La crisis actual ha dejado ver al que será el ejecutivo del futuro: aquel que tenga la capaz de mantener el equipo protegido, nativo digital, que domine varios idiomas, además de resiliente, flexible, innovador y optimista.
Organizacionalmente, los líderes auténticos y genuinos tienen mejores resultados en el largo plazo.
Hoy tenemos la oportunidad de descubrir nuestro propósito y el de nuestras empresas. No basta con maximizar utilidades, ese modelo se agotó hace muchos años.