Los tonos varían al poner en una balanza de color el análisis de los proyectos estratégicos de la administración Chinchilla a pocos meses de que acabe su mandato.
Al contraponer las promesas de campaña o proyectos claves que ha impulsado la presidenta con las cifras y el análisis de expertos, el resultado es poco alentador, ya que solo tiene siete meses para resolver los aspectos pendientes antes de entregar el poder.
Sin embargo, una prioridad de este Gobierno en la cual se reconoce importante progreso, es la seguridad, principalmente por detener el crecimiento de las tasas delictivas, logrando mayor estabilización y disminución en los indicadores, además de un destacado fortalecimiento de la Fuerza Pública.
“Se ha hecho un esfuerzo por mejorar la parte de seguridad, dando ciertos golpes certeros y ha habido una línea del ministro de Seguridad Pública. El Gobierno donde dijo que iba a hacer ha hecho, probablemente no logró todo lo que quiso, pero si es indudable que se ve una prioridad política pública”, resaltó el analista Jorge Vargas.
Quedan por resolver para la siguiente administración temas polémicos de infraestructura, como la carretera 1856 (conocida como trocha fronteriza), la concesión de la vía San José-San Ramón y la modernización de la Refinería de Petróleo en Moín, Limón, así como el seguimiento a la modernización del puerto atlántico.
Otros se prestan a la polémica. Por ejemplo, en Gobierno Digital, el analistaCarlos Carranza resaltó que ya debería existir una definición clara y nítida de lo que debería ser un tema estratégico ligado a la necesidad de competitividad del país. En su opinión, se ha abierto camino, pero no con la claridad ni con una sola línea.
Se le consultó a Casa Presidencial sobre todos los temas analizados, pero no enviaron sus respuestas antes del cierre de esta edición.
En todo caso, quedan solo siete meses para terminar la tarea en estas áreas estratégicas.