Radiografía del miedo

52% piensa que hay una alta posibilidad de servíctima de asaltos en la calle

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

La sombra del miedo pesa sobre los costarricenses. Un altísimo 82% de la población considera que el país es poco o nada seguro, según datos de una encuesta coordinada por la unidad de Inteligencia Financiera de este medio y realizada Unimer.

El momento que se percibe como de mayor peligrosidad es cuando se realiza un acto básico e ineludible: movilizarse. Para más de la mitad de los encuestados, existe una alta o muy alta posibilidad de tener un desagradable encuentro con el hampa en la calle.

También es alto el temor de ver como su automóvil desaparece con un ladrón al volante.

La vivienda se ha convertido en el último santuario. Un 54% considera que es baja o muy baja la probabilidad de que ladrones ingresen a su vivienda a robar.

Sin fe

Junto al temor, hay pesimismo entre los costarricenses, pues la mitad de los entrevistados estima que el país no tiene capacidad para resolver el problema de la inseguridad ciudadana.

En esa misma línea, la confianza en las instituciones que atiende este tema es baja. La peor nota se la lleva el Poder Ejecutivo, seguido de las empresas de seguridad privada.

El Organismo de Investigación obtuvo la mejor calificación, ya que el 32% de los encuestados aseguró que tiene mucha confianza en su labor.

En pie de guerra contra la sensación de inseguridad y el pesimismo, el Gobierno ha adoptado una nueva forma de trabajo que multiplica la visibilidad de la Fuerza Pública en las calles.

“Cambiamos una asignación estática del personal, a una estrategia de movilidad. Se asigna personal a aquellas áreas en las que, mediante mapeos, podemos detectar mayor actividad criminal”, aseguró Mario Zamora, ministro de Seguridad.

Además, la creación de los Tribunales de Flagrancia, que han bajado los niveles de impunidad para los delitos callejeros, ayudan a estimular la denuncia entre las víctimas.

Con estos cambios y una mayor utilización de la tecnología en el campo de la inteligencia, el Gobierno espera revertir una situación que durante años atosiga cada vez con más fuerza a los costarricenses.