El presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado, realizó este miércoles la convocatoria oficial para la 43 elección del Presidente de Costa Rica, "en un marco de malestar ciudadano, de mucho enojo con la política y los políticos", pero en el que apeló a la madurez del sistema democrático y de los votantes para superar el reto de ese descontento.
El acto de convocatoria se realizó en el auditori Francisco Sáenz Meza del TSE, a las 10 de la mañana, y contó con la participación de la presidenta de la República Laura Chinchilla, la presidenta del Poder Judicial Zarela Villanueva, el presidente de la Asamblea Legislativa Luis Fernando Mendoza y 11 de los 12 candidatos presidenciales. El gran ausente fue el doctor Rodolfo Hernández, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC).
En la actividad, también se realizó el traspaso del mando de la Fuerza Pública, simbolizado con la entrega del estandarte de la Fuerza Pública por parte del ministro de Seguridad Mario Zamora a Sobrado. La periodista Any Pérez, de ADN, indicó que es el único país donde se tiene esta tradición.
El acto culminó con el discurso de Sobrado, en el que advirtió que en el TSE hay consciencia de que el panorama electoral de Costa Rica ha variado, con respecto a los comicios en los que el proceso era una fiesta de banderas, plazas públicas y vehículos pitando. "Lo nuestro sigue siendo una fiesta electoral... pero a la celebración le hemos añadido mesura y al entusiasmo, reflexión".
"Estas elecciones tienen que ver con esas cosas: las que nos preocupan y molestan, las que nos tienen enfrentados y las que anhelamos", dijo Sobrado, quen advirtió que ante situaciones como el abstencionismo y la indiferencia, se debe anteponer una ciudadanía informada.
También solicitó que en estos procesos "no se le eche la culpa al árbitro" y no desprestigiar la insitucionalidad, en referencia a posibles ataques al TSE o al proceso. "La institucionalidad electoral costarricense es sólida, confiable!, dijo.