Menos ganaderos arrean tras la crisis

Muchos vendieron fincas a piñeras después del 2008; actividad vuelve a dar señas de repunte

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Sin incentivos para continuar en la actividad, muchos ganaderos decidieron vender o alquilar grandes porciones de sus terrenos tras la crisis económica mundial del 2008, que precipitó las exportaciones de carne hacia un abismo del que apenas empiezan a salir los productores.

Ese hecho y el aumento en la venta de ganado, aprovechando el buen precio actual, disminuyeron la cantidad de productores.

Leonardo Luconi, presidente de la Corporación Ganadera (Corfoga), estimó en 52.000 el número de establecimientos ganaderos en el país.

Sin embargo, la cifra actualizada se conocerá con certeza en unas semanas, cuando se tabulen los datos de la Encuesta Nacional Ganadera, pronta a finalizar.

Laceando la crisis

Según el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), en 1988, 2,4 millones de hectáreas se dedicaban a la ganadería.

Para 1992, esa extensión se había reducido a 1,6 millones de hectáreas. Ya en el 2000, se contabilizaban 1,3 millones de hectáreas.

Luconi añadió que el área destinada a la producción ganadera de engorde y de leche se estima actualmente en un millón de hectáreas.

La cantidad total de reses que pastan en esa extensión sería cercana a los dos millones.

Empero, las estimaciones son hechas en el escenario más positivo.

En una carrera por subsistir, los ganaderos han permitido que cultivos como la piña y la palma, más rentables y seguros, se coman sus terrenos.

Douglas Madriz, presidente de la Cámara de Ganaderos del Caribe, afirmó que la disminución de la actividad se nota en la decandente cantidad de ganado que se transa en las subastas locales.

“Uno lo nota cuando habla con los transportistas de ganado que calculan una reducción de hasta un 10% en sus viajes a las subastas”, citó.

Anibal Otárola, de la Cámara de Ganaderos de San Carlos, dijo que el fenómeno se repite en la zona norte de Alajuela.

“La actividad ganadera se ha vuelto secundaria, especialmente para el pequeño y mediano productor”, detalló.

El presidente de Corfoga cree que el panorama va a cambiar gracias a las exportaciones.

Mucho que hacer con los TLC

Durante el 2011, el país exportó 15.349 toneladas de carne. Ese total generó una ganancia de $52 millones gracias al incremento de los precios.

El valor internacional de los productos cárnicos arrea a la producción nacional cada vez más lejos de la crisis, pues en el 2009, con los precios disminuidos, la exportación de 16.552 toneladas apenas generó $40 millones.

Luconi piensa que los ganaderos costarricenses tienen la puerta de las oportunidades comerciales con el exterior abiertas de par en par.

“Argentina y Estados Unidos reportan los hatos más bajos de su historia. Tenemos una cuota de 3.000 tonelas en Rusia y está viva la expectativa de exportar a China. La perspectiva es buena”, explicó.

El 2012 apunta a cerrar como otro buen año para la ganadería.

Henry Benavides, coordinador de agricultura del Ministerio de Comercio Exterior, declaró que a junio pasado las exportaciones de ganado en pie correspondían a un 48% de las realizadas durante el 2011, las de carne a un 44%, los despojos comestibles a un 37%, mientras que las de cuero correspondieron a un 88%.

“La sequía en EE. UU. causaría un aumento en el precio de los granos, lo que incrementaría el precio de los productos cárnicos, que favorecería al país”, agregó.

Benavides considera que los esfuerzos deben enfocarse en mejorar los aspectos sanitarios para que las exportaciones se mantengan en temporada de vacas gordas.

Retos de peso

Recuperar producción: Los productores deberán sacrificar menos hembras para carne, con el fin de que nazcan más terneros.

Mejoras en genética: Para aumentar el hato los productores deben invertir más en mejorar las especies a través de técnicas genéticas.

Innovación: Corfoga llamó a innovar para aumentar la productividad de carne por hectárea.

Educar al consumidor: El reto es que se consuman otros cortes distintos del lomito.

Preparación ante cambio clímático: Fenómenos como El Niño retan a los productores a manejar mejor el agua y los pastos, para impedir muertes de ganado.

Fuente Entrevistas.