Sector textilero de Costa Rica apostará a alta confección para salvarse

Caída en sector obliga al país a buscar inversión extranjera con mayor valor agregado

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Las exportaciones de textiles vienen cayendo desde hace 10 años y no presentan aún signos de recuperación.

De enero a octubre de este año disminuyeron en 18% en relación con el mismo periodo el año pasado. Pasaron de $175.735 millones a $143.526 millones, según datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer).

Así, en caída, se han comportado desde el 2003.

El golpe para el sector no solo ha sido en cuanto al monto de venta, sino también al volumen.

Las toneladas exportadas se redujeron de 15.671, de enero a octubre el año anterior, a 12.505 toneladas en ese mismo tiempo durante el 2013; es decir, una caída del 20%.

Las causas son principalmente la baja en la demanda de textiles a nivel internacional, en especial en Estados Unidos, el aumento de los costos de producir acá y el hecho de que en segmentos de menor valor agregado hay otros países más competitivos.

Esto último se traduce en que la mano de obra nacional es mucho más cara y especializada que el resto de la región.

Según datos de la Cámara Textil Costarricense (Cateco), el salario mínimo de un operador industrial especializado en textiles en Costa Rica es de $500 y en Nicaragua, por ejemplo, es de $120.

Esto hace que las empresas se vayan a otros países para buscar empleados más baratos. En el 2003 operaban en el país 116 firmas. En el 2012 se registraron 108 compañías operando y este año son 97, con exportaciones superiores a los $10.000.

Una de las que cerró operaciones a mediados de año fue Confecciones Jinete, subsidiaria de la firma Jockey. La compañía le daba trabajo a 500 personas.

Esto obliga al país a replantearse hacia qué tipo de empresas manufactureras se debe apostar. La propuesta es pasar de las de baja confección, como las que producen camisas tipo polo y pantalones de mezclilla, a las de confección especializada.

Por la alta confección

La Coalición Costarricense de Iniciativas de Desarrollo (Cinde) está ahora apuntando a que vengan a invertir al país empresas de alta confección, con mayor valor agregado y que, por lo tanto, requieran mano de obra más calificada, cara y educada.

La directora general de Cinde, Gabriela Llobet, explicó que la propuesta valor de Costa Rica es muy interesante para las empresas con procesos de mayor especialización, pues la mano de obra con la que se cuenta es muy competitiva en otras áreas de la cadena de valor.

“El que empresas cierren operaciones tiene que ver con que los trabajadores son más sofisticados y especializados. Las empresas que vengan tienen que buscar esto”, dijo Llobet.

El presidente de Cateco, Rodolfo Molina, coincide en que el país ya no puede quedarse con empresas que hagan pantalones de mezclilla o camisetas, como las que se instalaron por años.

Incluso en medio del panorama actual, la Cámara prevé que otras empresas textileras dedicadas al bajo valor agregado también se vayan del país.

“Es posible que haya más bajas el año entrante o en el 2015”, dijo Molina.

Según la ministra de Comercio Exterior (Comex), Anabel González, mientras no se recupere la economía internacional el sector seguirá siendo golpeado.

“Hay oportunidades en las áreas de mayor valor agregado y podríamos estar viendo un cambio hacia el futuro”, dijo.

Desde hace casi una década, en el país comenzó a evolucionar el diseño de modas.

Solo la Universidad Creativa tiene una matrícula anual de 100 estudiantes que quieren desempeñarse en esta área.

María Eugenia Varela, directora de la carrera de Diseño de Modas de ese centro de educación, asegura que el país debe competir con productos de diseño.

“La industria textil tiene una baja a nivel mundial. El sistema de producción de moda pronta ha hecho un daño grande, porque todo se copia y se pagan salarios muy bajos en las maquilas, contra eso nadie compite”, añadió.

Aseguró que la única manera es crear emprendimientos que vayan dirigidos a mercados más inteligentes.

Varela afirmó que el país cuenta con diseñadores calificados que pueden laborar en las transnacionales brindando sus servicios para darle a los productos textiles ese valor agregado que podría impulsar al sector.

Manufactura golpeada

La caída de los textiles no es ajena a la situación que enfrenta el sector de manufactura.

El año pasado representaba el 45% de las exportaciones del país y en el 2013 cerrará con el 40%, según la proyección de la Cámara de Exportadores (Cadexco).

Contrario a este comportamiento, el sector servicios va en crecimiento y pasó de representar el 24% en el 2004 a casi el 40% de las exportaciones del país, en la proyección para este año.

En ese mismo pastel, el sector agrícola ocupa cerca del 12% y el sector alimentario el 5%.

De los 10 principales productos de exportación del sector manufacturero, los textiles y la confección se ubican en el octavo lugar, solo adelante de llantas y medicamentos.

Los tres primeros productos, en su orden, son circuitos integrados y microestructuras electrónicas, otros dispositivos de uso médico y los equipos de infusión y transfusión de sueros.

El reto que tiene el país es buscar a partir de las condiciones que se ofrecen, una inversión extranjera acertada para que las empresas abran operaciones en el país y se queden.