Piña, banano y café enfrentan difícil 2019 golpeados por exceso de oferta y un clima cambiante

La actividad agropecuaria de Costa Rica registró una caída del 3,9% a abril de este año, para los productos agroexportables la contracción fue del 9,3%

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El sector agrícola costarricense atraviesa momentos muy difíciles. Es la segunda industria con mayor contracción en la actividad económica del país a abril del 2019, con una caída del 3,9%, solamente superada por la extracción de minas y canteras con una reducción del 4,4%.

Los productos agroexportables sufrieron un golpe todavía mayor con una baja del 9,3% al mismo mes de este año, en esa categoría se incluyen dos de los bienes más representativos en las exportaciones del país, el banano y la piña, según el Índice Mensual de la Actividad Agropecuaria (Imagro) del Banco Central de Costa Rica (BCCR).

La producción de banano registró una caída del 27,1% y la de piña del 10,5%. Esos resultados también tienen efectos en las exportaciones del país que a mayo de este año cayeron 0,17%, de acuerdo con los datos de la Promotora del Comercio Exterior (Procomer).

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Los datos también revelaron fuertes descensos en las ganancias generadas por la venta de banano (-35%) y piña (-12%) a los mercados internacionales. A esta situación, explicada por el impacto de un clima cambiante y por el exceso de oferta de productos en el mundo, se suma el caso del café.

Este icónico cultivo enfrenta una coyuntura adversa por la caída de los precios internacionales y por el golpe de la roya. La cantidad de productores de café fruta se redujo de 41.000 en la cosecha 2017-2018 a 38.800 para el periodo 2018-2019.

Piña en problemas

Un conjunto de factores internos y cambios en los mercados internacionales puso en aprietos al sector piñero local este año. El aumento de la oferta exportable en el resto del mundo (sobre todo en países asiáticos como Filipinas, Tailandia e India) provocó una caída en los precios internacionales, al mismo tiempo que se produjo una reducción en la cantidad de hectáreas cultivadas dentro del país.

En 2019 el área de cultivo de piña en Costa Rica decreció de 43.500 a 40.000 hectáreas por diversas razones asociadas con los cambios en los periodos de lluvia y la fuerte sequía provocada por el fenómeno de El Niño.

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“Las fuertes lluvias que azotaron las zonas de producción de piña a partir de octubre del 2018 provocaron que no se cumpliera con los programas de siembra. Este contratiempo repercutió en las segundas cosechas que iban a permitir recuperar producción en los primeros seis meses de este año”, explicó Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep).

El sector proyecta que para finales de año la cantidad de área sembrada se podría reducir en 5.000 hectáreas hasta llegar a las 38.000 hectáreas. Esta disminución se traduciría en la pérdida de unos 2.500 empleos directos, actualmente 32.000 personas trabajan en esta actividad agrícola.

El golpe climático y la falta de recursos para la atención nutricional de las plantas también afectó el promedio de productividad que pasó de 7.500 a 6.800 cajas por hectárea para este año.

A partir del 2017 el mercado asiático de este producto mostró un fuerte crecimiento de 5% equivalente a 11,7 millones de toneladas, según datos de la plataforma de investigación de mercados IndexBox.

Durante el año pasado y el primer semestre de 2019 se mantuvo un exceso de oferta de piña en el mundo que empujó los precios internacionales a la baja.

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Por ejemplo, una caja de piña costarricense se vendía en los Estados Unidos en $11,93 en enero del 2018, cayó a $10,54 en marzo de este año y en julio logró un precio de $11,85. Así se desprende de los datos del Servicio de Información de Mercados del Consejo Nacional de la Producción (CNP).

La industria piñera local proyecta que dejará de producir cerca de 20 millones de cajas al cierre de 2019, lo que se traduce en pérdidas por $100 millones. A nivel de exportaciones las ventas de este producto a mayo registraron una reducción de $50 millones con respecto a un año atrás.

El látigo del clima

El fenómeno de El Niño que generó una condición predominantemente seca en todo el país es una de las causas detrás de la menor producción de banano registrada hasta abril por el Índice Mensual de Actividad Económica (IMAE).

Las condiciones climáticas y el ataque de la bacteria de la escama provocarán una caída de entre el 15% y 20% en la producción de las exportaciones de banano a finales de año. Ese efecto también se contabilizó en mayo con una caída de $160 millones en la comparación interanual de las ventas de este producto al exterior.

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Los productores de banano en el Caribe, región donde se concentran la mayoría de terrenos de este tipo de cultivos, construyeron infraestructura como apuntalado de plantas y drenajes para sacar el agua que cae por las fuertes lluvias que tradicionalmente azotan esta zona a fin y principio de año.

Sin embargo, entre diciembre de 2018 y marzo de 2019 se presentó una inusual sequía que afectó la cantidad y la calidad de los racimos de esta fruta que se producen en Costa Rica.

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El crecimiento de la bacteria de la cochinilla también es uno de los factores que golpeó los cultivos de banano en los últimos meses. Este conjunto de causas redujo la cantidad de racimos con un crecimiento adecuado para la exportación.

A abril del 2019 se registraron 36,4 millones de cajas, mientras que un año antes la cifra era de 42,9 millones de cajas, lo que significa una rebaja de 15,3%, de acuerdo con información de la Corporación Bananera Nacional (Corbana).

Las fuertes inundaciones en las zonas de producción bananera de Ecuador y la intensa sequía en Colombia podría beneficiar las exportaciones de la fruta costarricense para el segundo semestre.

Precios, roya y café

Los precios internacionales tampoco favorecieron a la industria del café. La caída obedece a la cosecha récord que alcanzó Brasil –mayor productor mundial del grano– en 2018, cuando registró 61,7 millones de sacos de 60 kilogramos (kg), pero para este año se espera que la producción caiga a 50,9 millones de sacos.

Aunque los precios internacionales negociados en la bolsa de valores de Nueva York no son positivos, el café fruta de Costa Rica logró mantener un esquema de precios diferente que no le afectó tanto.

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“Mientras el precio promedio de la fanega de café (medida de 46 kg) en la bolsa de Nueva York es de $121 en este momento, el precio promedio del café de Costa Rica se mantiene en $191. Se trata de un buen nivel sobre todo luego de meses en los que vimos precios internacionales impensables de $91, $93 y $97”, comentó Xinia Chaves, directora ejecutiva del Instituto del Café de Costa Rica (Icafé).

En el primer semestre del año el grano nacional logró aumentar su nivel de precios de exportación de $171,3 por fanega en enero a $196,6 en junio.

Pero el sector también sufrió una caída en su producción que pasó de 2,01 millones de fanegas en la cosecha 2017-2018 a 1,71 millones de fanegas en la recién finalizada cosecha 2018-2019. Este nivel no alcanza el promedio de la oferta exportable que mantiene el país de 1,8 millones de fanegas.

También se registró una menor productividad por área que se redujo de 21,6 a 18,4 fanegas por hectárea.

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El sector todavía no supera el impacto de la roya debido a las variaciones del clima que cambiaron los patrones de comportamiento de las enfermedades. Esto implica mayores inversiones y endeudamiento de los productores para revisar y atender sus plantaciones de forma temprana.

El Icafé sostiene que la cosecha 2018-2019 fue la más baja de los últimos 40 años lo que se refleja en menos exportaciones y menos empleo en el sector.