El Gobierno Central pretende gastar ¢6,6 billones durante el 2014. Cerca de una tercera parte se destinará al pago de salarios del aparato estatal, un 17,4% servirá para amortizar a la creciente deuda del país y otro 34,4% tiene destinos especificados en la Constitución Política.
Los cálculos del Ministerio de Hacienda es que el dinero que le queda libre al Gobierno para priorizar sus política son unos ¢332.000 millones, apenas un 5% del total del Presupuesto.
Las prioridades para el 2014, medidas por la cantidad de fondos por ministerio, se desvían poco de la mantenida durante los últimos años. Educación, aunque no recibirá el dinero prometido en la Carta Magna, tendrá por mucho la billetera más abultada. Le siguen el Ministerio de Trabajo (MTSS) y el de Obras Públicas y Transportes (MOPT).
Una distribución que promete más escuelas, más y mejores calles. El pacto social transmitido del papel a la acción. Dinero colocado de acuerdo con el discurso, ¿o no?
En este enlace puede descargar el documento del presupuesto presentado.
El peso de los servicios
Al analizar la repartición de esos ¢6,6 billones por partida y subpartida, la coherencia tiende a desdibujarse.
Las remuneraciones son el peso pesado de los gastos del Gobierno Central. Cancelar la planilla de empleados públicos, que sumará 4.000 plazas, costará ¢2,2 billones en 2014.
Sin embargo, el rubro de servicios es el que más crecerá el año entrante.
La firma de contratos administrativos por la prestación de servicios, que incluyen arrendamientos, mantenimiento, y consultorías, crecerá un 22% a ¢199.988 millones, según los planes de Hacienda.
Al comparar el monto propuesto para 2014 con el gasto devengado por concepto de servicios durante el 2012, el crecimiento es del 75%.
Parte de ese crecimiento corresponde a las contrataciones de asesorías en servicios profesionales, reunidas en la partida “Servicios de gestión y apoyo”. Esta crece un 26,9%, a ¢38.449 millones.
Los servicios médicos y de laboratorio y los servicios jurídicos son los que más aumentan, ambos, según Hacienda, de manera inevitable.
“Unos están relacionados con la implementación de la Ley Antitabaco; y el mayor gasto en asesorías jurídicas se deben, en parte, a los problemas fronterizos con Nicaragua, que nos obligan defendernos en La Haya”, comentó Edgar Ayales, ministro de Hacienda, durante su comparecencia ante la Comisión de Asuntos Hacendarios del Congreso.
Quienes tendrán menos oportunidades serán los consultores en ciencias económicas y sociales. El dinero destinado a contratar servicios en esta área solo aumentará un 0,9%.
Inquilino público
Los alquileres también engordan el rubro de servicios. El año entrante el Gobierno Central destinará ¢42.893 millones a pagar el derecho a utilizar desde oficinas que alojen a sus desperdigadas instituciones, hasta equipo de cómputo. El monto es un 33,9% superior al aprobado para el 2013.
En un país con déficit de habitaciones, parece que ni el Gobierse salva, y debe invertir ¢27.514 millones en darle cobijo a la familia de empleados públicos.
Una situación sin solución a la vista. Las finanzas públicas, con un faltante que para este año representará el 5% de toda la producción nacional, limita la posibilidad de construir instalaciones.
“Con un déficit como el que tenemos, imagínese si yo salgo diciendo que voy a gastar millones en construir un edificio para el Ministerio de Hacienda, que tiene oficinas regadas por todo el centro de San José”, aseguró Ayales.
Entre los alquileres se encuentra la subpartida con un mayor crecimiento porcentual de todo el presupuesto público, aunque con un peso ínfimo en el total.
Los “Otros alquileres” crecieron casi 100 veces de ¢32 millones autorizados en el 2013 a ¢3.070 millones presupuestados para el año entrante.
¿Qué son? Una categoría que engloba todos aquellos arriendos que no sean edificios; maquinaria y equipo de oficina; equipo de cómputo; y derechos para telecomunicaciones.
Factura de eurobonos
El crecimiento del rubro de “Servicios” es muy cercano que al que registra el de “Intereses y comisiones”. El año entrante más del 25% de los gastos corrientes deberán ser cancelados utilizando dinero que el Gobierno pedirá prestado a los mercados.
Vivir de prestado es caro, y a la deuda interna se debe sumar las obligaciones que el país contrajo en mercados internacionales con las dos emisiones de eurobonos, realizadas por $1.000 cada una.
Para el 2014, el dinero destinado a cubrir los intereses generados por obligaciones con terceros mediante títulos valores, contratación de préstamos directos y créditos de proveedores, entre otros, crecerá un 21,6%.
El monto para la cancelación de intereses por títulos valores del sector externo a largo plazo se duplicará de ¢41.902 millones en 2013 a ¢83.640 millones el próximo año. Solo es de esperar que el monto aumente, el Gobierno tiene autorización de la Asamblea Legislativa para realizar tres emisiones anuales de bonos de deuda más por $1.000 cada una.
Estos títulos colocados en el exterior se han convertido en pieza angular de la estrategia de Hacienda, que ha aflojado la presión sobre el mercado local y ayudado a la caída en las tasas de interés.
Para las calles
Entre la maraña de subpartidas que componen el presupuesto del Gobierno Central, la que otorga dinero para el “mantenimiento de vías de comunicación terrestre” crecerá un 64,1%, a ¢1.400 millones en 2014.
El fondo está destinado a la construcción y mejora por contrato de las autopistas y caminos.
El incremento es un componente en un presupuesto amarrado, una distribución que obedece o no a la línea estratégica del Gobierno dependiendo del lente con que se le examine.
Estos son los rubros del presupuesto con mayor variación porcentual.
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