Registro de patentes en Costa Rica tarda cinco años en promedio

Mayoría de patentes en el país son inscritas por extranjeros

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Inscribir una patente en Costa Rica puede ser un proceso de años, e incluso décadas.

Las 95 patentes registradas en el país durante el 2016 en el Registro de la Propiedad Industrial tardaron, en promedio, cinco años y cuatro meses en finalizar su proceso de inscripción.

Algunas de ellas –incluso– tardaron más de una década en poder llegar al final del proceso, a partir de la fecha de presentación original del expediente.

Así se desprende de un recuento de EF a las solicitudes de inscripción de pantentes concluidas durante el año pasado en el país.

El conteo también permite observar que la extensa mayoría de las patentes de invención inscritas en Costa Rica (más de un 90%), son presentadas por extranjeros, debido –en parte– a los tratados internacionales suscritos. Son para cualquier cosa, plaguicidas, interruptores, circuitos, válvulas para corazón o medicamentos.

Patentemente extensos

Marianella Martínez es gerente y socia de Roofeco System , una empresa nacida en Costa Rica hace un par de décadas y dedicada a la venta de tejas plásticas con apariencia de barro y tejas creadas a partir de plástico de desecho, entre otros productos.

La empresa en la que participa inició un proceso de inscripción de una patente de una “teja para cubierta” en marzo del 2013 y logró registrarla casi tres años después, el 8 de enero del 2016.

“No son (procesos) ágiles”, dice, a partir de la experiencia que tuvo y que –considera– no incentiva la innovación en el país.

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Martínez dice que, aunque el invento está protegido cuando se presenta la documentación en Costa Rica, todo el tiempo de registro la deja desprotegida internacionalmente, pues no puede patentarla en otros países hasta que se resuelva el proceso local.

“Por esto decidimos patentar primero en España y luego internacionalizar la patente en Costa Rica. Fue mucho más sencillo y rápido”, asegura.

El caso fue similar para otros empresarios e inventores extranjeros y costarricenses.

Entre las patentes inscritas el año pasado, la que menos tardó en finalizar el proceso lo hizo en un año y tres meses. En el otro extremo, siete de las 95 patentes aprobadas en el 2016 tardaron más de una década en lograr alcanzar el final del proceso.

Más personal agiliza procesos

Christan Mena, director del Registro de Propiedad Industrial, asegura que los plazos de duración en el país se están acortando, y que –en realidad– se acercan al promedio de duración de otras oficinas.

“Uno ve que es un proceso que dura cinco años, pero la oficina de Costa Rica en los últimos años ha logrado moverse hacia el estándar promedio, que puede ser de tres, cuatro años. Otras oficinas duran ocho, o diez años”, explica.

En general, un proceso de concesión de una patente es complejo, pues puede abarcar varias áreas de la ciencia (ingeniería, farmacia, biotecnología). Eso, en la mayoría de oficinas del mundo, implica la consulta a expertos y técnicos e, incluso, contratos y trámites para recopilar la información de cada caso.

Para Mena, la falta de personal del Registro hizo que los plazos de duración fueran mucho más extensos, algunos años atrás.

A partir del 2008, y especialmente en el 2011, la Oficina Patentes incrementó progresivamente su personal para pasar de dos funcionarios a 15: un equipo que ya les permite contar con farmacéuticos, un ingeniero, un diseñador y abogados que, progresivamente, agilizaron los procesos pendientes del país.

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Baja iniciativa nacional

Mena considera que la inscripción de patentes es un indicador positivo de la innovación en un país, clave para el desarrollo económico.

Sin embargo (y consecuente con la tendencia regional), la mayor parte de las patentes que se inscriben en Costa Rica son presentadas por extranjeros. Por ejemplo, en el año pasado, 63 de las 95 patentes que se aprobaron lo hicieron por la vía del Tratado de Cooperación en materia de Patentes (PCT), lo que implica que fueron planteadas por solicitantes extranjeros.

Ese tratado permite a los solicitantes proteger sus patentes en una gran cantidad de países (152 al día de hoy, según la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual).

Una alta proporción de solicitudes de extranjeros es usual en los países de baja innovación o desarrollo económico medio –como Costa Rica–, pero esa amplia representación de casos extranjeros explica parte de los largos plazos de duración del Registro en estos procesos.

En la última década, de hecho, el Registro ha reportado que –en promedio– 97% de las patentes de invención que debe revisar han sido planteadas originalmente por extranjeros.

El informe “ El uso de la propiedad intelectual en el desarrollo de los mercados de innovación ” (2016), del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) alerta sobre este fenómeno en la región.

Según el BID, las empresas residentes de un país en América Latina y el Caribe solicitan, en promedio, once veces menos patentes que las no residentes.

Por el otro lado, países como China y Corea dan la vuelta a esos indicadores, siendo consecuentes con una tendencia: en los países de alto ingreso un 57% de las patentes provienen de las empresas residentes. En los de ingreso bajo, la proporción es de un 20%.

“(Se sugiere que) puestas en la disyuntiva de tener que formalizar mediante patentes la protección de sus activos intangibles, las empresas de América Latina y el Caribe prefieren utilizar otros mecanismos distintos y menos complejos”, dice el informe.