La investigación en Ingeniería, Arquitectura y salud repunta en la Universidad de Costa Rica (UCR): el principal centro de investigación de Centroamérica.
En cinco años, entre el 2010 y el 2015, la cantidad de investigadores en el área académica aumentó en un 73% y los proyectos, actividades y programas generados crecieron en un 33%.
La investigación en salud también aumenta con la incorporación de un 40% más de investigadores y una generación de un 29% más de estudios; estas son las unidades con mayor crecimiento investigativo de la UCR durante el periodo.
Un fenómeno que –sin embargo– refuerza el aumento de la brechas de género en el sector institucional, tendiente a ser dominado en un 54% por hombres.
Los datos se desprenden del Informe del Estado de la Investigación 2012-2016 generado por la Vicerrectoría de Investigación de la UCR y de un análisis de datos de EF al listado de estudios generados por la institución en el 2015.
¿Quién investiga en la UCR?
¿Cuál es el perfil más común de un investigador en la Universidad de Costa Rica?
Se trataría de un hombre, especializado en ciencias sociales y –en promedio– sería capaz de finalizar un estudio por año en la Universidad.
En el último quinquenio, la UCR aumentó su producción de investigaciones en un 23% y engrosó las filas de académicos para la realización de estudios en salud, ingenierías, ciencias básicas y ciencias sociales. Juntos, desarrollaron casi 1.700 proyectos, actividades y programas de investigación.
Pese al aumento en investigación en ingenierías y salud, el grupo más grande de académicos se concentra en ciencias sociales: una realidad para todo el país donde –según una investigación de EF del 2015– por cada investigador dedicado a las tecnologías e ingenierías en Costa Rica, existen dos en ciencias sociales.
En la UCR el fenómeno es el mismo: los 180 investigadores en ingenierías no superan el 40% de los 455 académicos en ciencias sociales.
Este el crecimiento en estudios de ingenierías y salud, resultaría un eje de transformación y de equiparación en el esfuerzo investigativo del centro de estudio.
Así lo cree Fernando García, vicerrector de Investigación de la institución, quien considera que la universidad debe impulsar todo tipo de estudios, pero especialmente aquellos que tienen una menor participación porcentual.
Lo anterior pese a que aumentar el número de estudios en las áreas menos investigadas (ingenierías o salud) –según destaca– tiende a requerir de la compra de equipos y materiales más costosos, en comparación con otras unidades académicas, pero se está haciendo.
En la UCR el aumento en la investigación en ingenierías está representado por el crecimiento de 104 a 180 investigadores en centros como el Laboratorio Nacional de Materiales y Modelos Estructurales (Lanamme), el Instituto de Investigaciones en Ingeniería (INII) o el multidisciplinario Centro de Investigación en Ciencias e Ingeniería de Materiales (Cicima).
Allí el año pasado, por ejemplo, se terminaron estudios para la fabricación y simulación de nuevos materiales para baterías recargables y diseños para la proyección de la línea de costa en Caldera norte, entre otros 157 proyectos.
Salud desarrolló el año pasado 274 proyectos, que incluyen estudios en salud pública relacionados con la gestión local de políticas para atender vulnerabilidades en emergencias hasta el desarrollo de técnicas para identificar poblaciones con alto riesgo de cáncer gástrico en el país.
Brecha de género aumenta
El aumento en la investigación en ingenierías, sin embargo, también engrosa las brechas de género en la institución.
Actualmente, el área académica de ingeniería representa el sector con mayor predominancia masculina: por cada tres hombres solo hay una mujer efectuando labores investigativas.
No es un fenómeno aislado en el resto de áreas. De hecho, las investigaciones lideradas por hombres en la UCR crecieron en un 37% en el último quinquenio, pero las lideradas por mujeres solo lo hicieron en un 27%.
Al 2015 un 54% de los investigadores de la UCR eran hombres, pero el fenómeno de la brecha de género es especialmente amplio en áreas como ciencias básicas donde un 67% son hombres.
Solo las áreas de salud y ciencias sociales muestran una leve predomiancia de mujeres, correspondiente a un 57,9% y un 54%, de forma respectiva.
“Históricamente la mayoría de personas que entran a ingeniería son hombres y, en consecuencia, uno esperaría que al final del proceso tengamos más hombres investigando. El que una persona se convierta en investigadora responde a fenómenos estructurales”, explica el vicerrector García.
Para los próximos años, el principal objetivo de la institución es ampliar los vínculos internacionales en el desarrollo de investigaciones. Esta semana, de hecho, la sociedad Max Planck, de Alemania (con 16 Premios Nobel y 83 institutos de investigación en el mundo), se reunió con representantes de las universidades públicas para ampliar sus lazos investigativos.
Crece personal de investigación en ingeniería
El área de ingeniería experimentó el mayor crecimiento en la cantidad de de investigadores durante el último quinquenio (2010-2015).
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