Rodolfo Piza: El litigante de vena intelectual

Candidato a la presidencia por el Partido Unidad Socialcristiana

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El gesto de serio que siempre refleja, engaña. En una mesa con amigos igual habla de política, economía, astronomía, biología y de la situación mundial, como cuenta chistes y anécdotas que hacen reír a toda la mesa durante una larga velada.

Como se dice, es un hombre “muy leído” y su pasión por el tema Estado le valió el boleto para conformar el grupo de notables convocado por la presidenta Laura Chinchilla, el año pasado.

Sus amigos más cercanos y personas con las que ha trabajado en su carrera de abogado coinciden en que Rodolfo Piza Rocafort es una mezcla entre una persona muy culta e intelectual y, al mismo tiempo, muy ameno.

Arturo Robles, fue compañero desde los 12 años en el colegio Seminario y desde entonces construyeron una amistad.

“Rodolfo siempre ha tenido esa combinación de tímido y cuando entra en confianza, es simpatiquísimo”, dice Robles, quien lo define como un amigo muy leal y transparente.

Piza es sobrino tataranieto del presidente Juanito Mora e hijo del fundador de la Sala Constitucional y exdiputado, ya fallecido, Rodolfo Piza Escalante.

Esta herencia intelectual y política quizá fue la que lo introdujo desde muy pequeño en el mundo de los libros y del conocimiento.

Incluso en sus exposiciones actuales siempre hace referencia a hechos históricos como la Revolución Francesa, la Grecia clásica y la historia de España, de donde proviene su madre.

Cuando sus amigos hablan de él, es imposible que lo dejen de relacionar con su progenitor, hasta se refieren a “ellos”, (padre e hijo) cuando se les consulta. Pareciera un referente casi indivisible de lo que hoy es el candidato socialcristiano. “Don Rodolfo lo influyó mucho en la lectura y en su pasión por los derechos humanos”, dice Robles.

La carrera de derecho la inició en la Universidad de Costa Rica después de un año de probar infructuosamente en arquitectura.

A Piza siempre le ha gustado el arte, pero se quedó con la abogacía. Luego se fue a sacar su doctorado en España y allá fue uno de los mejores estudiantes.

¿Enfático o intolerante?

Esa faceta de ameno que a Piza le conocen sus amigos, no le aminora el carácter fuerte que tiene.

“Si la otra persona no está preparada para plantear el punto, su criterio siempre va a predominar, como buen Leo que es. Hay que ir con el razonamiento muy bien desarrollado para debatir con Rodolfo; si no, te despedaza”, dice su colega Pedro Muñoz, con quien ha trabajado.

Sin embargo, no todos lo ven con esos ojos. El sindicalista de la CCSS, Juan Carlos Durán, tuvo que sentarse en muchas ocasiones a negociar con él durante los cuatro años que fungió como presidente ejecutivo de esa entidad.

Durán lo define como intolerante, lo que en su criterio le borra, en ocasiones, la inteligencia emocional y académica que le reconoce. “Lleva ese perfil hasta donde desea y sabe cuando bajarlo. En ese tránsito pasa de la intolerancia a la sencillez y actúa autoritario cuando sabe que su adversario está débil o no conoce bien el tema”.

Amigos y adversarios dicen que Piza sabe escuchar, pero según Durán siempre tiene de previo definida una ruta y diversos escenarios de salida.

El abogado Muñoz le destaca que nunca se ofusca ante la presión, logra ver los distintos ángulos de un problema y después toma una decisión.

“Es analítico y decidido. Lo más fácil es que siempre dice lo que piensa, no se guarda nada”, enfatiza también su esposa, Ana Eugenia Loría.

Esa actitud analítica la llevó a valorar este año si optaba por una plaza en la Sala IV o por la candidatura presidencial del PUSC. Al final, el político ganó al juez, y lanzó su nombre en la contienda rojiazul. Algunos intentaron identificarlo como afín al expresidente Miguel Ángel Rodríguez, por su puesto en la CCSS en ese gobierno y por ser rival del calderonismo que se acuerpaba tras el doctor Rodolfo Hernández, pero Piza siempre lo negó.

No obtuvo el favor de los votos, pues Hernández logró el 77% de estos. Sin embargo, la renuncia del candidato titular lo llevó a una inesperada suplencia, y ahora, el litigante de vena intelectual enfrenta el mayor desafío de su vida: tratar de resucitar al PUSC.

Formación académica

Estudios

Licenciado en derecho (UCR), diplomado en política internacional (SEI, Madrid, España), especialista en derechos humanos (Universidad Complutense de Madrid), doctor en derecho (Universidad Complutense de Madrid), especialista en derecho del trabajo (Fundación Universidad de Salamanca, España).

Premios

Nacional de Ensayo, Aquileo J. Echeverría (1989) y los literarios Luis Demetrio Tinoco y Fernando Coto Albán.

¿Qué lee?

Economía, política y novelas de grandes autores universales.

Quienes lo inspiran

El filósofo austriaco Friedrich Hayek, el jurista francés Alexis de Tocqueville, su padre Rodolfo Piza y los juristas Eduardo García de Enterría y Eduardo Ortiz.

Idioma

Español

Trayectoria

Abogado

Investigador del Instituto Interamericano de Derechos Humanos, presidente de la Asociación Nacional de Fomento Económico, profesor universitario por más de 25 años, vicerrector y canciller universitario, director Proyecto de Derechos Laborales en Centroamérica y República Dominicana, magistrado suplente de la Sala Constitucional y miembro de la Junta de Notables (2012).

En funcion pública

Embajador alterno ante las Naciones Unidas, director de Reforma del Estado (Ministerio de Planificación), presidente ejecutivo de la Caja Costarricense de Seguro Social.

Obra

Autor de siete libros de derecho constitucional, internacional, seguridad social y de cuentos. 50 artículos monográficos en libros colectivos o revistas especializadas.