¿Qué pasa en Rusia? Grupo de 50.000 soldados se rebeló contra el ejército de Vladimir Putin

El Grupo Wagner se ha convertido en un desafío a los líderes de la guerra: el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el jefe de las fuerzas armadas, Valery Gerasimov

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En las últimas horas ha estallado un conflicto interno en Rusia: El grupo de mercenarios Wagner, liderados por Yevgueni Prigozhin, de 62 años, se sublevó contra el gobierno de Vladimir Putin, tras varios meses de lucha de poderes con los mandos militares rusos.

En reiteradas ocasiones Wagner ha acusado al ejército ruso de no equipar suficientemente a sus mercenarios o de entorpecer sus avances con trámites burocráticos, además de apuntarse victorias que en realidad, según Prigozhin, se consiguieron gracias a los 25.000 combatientes que conforman este grupo.

La gota que derramó el vaso sucedió el viernes, cuando Prigozhin acusó al mando militar ruso de ordenar bombardeos contra las bases de su grupo paramilitar y de haber matado a muchos de sus combatientes.

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El jefe de Wagner afirmó que había que “ponerle freno” a los responsables militares rusos y prometió “llegar hasta el final”.

Afirmó también que sus combatientes habían derribado un helicóptero militar ruso y que se había apoderado de varias instalaciones militares en Rostov, que es un centro logístico importante para el ejército.

En los últimos meses, el grupo Wagner, quienes se autodenominan como una compañía militar privada, ha sido clave en la campaña militar rusa contra Ucrania ya que se ha encargado de reclutar soldados, especialmente desde las cárceles a cambio de amnistías.

Ahora, las acciones de Wagner se han convertido en un desafío para los líderes de la guerra: el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, y el jefe de las fuerzas armadas, Valery Gerasimov.

La fuerza paramilitar podría avanzar hacia Moscú, pero aún no es considerada una amenaza para Putin, pero sí para los referentes militares.

La rebelión de una de las fuerzas más importantes debilita los planes de guerra de Rusia, al perder a un número considerable de hombres, mientras tanto, en Ucrania ven la situación como una oportunidad, ya que el gobierno de ese país considera que las fuerzas armadas rusas se terminarán “autodestruyendo”.

Las próximas 24 horas serán vitales para Putin. El grupo Wagner podría debilitar la credibilidad de Putin en cuanto a la realidad/propaganda a los rusos en cuanto a las razones del porqué de la invasión a Ucrania. Si Putin desarticula al grupo Wagner y pierde a su líder Prigozhin (…), Rusia pierde a su aliado más efectivo en la guerra de Ucrania”, explicó Nuria Marín, analista internacional.

¿Cómo ha reaccionado Putin?

El máximo líder ruso, Vladimir Putin, calificó el accionar de Wagner como una “puñalada por la espalda”, además dijo que la rebelión contra los mandos militares representa una “amenaza mortal” y el riesgo de “guerra civil” para el país en pleno conflicto con Ucrania.

A lo que nos enfrentamos es exactamente a una traición. Una traición provocada por la ambición desmesurada y los intereses personales” de Prigozhin”, dijo Putin.

También prometió que habría castigos por estas acciones que amenazan la seguridad rusa y se están convirtiendo en uno de los desafíos más importantes para el Kremlin tras casi año y medio de conflicto con Ucrania.

Un viejo conocido

Prigozhin, es un viejo conocido del presidente Putin: de hecho, fue conocido como su “chef”.

El líder de Wagner antes de involucrarse en los conflictos armados fundó un puesto de perros calientes y así inició su camino en el mundo de los negocios; posteriormente, estableció una cadena de restaurantes que llamaron la atención del mandatario Putin.

Tuvo algunos encuentros con otros presidentes en estos algunos de estos locales.

Además, la empresa de Prigozhin, llamada Concorde, brindó el servicio de catering al Kremlin en reiteradas ocasiones, de aquí que el actual líder paramilitar sea recordado como el “chef de Putin”.

Esta guerra no ha sido el único conflicto en el que ha participado Wagner, ya que se cree que el grupo ha defendido los intereses rusos en Siria y Libia, así como Sudán o la República Centroafricana.

De momento, lo que se vislumbra es que Putin y los líderes rusos han perdido el control del grupo Wagner y no hay vuelta atrás.

“Siembra vientos y cosechas tempestades, esta sería la lección para el presidente Vladimir Putin (…) La situación que se avecina es aparentemente una guerra civil, no creo que en lo inmediato se pueda derrocar a Putin, aunque si Prigozhin tiene aliados dentro de las fuerzas oficiales del ejército ruso, eso se podría dar”, vaticinó Constantino Urcuyo, politólogo y analista.

¿Qué dicen el resto de los gobiernos?

Las reacciones del resto de gobiernos no se han hecho esperar. Uno de los primeros en mostrar su “completo apoyo” a Putin fue el mandatario turco Recep Erdogan, además, ya ha conversado con los presidentes aliados de Bielorrusia y Kazajistán.

Las potencias del llamado grupo del G7 comentaron que están muy pendientes de la situación que pueda acontecer en las próximas horas.

Por su parte, el gobierno estadounidense estará en “estrecha coordinación” con sus aliados del G7 y aseguró que no cambiará el apoyo a Ucrania.

El hecho de mantenerse como observador es clave para Estados Unidos, ya que podría darle a Putin la excusa de alegar injerencia extranjera.

Hacia el mediodía del sábado (hora de Costa Rica), el líder Prighozin anunció que sus tropas volverán a las bases, luego de alcanzar un acuerdo con el presidente Putin, gracias a la intermediación del presidente bielorruso, Alexander Lukashenko, con el objetivo de evitar un “derramamiento de sangre”.