La extensión de las protestas, con saqueos e incendios también en barrios periféricos y ruidosos “cacerolazos” por la noche, llevaron a Piñera a endurecer el tono para enfrentar la protesta social, con una batería de anuncios, como una ley “antisaqueos” y otra para sancionar las barricadas, además de convocar al Consejo de Seguridad Nacional (Cosena), un organismo actualmente solo de carácter consultivo que fue todopoderoso en la dictadura.