Sergio Alfaro: ‘Si algo no he notado en este Gobierno es prepotencia’

Futuro jerarca asumirá rol protagónico en impulso de agenda fiscal del Gobierno. Desde ya pide apertura a los empresarios.

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Sergio Alfaro llega al puesto de ministro de la Presidencia con claridad meridiana sobre las repercusiones de haberse metido en la camisa en que se metió al aceptarle al presidente Luis Guillermo Solís, la oferta de ser su mano derecha por lo que resta del Gobierno.

No titubea al reconocer que le corresponderá ser el ministro de la Presidencia de la Costa Rica más enredada y compleja que ha existido en muchos años. Más que la del Cafta, reflexiona, y ya eso es mucho decir.

Se sabe protagonista seguro, también, de la ineludible obligación de crear la atmósfera adecuada para que la generación de empleo alcance pronto su esperado clímax.

Con una marcada sonrisa tampoco elude que llegará a la Presidencia para ser vocero, líder y gerente; el escudero que ya empezó a ser y que defiende al Presidente de cualquier insinuación de que ha actuado con prepotencia durante su primer año en el poder.

De estos y otros temas habló Sergio Alfaro con EF en la oficina de la presidencia ejecutiva en el treceavo piso del edificio del Instituto Nacional de Seguros (INS), despacho que dejará el 30 de abril con todo y que tiene una de las vistas más espléndidas de San José, panorámica que por las tardes condimentan los gritos juguetones de cientos de chiquillos que corren como hormigas por los pasillos de la Escuela Buenaventura Corrales, durante sus recreos.

De ahí pasará directo a la "casa de cristal" del presidente Solís, tan convulsa, últimamente, como la Costa Rica que describe Alfaro.

Desde ese sitio, sus ojos no gozarán del mismo idilio capitalino que inunda el treceavo piso del INS por las tardes, pero estarán más obligados que antes a ver el paisaje político completo y más allá del horizonte a toda hora.

A continuación lea un extracto de la entrevista que el ministro de la Presidencia designado concedió a EF.

Impondrá un sistema de trabajo

-¿Qué ganó el presidente con su “sí, acepto”?

-Yo a la Casa Presidencial lo que le podría aportar es sistema de trabajo. Considero que hay necesidad de un sistema de trabajo que se complementa perfecta por un Ministerio de Comunicación. (…) Tenemos un sistema de comunicación que hay que desarrollar hacia dentro de los ministerios y con los distintos grupos que nos interrelacionamos, en el marco del Plan Nacional de Desarrollo.

-¿Qué perdió el Gobierno al no haber escogido desde el principio a un ministro de la Presidencia con su bagaje político?

-Don Melvin (Jiménez, destituido del Ministerio de la Presidencia el 16 de abril) tenía su conocimiento y su bagaje político propio. Si bien no había sido diputado y no era un hombre conocido en el mundo de la política, sí es un hombre con una experiencia vital fundamental. (...) Yo no creo que haya perdido algo el Gobierno, que hizo una construcción con base a eso y que será muy útil para el complemento que yo quisiera darle. (…) Uno nunca construye sobre la nada, tenemos algo valioso, que es la buena relación que don Melvin dejó con las organizaciones sociales.

-¿Cómo se va a diferenciar su estilo de lo que se venía haciendo?

-Yo hablo con la gente. Me gusta hablar personalmente con la gente y con los diferentes grupos. Trataré de no privilegiar relaciones; es cierto que hay personas o grupos que se vuelven aliados naturales del Gobierno, pero esto no implica obviar el diálogo con otros sectores. No hay mejor forma de lograr objetivos que tener gente de acuerdo y, a aquellos que no lo están, informados. Así ha sido el juego democrático siempre.

-¿Llega usted también con la carta de renuncia bajo el brazo?

-En el momento en que el presidente decida retirarme la confianza que me otorgó me iré. (…) Si en dado momento encuentro que mi trabajo no está resultando lo efectivo que podría ser, creo que podría irme también. Estoy para servir y no para estorbar. No considero a la política como una forma de vida, sino, de conducir a la sociedad.

-¿Por qué el Gobierno no ha logrado posicionar su agenda a un año de haber asumido el poder? ¿Tiene claridad usted de esa agenda?

-La agenda está en el Plan Nacional de Desarrollo. Hay tres ejes fundamentales: el crecimiento económico y desarrollo del empleo, la lucha contra la pobreza y la transparencia y rendición de cuentas.

”No se ha hecho poco, se ha hecho bastante, pero es necesaria una mejor comunicación de lo que se ha hecho. No se trata de mejorar la publicidad, sino, de mejorar la comunicación con los sectores sobre qué es lo que se ha hecho, para qué se ha hecho, y por qué les es conveniente apoyar la labor del Gobierno”.

-La agenda de sesiones extraordinarias no refleja una jerarquización de las prioridades ¿Por qué no ha habido una línea conductora?

-Empezamos la entrevista yo diciéndoles a ustedes qué podía aportarle yo al Gobierno y mi respuesta fue que puedo aportar sistema de trabajo. Mucha de la sensación de falta de claridad se resuelve con sistema de trabajo que tiene que ver con los pilares de la comunicación y del Plan Nacional de Desarrollo. El ejercicio de la función política tiene que estar en función de esas prioridades.

Gobierno humilde

-¿Esa sensación de que no hay avances se debe a falta de comunicación? ¿O es que el Gobierno ha pecado de no buscar suficientes aliados, envalentonado por el 1,3 millón de votos que obtuvo en las elecciones? ¿Se cree lo suficientemente legitimado como para no necesitar de ir a tocar la puerta a los empresarios o a la oposición, que se quejan de un diálogo pobre?

-Si algo no he notado en este Gobierno es prepotencia. Todo lo contrario. Si ha habido un Gobierno poco prepotente en este país ha sido el de Luis Guillermo Solís, que es un hombre abierto, con ánimo de diálogo.

”Normalmente en la vida no hay nada que tenga una sola causa, tenemos múltiples factores que explican las cosas. El centrar interés en determinados temas te aleja de otros y eso es un equilibrio difícil en la democracia. El no estar dentro de las prioridades, no significa estar fuera de la realidad. Durante muchos años en Costa Rica se hizo una promoción del sector del sector financiero abierta y transparente, y yo no observé reacciones violentas de otros sectores de la economía en contra de esto. (…) Hay algunos sectores que han sido desplazados completamente de las prioridades y este gobierno tiene mayor proclividad a darle al agro un impulso. Los otros empresarios no tienen porqué molestarse”.

-¿Qué es lo más importante para usted de la agenda que propuso el presidente Solís?

-Creo que la lucha contra la pobreza es el eje número uno y la promoción del crecimiento económico es otro eje central.

-¿Hay flexibilidad en el Gobierno para ceder en sus posiciones en busca de acuerdos para concretar esas prioridades?

-Vamos a estudiarlo en cada proyecto. Lo importante es que haya un seguimiento constante a la labor legislativa.

-Usted fue diputado en un contexto muy agitado por el Cafta…

-Muy agitado, pero más claro, porque las fracciones legislativa estaban todas estructuradas en torno al proceso de la agenda de implementación. Las fracciones tenían sus prioridades más claras porque los diálogos y las mayorías ya estaban construidos.

”Hoy el ambiente legislativo y político es muy fraccionado y casi casi hay que negociar diputado por diputado. Es una realidad que no afea a la democracia, sino que hay que ajustar nuestra caja de herramientas para hacerle frente a esa realidad”.

-¿Cuál es el proyecto de Luis Guillermo Solís que usted encuentra tan retador como fue el Cafta?

-Hay temas muy conflictivos, como los temas relacionados con la energía. Pero, por otra parte, también están todos los temas relacionados con salud sexual y reproductiva, como fecundación in vitro y sociedades de convivencia. Son temas más dispersos que no tienen un centro gravitatorio como el TLC. No hay un equivalente al TLC hoy en día. Viene la reforma fiscal que sin duda va a ser un tema caliente.

Empresarios tienen que proponer en tema fiscal

-Notamos que tiene claro que le tocará una bronca grande con la reforma fiscal ¿Llega el Gobierno con suficiente caudal político para hacerle frente a ese proceso?

-Yo creo que sí. O sea, tiendo a ser un optimista y creo en la buena fe y en la inteligencia de las fuerzas políticas y creo que entienden la seriedad de la situación fiscal del país.

”Esperaría que en función de esa inteligencia y buena fe, todas las fuerzas políticas y fuerzas productivas entiendan claramente cuál es su rol en este reto fiscal que el país debe solucionar pronto.

Si vemos este reto desde la forma más simplista en la que un partido diga ‘vamos a hacer daño al gobierno para nosotros ganar las próximas elecciones’ con qué va a gobernar esa fuerza política cuando entre en el 2018 ¿Será que quieren cerrar escuelas y plazas de policías? En esto creo que toca un periodo de reflexión interna y de colaboración nacional. Estoy clarísimo de que es una época difícil y de que tendré que poner mi mejor esfuerzo para que las fuerzas políticas se sienten a conversar sobre el tema”.

-¿Se como el principal actor del Gobierno a la hora de que inicie el trámite de estos proyectos?

-Una cosa es ser actor y otra ser protagonista. Mi ánimo no es ser protagonista en el sentido de ser el hombre de la foto, pero sí seré un actor fundamental en provocar ese cambio. Me corresponderá encabezar ese esfuerzo de los ministros, Casa Presidencial y las fracciones legislativas.

-¿Qué va a hacer con los empresarios, tan críticos de este gobierno y tan reacios a que se apruebe este plan fiscal?

-Han sido críticos, de acuerdo, pero ¿cuál es su propuesta? ¿O su propuesta es no proponer?

”Yo creo que toca proponer, también decir cuál es la mejor fórmula, por que si el déficit fiscal sigue subiendo habrá incrementos en las tasas de interés y ahí, dónde termina el empresariado. Su interés debería ser que el déficit baje, pero para que eso suceda hay que poner más sobre la mesa. Cierto que hay que hablar del gasto público, pero también veámoslo en la dimensión la que está, porque la gran mayoría del presupuesto se va en el pago de la deuda y en pago de sueldos, en su mayoría, de maestros y policías. No se puede hablar tan fácilmente de recortar en salarios. Que digan a cuáles maestros despedimos o a cuáles comunidades les quitamos las delegaciones policiales. Veo la necesidad de que todos entendamos dónde estamos parados”.

-Uccaep ha sido muy claro en que aprueba convertir ventas en el IVA, pero no en que se aumente su tasa en dos puntos porcentuales. El gobierno lo sabe y aún así envía un proyecto con el aumento en la tarifa…

-El gobierno puso en consulta a los ciudadanos las propuestas fiscales. En este momento está en el acto de recibir esas posiciones y tendrá que valorar qué propone finalmente a la Asamblea Legislativa.

-Es decir, no está escrita en piedra la tarifa del IVA en el 15%...

-En esta vida nada está escrito en piedra.

-¿Es realista pensar que este año pueden aprobarse las reformas a renta y ventas?

-Es una necesidad. Tiene que ser una meta. (…) Hay que trabajar por ello.

El PAC

-¿Siente que le costará entrar al circulo de confianza del Presidente, formado por el diputado Víctor Morales Zapata y el jefe de la DIS, Mariano Figueres?

-Creo que el primer círculo de confianza del presidente son sus ministros. Ese es el círculo de confianza. Hacia la Asamblea Legislativa el principal interlocutor debe ser el jefe de la fracción oficialista. El vocero del Gobierno es el ministro de la Presidencia y en esto debe haber claridad. Los círculos deben ser amplios, como el Consejo de Gobierno, que es un espacio de intercambio de ideas.

-¿Su nombramiento es un guiño departe del presidente Solís hacia el sector más tradicional del PAC?

-Yo no veo un guiño, veo que hay una intención. No me siento como si fuera solamente una figura cosmética. Me sentiría muy mal si fuera eso y creo que en el PAC hay multiplicidades de gente, por ser un partido bastante horizontal, no veo cómo generando una pose pueda uno lograr hacer que la gente camine en un sentido. Si el presidente me da la confianza es por mis capacidades y no porque yo tenga una etiqueta. Si fuera por eso, no hubiera aceptado nunca.

-Considera Ottón Solís que el Gobierno se reencausará éticamente con su llegada al Gabinete ¿Coincide en que el Gobierno extravió las máximas éticas del PAC?

-Quiero hablar con don Ottón para ver cuáles son los contenidos a los que él les está viendo esa discrepancia. En función de eso veré qué puedo hacer desde mi puesto. No quisiera prejuzgar.