Migrante tico vuelve con mejor condición socioeconómica

58% retorna porque prefiere residir en el país

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Los migrantes costarricenses que retornan al país tienden a regresar con un mejor nivel educativo, a tener más propiedades o bienes distintos de su hogar, es decir, adquieren nuevas características que les perfilan con un mejor nivel socioeconómico del que tenían antes.

Además, la mayoría (58%) regresa al país por su preferencia individual al lugar de origen, mientras que otro 5% lo hace porque logró alcanzar sus objetivos en el país en el que fue migrante.

Es uno de los resultados que la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) divulga tras el análisis de encuestas aplicadas en diez países y ligadas a la migración. En ella participó Costa Rica, debido a una alianza con el Centro Centroamericano de Población de la Universidad de Costa Rica (UCR), que fue socio investigador.

Mejor educados, más bienes

El fenómeno del retorno a Costa Rica ha sido poco estudiado. Según Migración y Cancillería, no hay estimaciones de qué proporción de sus migrantes terminan por regresar al país.

Aún así, en el 2014 el investigador Esteban Dávila había logrado desarrollar un perfil del costarricense migrante de retorno.

A partir del Censo del 2011 determinó que el grupo de retornados costarricenses estaba compuesto por 17.682 personas, 125% más que las del Censo del 2000.

También determinó que la tenencia de vivienda, la posibilidad de estar empleados y la obtención de los grados de primaria, secundaria y educación superior eran más importantes entre los migrantes costarricenses que habían retornado.

Los resultados, contenidos en el estudio Perspectives on global development 2017 concuerdan con la descripción descrita.

“Es tanto porque a su regreso logran una mejor inserción en la economía como porque durante la estadía afuera han enviado remesas o generado ahorros” explica Arodys Robles, director del Centro de la UCR.

Sin contar las remesas (que para el 2015 significaron $517 millones, o un 1% del PIB, según Cemila) el migrante también aporta cambios positivos a la comunidad cuando regresa.

Según el estudio, sus ahorros tienden a usarse para invertir o crear nuevos negocios: muchos logran emplearse por cuenta propia. Además, construyeron una red de contactos y habilidades personales y académicas.

El 30% de los hogares costarricenses que reciben remesas tienen propiedades distintas de la casa de habitación. Entre los que no las recibían la cifra es un 20%.

Además, 24% de los migrantes de retorno adquirieron algún tipo de educación en el exterior.