Plan piloto de pago electrónico en autobuses se lanzaría en octubre

Convenio entre Aresep, Mopt y Banco Central busca el pago mediante una tarjeta de débito o crédito

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

El plan piloto de pago electrónico en el servicio de transporte público en autobuses iniciaría en octubre próximo, según estima la Aresep.

Sylvia Saborío, de la Junta Directiva de Aresep, comentó que comenzaría a funcionar con una docena de rutas que representan el 80% de las que trabajan en la Gran Área Metropolitana.

Empero, otra diferencia separa criterios de Aresep y el Consejo de Transporte Público (CTP).

El Comité Coordinador del Sistema de Pago Electrónico solicitó incorporar varias claúsulas en los contratos de concesión con los autobuseros, como parte de la inclusión del nuevo pago.

Y Aresep defiende que son aún más necesarios los estudios técnicos que actualicen este y otros aspectos previo el refrendo.

En contraste, para el CTP, el pago electrónico no es necesario vincularlo al proceso de la renovación de concesiones.

En todo caso, el proceso subirá a los buses. El 23 de enero del 2014 se firmó el “Convenio de cooperación para el desarrollo del proyecto de pago electrónico”, entre la Aresep, el Ministerio de Obras Públicas y Transporte y el Banco Central. El documento aclara que se pretende favorecer la seguridad en los autobuses, a los usuarios, a los empresarios y a las entidades de regulación. Además, servirá para crear un banco de datos (cuántas personas viajan, horarios y rutas).

También ayudará en la reducción de la demanda de monedas y billetes, que representa un costo social significativo. En el 2012, la demanda de efectivo superó los $400 millones, según el Banco Central.