobre la entidad

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En el piso 14 de la Contraloría General de la República (CGR) no cayó bien el informe de la Junta de Notables.

Los seis expertos, concluye la contralora Marta Acosta, no conocen el día a día de la entidad.

De ese desconocimiento, según Acosta, se derivan recomendaciones como endilgarle a la CGR el aval de las convenciones colectivas y el análisis del impacto de los nuevos proyectos de ley en la hacienda pública.

Erran también, en criterio de la jerarca, al dar por un hecho que la CGR coadministra el país y se entromete en temas de conveniencia y oportunidad, cuando la política institucional es mantenerse alejada de ese ámbito.

Por esto, Acosta da el visto bueno a pocas de las 14 recomendaciones que hicieron los notables sobre el ente fiscalizador en el informe que entregaron a la presidenta Laura Chinchilla.

La conclusión del grupo fue que se debe racionalizar, agilizar y hacer más eficientes las funciones de la CGR.

Francisco Antonio Pacheco, coordinador de los notables, cree necesario que la CGR se sujete más al Parlamento y se limite a cumplir con las funciones que le asigna la Constitución Política.

“Sería mejor una Contraloría más abierta a dar informes y más ligada a ciertos objetivos nacionales, presta a intervenir en materia presupuestaria, hacendaria y de contratación administrativa”, sostuvo el exdiputado.

Hacia la CGR de los años 50

Nada más alejado del criterio de Acosta que la opinión de Pacheco. Para ella, las recomendaciones se extralimitan.

Uno de los puntos que más la inquietan es la recomendación de Vladimir de la Cruz, Pacheco y Fabián Volio de revisar la definición “tan amplia” de hacienda pública que emplea la CGR.

“Nos devolverían a la Contraloría de los años 50”, sostuvo, al interpretar lo que indican.

La jerarca dijo que limitar el concepto de hacienda pública dejaría a la CGR por fuera del control de la corrupción y la gestión tributaria.

“Esto va en contra de las tendencias internacionales de que los órganos contralores vayan hacia el tema de objetivos y resultados”,agregó Acosta.

Idéntica zozobra le despiertan las intenciones de eliminar el carácter vinculante de los dictámenes contralores.

Sería como limarle los dientes a la CGR, estimó.

Esto porque la mayoría de los informes de auditoría contienen disposiciones sobre incumplimientos de tipo legal.

“No vamos a soslayar el cumplimiento de esas normas ni vamos a dejarlo a discreción de la administración”, recalcó.

Sumado a lo anterior, la contralora considera desventajoso el nuevo mecanismo de rendición de cuentas que sugieren los “notables”.

Dice que transgrede la independencia de la entidad y la pone a bambolearse.

Ante ventolera política

El informe recomienda la obligatoriedad de que el contralor rinda un informe semestral de sus actividades a los diputados.

De ser rechazado en votación por el Plenario, se abriría un proceso de destitución en su contra, como lo dicta el artículo 183 de la Constitución Política.

Eso, para Acosta, es meter a la CGR en un barco mecido por los vaivenes políticos.

“Al contralor solo se le puede destituir por ineptitud o por procederes incorrectos, no porque su informe no agrade a los diputados”, se quejó la administradora de negocios que rige a la CGR.

A la lista de opiniones negativas ingresa la idea de que la Contraloría se haga cargo de analizar el impacto que tendrían los nuevos proyectos de ley, y de destacar personal permanente en el Congreso para apoyar a los diputados en sus funciones diarias.

Para Acosta, esas disposiciones distraerían recursos importantes, impidiéndole cumplir con su función de fiscalizar la hacienda pública superior.

En el mismo saco la contralora echa el apartado del informe donde se recomienda que la CGR se haga cargo de analizar el impacto de derechos adquiridos y de las convenciones colectivas de entidades públicas.

Controles desbordados

Pacheco, empero, cree imperativo ponerle límites al control que se ejerce desde el edificio piramidal de La Sabana y que coopere en otros ámbitos del quehacer público donde su apoyo técnico es requerido.

Sobre el nuevo esquema para que el contralor rinda cuentas, Pacheco confirmó que el deseo es que la institución no sea una “república absolutamente independiente” del Congreso.

Mientras las opiniones chocan, Casa Presidencial le rehúye al debate entre la Contralora y los notables.

EF pidió criterio al ministro de Comunicación, Francisco Chacón, sobre la primera opinión de una funcionaria de alto nivel que descalifica el informe de los notables. El ministro omitió la pregunta y no se refirió al tema.

Tampoco confirmó ni descartó que entre las recomendaciones que Zapote convertirá en planes de ley se incluyan algunas de las que cuestiona la contralora.