Puentes socavan la producción

80% de las exportaciones viajan a puerto por pasos descuidados

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

---

Años de abandono y rezago se apilan sobre los 1.330 puentes de la red vial nacional. Eso estremece los cimientos empresariales.

Por esas viejas estructuras se moviliza el 80% de la producción hacia los puertos, donde culmina la accidentada y nada fácil aventura vial de las exportaciones costarricenses.

Los perjudicados por la mala infraestructura vial son los empresarios y la fuerza laboral, que pagan con pérdidas económicas el descuido de las autoridades.

Ver más

Esa evidencia juega en contra y le gana a la capacidad de reacción del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) y el Consejo Nacional de Vialidad, entidades sin prespuesto y sin el personal necesario para atender las estructuras.

Así, es casi imposible decir cuáles puentes están peor. Empero, hay un ranking de estructuras prioritarias en las tres regiones principales por participación en las exportaciones: la Central, la Huetar Atlántica y la Huertar Norte.

Puentes hacia la incertidumbre

La Región Central del país es la que más aporta a las exportaciones goblales. Durante el 2011 esta región exportó $7.894 millones.

Allí, la Ruta Nacional 1 está plagada de zonas francas. Según la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), las provincias de Heredia y Alajuela albergan al 64% de las zonas francas del país.

Las empresas ahí instaladas son el alma del motor productivo costarricense.

Allí nacen el 52,4% de las exportaciones, unos $4.470 millones al tercer trimestre el 2011.

Pese a la pujanza de la zona, cuenta con varios puentes que socavan el ánimo empresarial a cualquier inversionista, muchos de ellos ya superaron o están por terminar su vida útil.

Por su deterioro visible y hasta escandaloso, el puente sobre el río Virilla, “la platina” en el odio colectivo, resulta de vital importancia para la zona más industrializada del país.

Según el Conavi, por ahí transitan cerca de 100.000 vehículos por día, que transportan a la mayoría de los más de 58.000 trabajadores de las empresas instaladas bajo ese régimen.

Pero esa relevancia no se traduce en mejoras visibles a la estructura.

Es incontable la pérdida de tiempo por los constantes fallos en la losa del puente que tiene una estrecha relación con las exportaciones.

Durante el año en curso, las empresas del parque industrial ubicado en Heredia y Alajuela han movilizado vía aérea, por el Aeropuerto Internacional Juan Santamaría, cerca de $2.800 millones en exportaciones.

La cifra invita a la lógica. La General Cañas debería contar con un puente sobre el Virilla que facilite la actividad exportadora.

Empero, será hasta el próximo año que el Conavi haga un nuevo intento por superar el eterno problema de la platina.

José Luis Salas, director de esa entidad estatal, informó que ya existe un plan para rehabilitar el puente sobre el Virilla. La inversión rondaría los $7 millones, pero aún está en el papel.

Cerca de allí, en El Coyol de Alajuela, las empresas de alta tecnología e industrialización no detienen su clamor por infraestructura vial que vaya acorde con el crecimiento comercial del sitio.

El puente que se utiliza con mayor frecuencia data de hace 35 años y mide 4 metros de ancho, insuficientes para permitir un traslado ágil de los más de 5.000 automotores que transitan diariamente por la zona y que, en hora pico, deben esperar entre 15 minutos y una hora para cruzar hasta el parque industral, que fue escogido por empresas que fabrican equipo médico de alta tecnología como su centro de operaciones.

Ese sector ha crecido exponencialmente durante los últimos años.

Según Procomer, el equipo de precisión y médico exportó $1.251 millones en el 2011, mientras que a setiembre pasado las ventas se registraron en $1.105 millones.

El Coyol es ahora la casa de empresas como HB Fuller, St. Jude Medical y Durman Esquivel.

La inversión empresarial en la zona supera los $200 millones.

Conavi instaló allí un puente bailey –uno de los 80 que se encuentran en operación actualmente– , pero sigue sin dar la talla ante las exigencias de las empresas.

¿Atrapados sin salida?

Acumulando un 75% de las ventas al exterior, la Región Central se convierte en corazón del PIB.

Pero las cifras chocan con el mal estado y el abandono que presentan sus principales arterias viales y puentes.

Es el caso del Juan Pablo II, con daños en su estructura de concreto, el paso elevado sobre la rotonda de la Hispanidad en Montes de Oca, con una losa debilitada, el paso elevado en el cruce de la empresa llantera Firestone y los puentes sobre el río Virilla a la altura de Santo Domingo de Heredia y La Uruca.

Si alguno de ellos colapsara, el país quedaría incomunicado, alertó Mónica Segnini, presidenta de la Cámara de Exportadores de Costa Rica (Cadexco).

“Para el sector exportador el estado de la red vial es un factor central para reducir costos de transporte. Es esencial para un país que tiene centrada su estrategia de crecimiento en el acceso a mercados mundiales”, afirmó.

Chirripó: un cerro de problemas

Segunda en el ranking de las exportaciones, la Región Huerta Atlántica exportó $1.189 millones en bienes agrícolas durante el 2011.

Sin embargo, no escapa al dramático estado de los puentes, el más importante, sobre el río Chirripó.

Jorge Sauma, gerente general de la Corporación Bananera Nacional (Corbana), afirmó que por ese puente pasa el 97% de las exportaciones bananeras costarricenses y entre el 85 y el 90% de la carga total del país.

Durante el 2011, el sector bananero exportó $778 millones. Al mes de setiembre las ventas superaban los $531 millones en contenedores que deben transitar por un puente cuyas bases están socavadas por el río que ha arrastrado sedimentos, hecho que no ha favorecido en nada a la estructura.

La tercera región que más exporta es la Huetar Norte, con un peso de $550 millones en la balanza comercial del 2011.

En río Sucio, pierden todos

A finales de ese año el sector piñero ubicado en la región experimentó angustias y pérdidas por $2,5 millones cuando tuvo que enfrenar un incremento en sus costos por fletes, que subieron tan rápido como las aguas bravías que arrastraron, durante un temporal, el vetusto puente sobre el río Sucio, en Sarapiquí, Heredia.

Las empresas tuvieron que optar por rutas más largas para hacer llegar su producción hasta los puertos limonenses.

¿La solución? No fue permanente. Las autoridades optaron por colocar otro puente bailey para que los productores pudieran sacar de sus fincas cerca de 400.000 cajas de piña, de un total de 1,7 millones de toneladas producidas por año, todas movilizadas vía terrestre.

Aunque trajo alivio, un bailey puede considerarse como una desatención hacia un sector que, en lo que va del 2012, ha exportado $587 millones, un 6,8% de las ventas totales al exterior ($8.530 millones) registradas hasta el III trimestre.

Empero, lo peor es que el estado de angustia ante nuevas crecidas aún persiste, según Abel Chaves, presidente de la Cámara Nacional de Productores y Exportadores de Piña (Canapep).

El vocero empresarial dijo que en la ruta Ticabán-Las Marías, única alternativa en caso de colapso de la estructura sobre el río Sucio, existen, a la altura del distrito de Zapote y El Alamo, tres puentes rudimentarios cuyas estructuras se reducen a meras tucas de madera.

Son poca cosa, si se toma en cuenta el peso exportador de la región con su diversidad de productos agrícolas.

El peso del tiempo y del descuido estatal fractura las losas y falsean las bases de los puentes, mientras en los despachos delGobierno se dejan las soluciones para las calendas griegas.

Estructuras de la preocupación

Según Lanamme, hay que observar estos puentes por amenazas latentes:

Río Sucio: La estructura metálica colapsó durante el terremoto del 5 de setiembre del 2012.

Barranca: Tiene 5 cm de desface entre sus secciones, vibraciones notorias y estructura de acero con señales de fatiga.

Virilla (“la platina”): La superficie de rodamiento se demoronó. Requiere un abordaje integral de su subestructura.

Juan Pablo II: Tiene la losa agrietada, desprendimientos del concreto y deterioro en sus bases, presenta deformaciones.

Ciruelas: En estado deficiente por erosión del suelo bajo la losa de aproximación del acceso oeste. Mal sistema de drenaje.

Intersección “Firestone”: Paso superior presenta grietas y baches en la capa asfáltica y su altura inferior es insuficiente.

Río Grande: Sus tablones de madera se pudrieron, aún así le colocaron capa asfaltica que se está agrietando. En estado crítico.

Castella: El puente bailey no da abasto ante cantidad de tráfico. Es urgente la construcción de una solución permanente.

Virilla Sto. Domingo: Corroción en estructura, deterioro acelerado de su superficie de rodamiento, fatiga por tránsito pesado.

Térraba: Cumplió su vida útil estructura dañada por crecidas del río, problema en su platina y superficie agrietada.

Fuente Lanamme, archivo GN.