Un muchacho de 18 años cambió sus tenis de moda por un par de botas de hule, su tablet por sacos pesados y sus camisetas juveniles por un chaleco anaranjado con tal de dejar una huella de solidaridad en Upala
Un muchacho de 18 años cambió sus tenis de moda por un par de botas de hule, su tablet por sacos pesados y sus camisetas juveniles por un chaleco anaranjado con tal de dejar una huella de solidaridad en Upala