Costa Rica y Colombia cerraron la segunda ronda de negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con grandes avances en los aspectos normativos y poca acción en materia de acceso a mercados.
Durante el encuentro, realizado a lo largo de la semana en el hotel Real Intercontinental en Escazú, los equipos negociadores lograron un acuerdo en torno a los capítulos de cooperación aduanera, comercio electrónico, contratación pública (incluyendo los anexos), inversión, entrada temporal de personas de negocios y excepciones.
"Prácticamente hemos concluido la negociación de la parte normativa; los temas pendientes se tratarán a través de videoconferencias. Esto nos permitirá enfocarnos en la discusión de las ofertas de acceso a mercados", señaló Fernando Ocampo, viceministro de Comercio Exterior en un comunicado de prensa.
Pugna pendiente
Con las negociaciones centradas en los aspector normativos del acuerdo, el pulso por las condiciones de acceso a mercados deberá esperar la tercera ronda de negociación, que se realizará del 22 al 25 de octubre en Cali, Colombia.
Hasta el momento, los países se intercambiaron ofertas iniciales, que serán sustituidas por propuestas mejoradas antes del inicio del próximo encuentro.
"No estamos satisfechos con la propuesta que nos presenta Colombia, especialmente en productos agropecuarios. Posiblemente a ellos les suceda lo mismo con nuestra oferta. Estas son el inicio de la negociación”, aseveró Ocampo.
Frente dividido
El tratado comercial con Colombia ha suscitado la preocupación de varias organizaciones del sector productivo como la Cámara de Industrias (CICR), la Cámara de la Industria Alimentaria (CACIA), y la Cámara Nacional de Agricultura (CNAA).
Los industriales renovaron su oposición a las negociaciones esta semana durante un evento en el cual sacaron a relucir las asimetrías en tamaño de la economía y la capacidad exportadora entre Costa Rica y Colombia; y la similitud de su producción.
Pese al discurso férreo de estas organizaciones, el frente empresarial no presenta una postura homogénea. Varios actores ven con mejores ojos el tratado.
"En la industria textil tenemos compañías con intereses en ese mercado. A quienes producen para otros mercados también les resulta atractivo por la oferta de materias primas que tiene Colombia. Solo tenemos diferencias en cuatro líneas arancelarias", explicó Rodolfo Molina, presidente de la Cámara Textil Costarricense.
También hay compañías del sector alimentario en favor del acuerdo como Kamuk, dedicada a la producción de salsas, e industriales como Bridgestone.
La posición de estas empresas fue destacada por el Ministerio de Comercio Exterior (Comex) que realiza consultas con representantes del sector productivo al tiempo que se esfuerza por mostrar la bondades de un mayor acceso al mercado Colombiano.