Una vez que la pandemia va quedando en el pasado, los trabajadores en Costa Rica aceleran el ritmo de la rotación laboral y específicamente de renuncias.
Atrás quedó la etapa donde reinaba la incertidumbre de quedarse sin empleo por la crisis y pocos se atrevían a aventurarse para buscar una nueva oportunidad.
De acuerdo con un estudio publicado por la firma PWC, el 19,2% de los trabajadores que salieron de su puesto laboral en el 2022 lo hicieron por renuncia, siendo este motivo el de mayor peso en la rotación de personal.
El año anterior el mercado laboral registró una rotación de personal del 26,7%. El porcentaje está compuesto las salidas de colaboradores de las empresas ya sea por jubilaciones, despidos, finalización del contrato o renuncias. Este último elemento el que tiene mayor peso.
Prácticamente un 20% de los trabajadores en el país, que laboran tanto para multinacionales como para compañías de capital tico, renunció a su cargo.
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El dato es significativo pues por tercer año consecutivo las cifras aumentan: en 2021 la tasa fue 14,5% y un año antes de 10,2%; los hombres tienen un nivel de renuncias relativamente superior al de las mujeres.
“Veníamos de dos años desacelerados en cuanto a rotación, en circunstancias anormales y había cautela en cuanto a cambiar de trabajo. Costa Rica es un país donde los colaboradores históricamente tienden a rotar”, indicó Victoria Scott, directora de Compensación y Beneficios de PWC Costa Rica.
El Financiero, en conjunto con especialistas en reclutamiento de personal, analizó los sectores o actividades económicas en los que más se presentan renuncias y los motivos por los cuales se ha acelerado la rotación de personal en los últimos años.
El sector servicios encabeza la lista de actividades donde se presentan más renuncias; solo el año pasado, en ese nicho casi tres de cada 10 trabajadores dimitieron a su cargo; en segundo lugar, en el sector industrial: el porcentaje fue de 17,6% y el “top tres” lo completan las empresas de tipo comercial, pues un 15% de los colaboradores renunció en 2022.
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En los sectores financiero y agroindustrial, la tasa de renuncia no superó el 6%.
¿Por qué renuncian los trabajadores?
El tema de salarios competitivos y tener la oportunidad de expandir su carrera profesional son dos de los elementos que tienen alta importancia al momento de que los trabajadores renuncien a su cargo.
Además, hoy la fuerza laboral está tomando más en serio elementos intangibles y que previo a la pandemia no tenían tanto peso. Así mismo se le da más valor a la estabilidad mental y tener espacio para compartir más tiempo en familia y actividades personales.
Entre los beneficios más buscados por los colaboradores en una posición laboral actualmente destacan:
- Flexibilidad de horarios.
- Celebraciones de cumpleaños.
- Licencia por paternidad.
- Días personales.
- Bonificación por empleados referidos.
- “Early Friday”.
Además, programas de capacitación financiera y de asistencia psicológica son bien vistos por los trabajadores.
“Las personas le empiezan a dar más importancia a la parte mental, al equilibrio entre la vida laboral y personal. Buscan trabajos en los que se esfuercen y deban dar resultados, pero que en ciertos momentos puedan desconectarse de sus tareas”, comentó Emilia Beteta, experta en reclutamiento de ManpowerGroup.
La especialista indició que para los trabajadores es fundamental que los empleadores ofrezcan un paquete de beneficios que aporte al desarrollo personal, financiero y profesional, y que va más allá del salario.
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Los nuevos, los que más rotan
La tasa de renuncias ha aumentado del 2020 al 2022 para todos los colaboradores sin importar su periodo de antigüedad, con excepción de las personas que tienen entre dos y cuatro años laborando para una misma empresa, puesto que del 2021 al 2022 se ha mantenido el mismo porcentaje.
Despidos a la baja
A diferencia de la tasa de rotación general y la tasa de renuncias, en términos generales hay un descenso considerable en la cantidad de despidos: el año pasado fue de un 5,6%, mientras que, en 2020 fue de casi un 8%, aunque claro, en ese año la economía atravesaba uno de sus peores momentos en la historia, producto de la pandemia.
Durante 2022, por cada mujer que fue removida de su puesto, fueron despedidos dos hombres.
¿Qué pueden hacer las empresas?
Para las compañías en los últimos años ha sido todo un reto mantener a un personal que cada vez más está aplicando la tendencia “de solo necesario”, es decir, limitarse a cumplir únicamente con las tareas para lo que fueron contratadas, dejando atrás el dar la milla extra.
Aunado a eso, deben realizar continuamente inversiones en campañas o iniciativas para mantener al personal satisfecho.
“Las empresas han invertido tanto para mantener motivados a los trabajadores y que sigan viendo interesante el empleo, que esto puede ser un poco peligroso porque se da a entender que el empresario debe poner todo y darle todas las condiciones, acondicionamiento de espacios, campañas, incentivos, beneficios, entre otros factores, para que el colaborador haga las actividades para las que fue contratado y por lo que reciben un salario. Esto es muy cansado para las empresas”, explicó Adriana Arce, socia directora de Recluta Talent Hunter.
Las expectativas es que la rotación se mantenga para los próximos años, pero en menor medida que en los últimos años, en tanto sigan surgiendo oportunidades para que los colaboradores puedan de moverse de puesto. Por el lado de las empresas, están seguirían bajo un sistema de trabajo hibrido, es decir, parcialmente trabajo presencial y otros días en la modalidad remota.
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De acuerdo con datos de la firma PWC Costa Rica, para abril pasado, al menos un 50% de las empresas en el país repartía sus jornadas laborales entre lo remoto y lo presencial; donde más se aplica esta dualidad es el sector financiero con un 80% y en promedio dos de cada diez aplican por completo la presencialidad sin opciones de laborar fuera del espacio físico.
El gran desafío de cara a lo que viene es que los empleadores ofrezcan opciones y flexibilidad de desarrollo profesional, para que los colaboradores conecten sus objetivos personales con la misión general de la organización, al tiempo que se mantienen motivados y comprometidos.